jueves, 21 de marzo de 2019

No nos extinguieron

Descendientes del pueblo Selknam denuncian intento de declararlos extintos para apropiarse de sus territorios y recursos naturales

Nosotros creemos que hubo un genocidio, pero no nos extinguieron. Estamos vivos, y con el paso de los años hemos acumulado pruebas que así lo acreditan”.

Punta Arenas. 11 de marzo 2019. (Ecocéanos News).- La Cámara de Diputados aprobó el 7 de marzo un proyecto de ley que reconoce el genocidio de los pueblos Selknam y Aónikenk por parte del Estado chileno. Los descendientes Selknam señalan que este es “un nuevo genocidio” de carácter legal, con la aprobación del Congreso,ya que el proyecto al considerarlos extintos, busca negarles el reconocimiento legal como Pueblos Originarios.
La presidenta de la Corporación Selknam Chile, Hemany Molina, señaló a El Desconcierto que “El proyecto de ley, que se encuentra en sus trámites finales en el Congreso, tiene como fundamento el prejuicio instalado en el Informe de Nuevo Trato del ex Presidente Ricardo Lagos, que nos declaraba extintos. Nosotros creemos que hubo un genocidio, pero no nos extinguieron. Estamos vivos, y con el paso de los años hemos acumulado pruebas que así lo acreditan”
El Estado ha reconocido nuestra existencia, pues hemos logrado participar en las consultas indígenas de Ministerio de las Culturas, la consulta indígena del Ministerio de Salud, y del Proceso Constituyente Indígena. Incluso el Estado ha financiado estudios para determinar las líneas genealógicas ininterrumpidas desde las matanzas y persecusiones, hasta la venta o adopción ilegal de nuestros abuelos y bisabuelos. Hemos logrado seguirles el rastro, y es indesmentible que quedaron descendientes, niños perdidos, que alguna memoria transmitieron a sus hijos y nietos, y aquí estamos hoy, luchando porque se nos reconozca vivos y no muertos o extintos”,  agregó Molina.

Asimilación cultural y genocidio legal para apropiarse de las tierras y el patrimonio de los pueblos originarios

La presidenta de la Corporación Selknam Chile denunció que la decisión del Estado chileno busca que existan legalmente menos pueblos indígenas, y así usurpar el territorio, los recursos naturales y el  patrimonio indígena. “El interés del Estado siempre es que existan menos indígenas. Lo mismo que las empresas que quieren los recursos de nuestros territorios. Así también los académicos que usurpan nuestro patrimonio arqueológico, fotografías, diseños y ceremonias. Nosotros queremos que se nos reconozca como pueblos originarios. Tenemos derechos, y por eso pedimos al Congreso que paralice el proyecto de ley, pero también acudiremos a instancias internacionales por esta agresión que estamos sufriendo”.
El territorio de los Selkam (Onas) -pueblo nómade, cazador y recolector marino- es la isla Grande de Tierra del Fuego, Patagonia sudamericana. Por su parte, los Aonikenk (Tehuelches) habitan los espacios terrestres ubicados entre el Estrecho de Magallanes (Chile) y Santa Cruz en territorio argentino.
A partir de 1880, con la llegada de buscadores de oro como Julius Popper, el establecimiento de grandes estancias ovejeras y el arribo de la congregación de los sacerdotes salesianos, quienes comenzaron a ocupar miles de hectáreas de concesiones de tierras otorgadas por los Estados de Argentina y Chile, se dio inicio al exterminio sistemático de los pueblos originarios de la Patagonia.
Los estancieron ingleses, chilenos y escoceses contrataron a cuadrillas de “cazadores de indios”, en su mayoría británico, para asesinar o capturar a las familias indígenas.
En 1890, por un acuerdo con la orden salesiana, se dio inicio a una política de deportación y asimilación cultural utilizando para ello a las misiones, donde las enfermedades introducidas (especialmente la tuberculosis) acabaron con la mayoría de los internados e internadas.

