Perdón, mi blog, es que me olvido, me cruzo, me desdoblo, me autocito, me planteo que es esta mierda de llevar registro diario de mí misma. Pero te quiero y estoy muy feliz de haberme pelado. A pesar de las malas amigas que hacían un escándalo y prometían "bancarme" en el paso a las canas y el pelo de vieja. Me decidí porque era natural con el calor y otra vez tintura ya me tenía podrida y mi peluquera divina, la Dani, estaba disponible y me dijo que le encantaba y acá me tenés. Fascinada con las caras de admiración de les que me ven la nuca por primera vez. Veremos qué crece debajo y qué sorpresas nos depara el 2020 capilar.
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