sábado, 22 de septiembre de 2018
El miedo y la angustia patriarcal
Lo más difícil de todo mi viaje, cosa que me sucede igual cuando no viajo, es despegarme del miedo a que todo explote cuando yo no estoy en casa, miedos infantiles a que un auto pise a mis perritos o que el boludón de mijito de 22 años deje la hornalla prendida e incendie mis nobibliotecas. Pero también es culpa que el patriarcado nos impone por vivir felices, por disfrutar. El miedo y la angustia son el precio que la conchuda paga por ser feliz y hacer lo que se canten las tetas, no vaya a ser que ande demasiado fresca por la vida.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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