Expansión territorial de la industria salmonera: El genocidio indígena continúa en la Patagonia

Con la firma de un decreto supremo, la presidenta Michele Bachelet creó en 2018 el denominado Parque Nacional Kawésqar de 2,8 millones de hectáreas de superficie terrestre, siendo el más extenso, biodiverso y polémico de la red nacional de diez parques de la Patagonia y de la Región de Magallanes y Antártica chilena.
Con la creación de esta mega área protegida en una de las regiones más prístinas del planeta, el denominado “Consejo de Ministros de la Sustentabilidad” (sic) le excluyó legalmente su mar adyacente. Con ello, el Estado chileno intenta eliminar la base material y espiritual de la cosmovisión, identidad cultural, saberes y prácticas ancestrales de pesca, caza y recolección de las comunidades canoeras Kawésqar, y permitir la sostenida expansión de los monocultivos industriales de salmónidos para la exportación en Magallanes.
En la actualidad existen 27 concesiones de cultivo industrial de salmónidos en las aguas que rodean al parque nacional Kawésqar, mientras otras 146 nuevas solicitudes de acuicultura intensiva se encuentran en trámite en el Servicio Nacional de Pesca (Sernapesca). De ellas, 118 son de salmones, 22 de mitílidos y seis de algas.

Antología trava/trans/no binarie

ADELANTO DEL LIBRO ANTOLOGÍA DE POESÍA TRAVA / TRANS* / NO BINARIE (PUNTOS SUSPENSIVOS EDICIONES) CON ILUSTRACIONES DE ESE ‘LX NEGRX’
Soy poesia

Prólogo por Blas Radi

(...)¿Son poesías trans, travas y no binaries porque sus autorxs lo son? ¿O sus personajes? ¿O los temas que abordan? Estas preguntas expresan una serie de ansiedades a las que nos hemos acostumbrado y que apuntan, en este caso, a tecnicismos que pueden parecer poco significativos. De todos modos son preguntas importantes, sobre todo porque todavía tanto los temas como lxs personajes trans, travas y no binaries son, con demasiada frecuencia, reducidos a tropos en obras de escritorxs cis.
“Cis” es un término con el que se hace referencia a las personas que no son trans. Su uso es muy discutido –sobre todo por personas cis–. Esto se debe en gran medida a que fue acuñado por personas trans, personas trans que hacen uso del poder de nombrar y que lo aplican sobre aquellxs que históricamente las han nombrado. 
Por lo general nunca faltan quienes señalan que no se identifican como cis. Lamentablemente (para ellxs) eso es irrelevante. Volviendo, el hecho de que las personas trans, travas y no binaries tomen la palabra, tras una larga historia de objetificación -que aun no ha terminado- es considerada la característica fundamental del campo interdisciplinario de los Estudios Trans*. 
El término “trans” ha sido utilizado por las comunidades como una campana semántica 
para hacer referencia a aquellas personas que se identifican con un género distinto 
al asignado al nacer. ¿Quiénes son estas personas? En principio, y en línea con gran parte de la bibliografía disponible en nuestro país, podríamos decir que son personas “travestis, transexuales y transgénero”. Sin embargo, sabemos de antemano que cualquier nómina estará siempre incompleta. ¿Y lxs que se identifican de otra manera? (...) Las comunidades han aprovechado el recurso haciendo de “trans*” un término político que puede leerse como “trans- lo que sea” y que permite hacer referencia a una clase relacionada de fenómenos sin tener que articular una definición precisa. Es razonable: sería ocioso asumir el compromiso de definir fronteras conceptuales en un territorio que se caracteriza ante todo por su imprecisión, contingencia, mutabilidad y resistencia a la gramática de la identidad que codifica nuestra experiencia cotidiana. 
La poesía trans, trava y no binarie es un espacio político de resistencia que se desarrolla en las trincheras del lenguaje. Es una vivencia interna del género, una que desafía nuestros códigos lingüísticos y perceptivos, que cuestiona el canon literario, que moviliza y construye tramas semióticas que desconectan y conectan de manera provisoria la letra y la música del mundo. No tendría sentido ensayar aquí una definición, después de todo, de la poesía para adentro está todo permitido. 



S/T por Federico Luis Braga

qué difícil y qué duro
esto de ser trans
salir todos los días a la calle
y que la gente te mire
de reojo o de frente
con vergüenza,
desde arriba
y de costado.
Que vean lo que tenés puesto
y opinen sobre la ropa holgada,
las zapatillas gastadas,
las piernas no depiladas,
las uñas mordidas,
el arito,
y el pelo corto;
y sin bastarles
te remarquen tu figura
y “cómo no la lucís”
y “por qué te tapás”
cuando a vos ya te duelen 
los músculos 
de tanto apretar las gambas
para que no se te note
tanto la cadera
y te cuesta respirar
por la faja,
el binder 
o el top
que todos los días usás
religiosamente
y no salís si no lo tenés puesto
y no te importa 
que ya hayan pasado
las ocho horas
porque la disforia 
es peor
que cualquier comentario.
Qué difícil y qué duro
salir del closet
todo el tiempo 
y aún peor
seguir adentro
y aguantar los pronombres
que no son tuyos
(y ni hablar del nombre
que no te corresponde).
Qué difícil y qué duro
vivir asustado
y con miedo
de entrar a un baño
y que te desafíen
o te peguen,
correr el riesgo
de que te acosen
o violenten:
“vos no entrás acá”,
“este no es tu lugar”.
Las risas lastiman,
la humillación se palpita
y las palabras son dagas
que no aportan nada.
Qué difícil y qué duro
tener relaciones
sabiendo que
no sos bueno en la cama:
das muchas vueltas,
no dejás que te toquen,
no te sacás las medias
y mucho menos la remera.
¡Qué difícil y qué duro, che!
tratar de explicar
lo que sentís
y vivenciás
y fallar,
una y otra vez,
en que les pueda interesar
a tu familia
o a tus amigues, 
pero la primera
siempre duele más
porque es la que te toca
(toca la suerte loca)
y así te dicen a vos
cuando les contás
que sos un varón
y no la mujer
que elles vieron crecer

Yo no presto ni pido prestado

Cómo proteger tu biblioteca con maldiciones medievales

Alfredo Álamo el 1 de marzo de 2017 en Divulgación
  • ¿Cansado de que no te devuelvan los libros?
  • Ahora podrás condenar a esos malvados robalibros al infierno.
Libro antiguo iluminado junto a unas viejas gafas redondas.
Si ahora resulta bastante molesto que no te devuelvan un libro que has prestado, imagina el monumental cabreo que se podían coger en plena Edad Media, cuandolos libros eran bienes de lujo, objetos únicos y casi irreemplazables. No es de extrañar hace mil años se pusieran ciertas advertencias, amenazas e incluso maldiciones para evitar que algún amigo de lo ajeno se llevara a casa el libro que no debía. Si estás harto de que los amigos que vienen a casa siempre se lleven algo y luego nunca te lo devuelvan, quizás deberías ir tomando notas para condenarlos al fuego purificador del infierno.
Lo normal en la época era añadir estas maldiciones al principio o al final de los libros, dejando claros los terribles sufrimientos que iban a acompañar a los que se atrevieran no sólo a robar el libro, sino también dañarlo. Las amenazas más comunes eran las de excomunión, claro, el castigo eclesiástico por naturaleza.
Roba este libro y serás hendido por una espada demoníaca, forzado a sacrificar tus manos, tus ojos arrancados para luego acabar en los fuegos y pozos del infierno.
Hoy en día no asusta mucho, pero hay que tener en cuenta que en la Edad Media la mayor parte de la gente se tomaba estas advertencias muy en serio. Incluso siglos más tarde, las maldiciones se siguieron usando, como la que guarda los huesos de William Shakespeare:
Buen amigo en el amor de Jesús, aquel que limpie el polvo aquí acumulado. Bendito sea aquel que repare estas piedras, y maldito sea el que mueva mis huesos.
Pero lo cierto es que como quedan bien las maldiciones es en latín. Aquí está el ejemplo de una maldición de anatema y excomunión, que puedes añadir al principio de tus libros, como un ex-libris.
Si quis furetur
Anathematis ense necetur.
(Que la espada del anatema caiga
Si alguien roba este libro)
Aunque las amenazas podían ir acompañadas de un aderezo más… interesante:
Si alguien roba este libro, haz que muera; haz que sea frito en una sartén; haz que caiga sobre él la enfermedad y que la fiebre lo persiga; haz que sea roto en la rueda, y ahorcado. Amén.
Pero para los más rebuscados, esta maldición es mi favorita:
Para aquel que robe o se lleve este libro y no lo devuelva a su dueño, que se le transforme en una serpiente en sus manos y que le muerda. Que quede paralizado y todos sus miembros rotos. Que agonice con dolor rogando por clemencia, y que su agonía no cese hasta que muera. Que los gusanos de los libros devoren sus entrañas como símbolo del Gran Gusano que Nunca Muere, y que cuando haya llegado la hora de su castigo final, que las llamas del Infierno le consuman para siempre.
¿Qué os parece? ¡Como para no devolverle un libro! ¿Vais a empezar con vuestras propias maldiciones? Os esperamos, como siempre, en los comentarios.
Alfredo Álamo
(Valencia, 1975) escribe bordeando territorios fronterizos, entre sombras y engranajes, siempre en terreno de sueños que a veces se convierten en pesadillas. Actualmente es el Coordinador de la red social Lecturalia al mismo tiempo que sigue su carrera literaria.

A ver si todes nos avivamos y dejamos de echarle la culpa a las locas femininjas

Guía para el uso de un lenguaje no sexista e igualitario

(descargar en portada)
Guía para un uso no sexistaHCDNLa construcción de la igualdad es tarea constante de un pueblo y sobre todo de sus representantes. Frente a este gran desafío cotidiano, en lo atinente al derecho a la igualdad, el derecho a la identidad de género y fundamentalmente a la garantía del derecho de las mujeres, esta Honorable
Cámara de Diputados de la Nación, a través de su Secretaria Parlamentaria, ha desarrollado un instrumento que nos permitirá adecuar y encarnar diariamente y en las diversas acciones de nuestra tarea parlamentaria los derechos humanos conquistados. Derechos que contribuimos a ampliar y a concretar a partir de las leyes sancionadas por este mismo cuerpo.
Creemos fervientemente en la necesidad de desarrollar iniciativas que instalen la oportunidad para mirar y promover transformaciones de nuestra propia práctica legislativa hacia una plena construcción de igualdad y justicia. Ya no solo desde la producción legislativa sino también pudiendo garantizar un ámbito que incorpore la mirada de género y derecho en su hacer.
es por esto que, en el marco del Programa de Modernización implementado desde el año 2012, hemos decidido contar con herramientas concretas que nos insten a reflexionar acerca de la capacidad inclusiva del lenguaje utilizado y replicado en nuestra cámara. esta tarea nos presenta un desafío y una responsabilidad compartida por los trabajadores y las trabajadoras que aquí habitamos; y que hemos decidido encarar.
Presentación
La guía para el uso del lenguaje igualitario se enmarca en el entramado de estrategias y acciones previstas por el Programa de Modernización Parlamentaria 2012-2015 impulsado por el presidente de la HCDN, Dr. Julián Andrés Domínguez, con acuerdo de todos los bloques políticos que integran el cuerpo legislativo.
Con esa visión, desde la Secretaría Parlamentaria, encausamos iniciativas de modernización en todas las áreas de servicio y de apoyo a la tarea legislativa, referenciando algunos hitos: la conformación de una estructura organizacional adecuada para desarrollar el Digesto Jurídico
Argentino; la creación de la Dirección de Servicios Digitales Parlamentarios; la creación y puesta en marcha de la Diplomatura en Gestión Legislativa; la articulación con otros espacios legislativos; y la apertura y vinculación de la HCDN con la comunidad y la ciudadanía en general a través de diferentes actividades e iniciativas.
Esta guía constituye una propuesta didáctica para promover una comunicación más democrática y adecuada a las reformas legislativas propiciadas en los últimos años en materia de igualdad de género.
El lenguaje en sí mismo no es masculino ni femenino. El lenguaje, a priori, no es sexista ni excluyente, pero sí el uso que hacemos las personas del mismo. En él se proyectan estereotipos aprendidos que responden a la construcción de modelos culturales androcéntricos que sitúan
la mirada masculina como universal y generalizable a toda la humanidad.
El tipo de lenguaje que usamos no es inocente. Si usamos un lenguaje que toma como norma y medida de la humanidad solo a una parte de ella (lo masculino), ayudamos a que persista en el imaginario colectivo la percepción de que las mujeres son subsidiarias, secundarias y prescindibles. A ese uso llamamos uso sexista del lenguaje. Se entiende por lenguaje inclusivo entonces, o por lenguaje no sexista, aquel que ni oculte, ni subordine, ni excluya a ninguno de los géneros y sea responsable al considerar, respetar y hacer visible a todas las personas, reconociendo la diversidad sexual y de género. Cambiar el uso del lenguaje implica también un cambio cultural, y nos convoca a construir otro sistema de valores, otra forma de entender, de pensar y de representar al mundo.
La propuesta de utilizar un lenguaje no sexista o lenguaje igualitario en cuanto al género se orienta a evitar opciones léxicas que en este ámbito puedan interpretarse como sesgadas, discriminatorias o excluyentes. Principalmente en la producción legislativa y la redacción de aquellas normas que regirán para el conjunto de la ciudadanía.

She-ra con cuerpos no normativos y racializados

She-Ra y las princesas del poder

El pasado mes de noviembre, Netflix estrenó She-Ra y las princesas del poder (título en inglés: She-Ra and the princesses of power), un remake de la serie de animación de los ochenta She-Ra: La princesa del poder (She-Ra: The princess of the Power). A la cabeza de la serie está Noelle Stevenson, conocida principalmente por los cómics NimonaLeñadoras.
Como no podía ser de otra manera, la serie fue objeto de polémica en redes sociales cuando se mostró la primera imagen de la protagonista. Algunos tuiteros, incapaces de aceptar que esta serie de animación sobre chicas mágicas no estaba hecha para complacerlos a ellos, protestaron por el rediseño, y una de las quejas más sonadas fue que She-Ra parecía un chico. Cuando la serie fue emitida, hubo nuevas críticas; por ejemplo, que uno de los personajes principales, Spinnerella, tenía un cuerpo no normativo o que la serie quiere adoctrinar a los niños.
Ignorando la evidentemente misógina de estas críticas, sí que hay obvias diferencias entre la nueva She-Ra y la antigua, pero partamos de la idea de que esto no es obra del malvado lobby feminista que quiere destruir a los hombres y arrebatarles su sagrado derecho a ver solo señoras sexys, sino de que han nacido en épocas diferentes.
She-Ra: La princesa del Poder se estrenó en 1985 como un spin-off de He-Man y los amos del universo. En esta serie,He-Man viaja al mundo de Eteria, oprimido por el villano Hordak, al mando de su ejército llamado la Horda. Allí conoce a Adora, capitana de la Horda, que resulta ser la melliza desaparecida de He-Man y que comparte sus poderes: con la Espada de Protección, Adora se transformaba en She-Ra y decide permanecer en Eteria para liderar la rebelión contra Hordak.
Aunque no he visto ninguna de estas dos series de animación, es fácil encontrar muchos comentarios positivos sobre ambas. A pesar de su fama de ser creadas para vender juguetes, He-Man y She-Ra se esforzaban en enseñar valores positivos a los espectadores. Su creador, Lou Scheimer, mostró durante toda su trayectoria un interés activo en que sus series de animación transmitieran un mensaje. Además, She-Ra fue toda una anomalía en su época: una serie de animación sobre una mujer guerrera que luchaba contra las fuerzas del mal como cualquier héroe masculino.
A pesar de esto, visto desde nuestra perspectiva actual, la serie tenía muchos problemas; entre los más destacados, la falta de representación racial y LGTB+ y que todos los personajes femeninos respondían a un modelo normativo y a un estricto ideal de belleza.
Resultaría bastante fácil caer en las comparaciones y criticar la antigua serie, pero eso sería injusto. She-Ra: La princesa del poder fue importante en su época, ofreció a las niñas un modelo de mujer guerrera que rompió las expectativas sobre la animación dirigida al público femenino y sin ella no sería posible que existiera el remakeLas antiguas series de animación, a pesar de sus carencias, son las que han inspirado a una nueva generación de creadores.
She-Ra de 2019 y She-Ra de 1985.
La protagonista de She-Ra y las princesas del poder es Adora, una huérfana que, junto con su amiga Gatia (Catra), ha sido criada por la bruja Tejesombras (Shadow Weaver) y entrenada como soldado de la Horda. Al comienzo de la serie, Adora cree que la Horda busca liberar a Eteria de la tiranía de las princesas, para lo cual deben derrotar a la rebelión. Pero tras conocer a la princesa Destello (Glimmer) y su amigo Arco (Bow), descubre que el verdadero objetivo de lord Hordak es conquistar Eteria. Adora encuentra la Espada de Protección y se convierte en She-Ra, la protectora de Eteria, tras lo cual se une a la rebelión, lo que supone dejar atrás su antigua vida y a Gatia, que se convierte en una de sus principales némesis.
La primera temporada constituye principalmente una introducción para la trama y presenta a los personajes principales. Por un lado, Adora, Destello y Arco se embarcan en la misión de volver a formar la alianza de princesas, para lo cual deben buscarlas y convencerlas de que se unan a la rebelión. Por otro lado, Adora tiene que adaptarse a su nuevo papel como She-Ra y enfrentarse a la amenaza de la Horda y a los intentos de Tejesombras y Gatia por traerla de vuelta.
En la serie hay un variado elenco de personajes recurrentes, entre los que destacan los siguientes:
Adora es un personaje con fuertes valores morales y un gran sentido del deber. También es una luchadora muy hábil, lo que contrasta con su ignorancia casi infantil sobre convenciones sociales, fruto de haber crecido aislada de la vida fuera de la Horda. A pesar de sus habilidades, el drástico cambio de vida que sufre al comienzo de la serie hace que tengaproblemas para adaptarse a su nuevo papel como protectora de Eteria.
Destello es la princesa de Luna Brillante y posee el poder de la teletransportación. Tiene un carácter fuerte y rebelde, con tendencia a lanzarse de cabeza al peligro, lo que la lleva a desafiar constantemente a su madre, la reina Angela. A pesar de esto, Destello muestra muchas inseguridades y sufre para intentar estar a la altura de su madre.
Arco es el mejor amigo de Destello y, como su nombre indica, su arma es un arco. Es optimista, siempre parece emocionado por todo y es el principal apoyo moral de sus amigas.
Entre los personajes secundarios recurrentes encontramos al resto de princesas: Flora (Perfuma), una joven alegre y pacifista; Sirénida (Mermista), que presenta una fachada apática e indiferente; Tecnia (Entrapta), apasionada de la tecnología con una carácter bastante infantil y nulas habilidades sociales; Escarcha (Frosta), que a pesar de ser la más joven, tiene un carácter serio y estricto; y por último Reda (Netossa) y Girela (Spinnerella), de las que no se conoce mucho a pesar de que, junto a Destello, son las únicas princesas que pertenecen a la rebelión desde el comienzo de la serie. Otro aliado de las protagonistas es Halcón de mar (Sea Hawk), un marinero charlatán que adora las aventuras.
En el bando de los villanos también hay personajes muy interesantes. Hordak es el prototipo de líder despiadado que por el momento se mantiene apartado del conflicto principal, pero cada vez que aparece inspira terror a sus subordinados. Tejesombras es una hechicera que ha criado a Adora y a Gatia, a las que ha manipulado desde niñas. Mientras que Tejesombras muestra una clara predilección por Adora, desprecia a Gatia pero se ve obligada a utilizarla para intentar traer de vuelta a Adora.
Gatia al comienzo de la serie tiene una fuerte relación con Adora y es bastante más crítica que ella con Tejesombras y con el funcionamiento de la Horda, pero se niega a seguir a Adora cuando esta le pide que se una a la rebelión con ella. Es ambiciosa y astuta, por lo que se convierte en una importante enemiga para los protagonistas.
Escorpia (Scorpia) es una capitana de la Horda elegida por Tejesombras para ayudar a Gatia a recuperar a Adora. A pesar de su apariencia imponente y de su agresividad en combate, es un personaje dulce y cariñoso que desde el principio busca hacerse amiga de Gatia.
El elenco de la serie al completo.
Uno de los aspectos más interesantes sobre los personajes es la gran diversidad que se puede encontrar. No es raro que Netflix haga cambios en sus remakes de series antiguas para adaptarlas a un público más exigente con la diversidad. En Voltron: El defensor legendario, varios personajes principales blancos fueron racializados; y tanto enVoltron como en Caballeros del Zodiaco, cambiaron de sexo y género a un miembro del grupo de hombres cis protagonistas.
Frente a la homogeneidad de la serie original, muchos personajes principales han sido rediseñados para que haya unadiversidad racial y distintos tipos de cuerpos. Hay personajes con cuerpos bastante normativos, como Adora y Flora, pero también mujeres gordas como Destello y Girela, o grandes y musculosas, como Escorpia. En el rediseño de los trajes destacan dos cosas: que están bastante personalizados, lo que contribuye a definir la personalidad de los personajes, y que están pensando para ser mucho más cómodos en batalla que los de la serie original. Además, por mucho que a algunos les moleste la ausencia de escotes y minifaldas, es bastante positivo que se haya evitado sexualizar a un elenco de personajes compuesto en su mayoría por adolescentes.
Otro punto del que se ha hablado mucho sobre She-Ra es la representación LGTB+. Lamentablemente, mentiría si dijera que en esta primera temporada aparecen personajes explícitamente LGTB+. Aunque se da a entender que Girela y Reda son pareja y se pueden intuir sentimientos románticos o atracción entre personajes del mismo género (en especial en el capítulo del baile de princesas), nada de esto es confirmado o mostrado explícitamente. Esto no quisiere decir que no vaya a haber representación más adelante; los comentarios de Noelle Stevenson defendiendo la presencia de personaje LGTB+ en series infantiles dan esperanza a los fans de poder ver representación explícita en las próximas temporadas.
She-Ra y las princesas del poder es una de esas series que ojalá hubiera visto de pequeña, aunque la he disfrutado como una niña. La serie ofrece entretenidas aventuras mágicas en un mundo que mezcla fantasía y ciencia ficción, donde el conflicto es la clásica lucha de una pequeña rebelión contra un gran ejercito malvado, con unos héroes y villanos que siguen esquemas tradicionales, pero sin ser totalmente maniqueos. Los personajes son todos maravillosos y son fáciles de querer. Como suele ser habitual en series infantiles, todas tienen una personalidad muy delimitada que sigue los esquemas habituales en este tipo de historias, lo que las hace más fáciles de comprender para los niños; pero esto no quiere decir que los personajes no resulten interesantes. Casi todos los personajes principales presentan claros defectos relevantes para la trama y experimentan algún tipo de evolución a lo largo de la temporada.
La gran diversidad de personalidades y diseños crea un amplio abanico para que los espectadores se puedan identificar con ellos. Uno de los principales aciertos de la serie es preocuparse no solo de crear héroes complejos que tienen defectos y cometen errores, sino también mostrar el punto de vista de los villanos y hacer a algunos de ellos merecedores del cariño de los espectadores.
Las relaciones entre los personajes también son interesantes, especialmente la de Adora y Gatia. Siguiendo el tropofriends to enemies, al comienzo de la serie las dos muestran un vínculo muy fuerte a pesar de ser muy distintas, y a lo largo de la temporada ambas se ven afectadas por la separación. Gatia quiere que su amiga vuelva a casa, pero no perdona que la abandonara, y Adora no entiende por qué Gatia no se une a ella. Conforme avanzan los capítulos, esta dinámica evoluciona y también salen a la luz aspectos más negativos de su relación.
Gatia contra Adora.
Otras relaciones en la serie son mucho más positivas. Por ejemplo, Adora, Destello y Arco se apoyan a lo largo de todos los conflictos de la serie y contribuyen positivamente en la evolución de Adora. La dinámica de las relaciones entre las princesas, aunque menos explorada en esta temporada, resulta muy divertida y disfrutable gracias a sus diferentes personalidades.
Como su predecesora, She-Ra y las princesas del poder intenta transmitir una serie de valores a los espectadores más jóvenes, especialmente valores sobre la justicia, la responsabilidad y la importancia de la amistad y la unión. Al comienzo de la serie se muestra una rebelión fragmentada y cada princesa se preocupa solo de proteger a su propio reino; la tarea de She-Ra es convencerlas de que deben unirse para luchar contra un enemigo común. Adora, por su parte, se enfrenta al miedo que supone dejar atrás la seguridad de la Horda y liderar la rebelión como She-Ra, pero especialmente le afecta haber perdido a su mejor amiga en el camino. Todo esto lleva a un importante mensaje sobrehacer lo correcto aunque sea difícil y suponga sacrificios.
She-Ra es también una serie bastante feminista, y un gran acierto es que no se dedica a mostrar situaciones de injusticia que los personajes femeninos deban enfrentar continuamente, sino que crea un mundo donde abundan mujeres en posiciones de poder, mujeres con personalidades y roles muy diferentes que sustentan el peso de la historia. Además de esto, todos los personajes masculinos las respetan y las tratan como iguales, de la misma forma que esperarías que trataran a otro personaje masculino. Esto se complementa con que muchos de esos personajes son racializados, tienen cuerpos no normativos y pueden ser más o menos femeninas sin convertirse en estereotipos ni ser objeto de burla.
En definitiva, She-Ra y las princesas del poder es la serie que tenéis que ver si queréis disfrutar de una historia positiva y optimista. Aunque a alguien pueda parecerle demasiado infantil, Eteria es un buen lugar para descansar cuando el mundo real parece demasiado oscuro.
Yaiza Carrasco
Yaiza Carrasco (Artículos/Reseñas): Lectora desde hace muchos años y escritora unos cuantos menos. Estudié filología hispánica porque lo mío son las palabras. Me gusta consumir historias en cualquier formato.




Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...