martes, 16 de febrero de 2021

Me desperté inspirada

 Bueno, no en el sentido literal del término "inspirada" para escribir. No. Lúcida, mejor dicho, para hacer dos cosas que tenía pendientes y dudosas. Una la logré y espero seguir lográndola. La otra... también, aunque siempre dudo de mi capacidad para las decisiones definitivas.

Lo que sí logré fue salir a caminar en plan bajar de peso y mejorar mi salud arterial. Me vestí con mi trapitos de siempre y zapas queridas, únicas soportables y me mandé a la calle pensando en ver si estaba abierta la gomería que pinchada rueda acá en estacionamiento del hogar. No, gomería en feriado. Por la Jujuy alguien me grita Chau señora. Me doy vuelta saludando con la mano a posible alumno o vecino y era mijito amaneciendo en la estalera exterior de los Barquinero. Dice que joda anoche y su auto en la vereda y ni lo vi.

Seguí por esa hasta Gaspar Campos y de ahí hasta el arroyo (qué lindo que es mi barrio) y costeando el hilito de agua hasta pasar la 111 y ahí doblé hasta Limay y dos cuadras más hasta lo de Magda que está en la costa y seguí hasta Flaubert y por ahí hasta Cerros colorados, crucé para mi lado y ya volviendo. No sé tiempos pero cuento 38 cuadras. La indicación médica dijo 60 cuadras en 45 minutos tres veces por semana. Seguiremos tratando de mantener la alegría del movimiento y el entrar en calor.

La segunda cosa que logré es haber soñado con una de las conchudas que me han torturado toda la vida con sus amistades falsas para manipularme y hacerme sentir una mierda. Juro que apenas salí del sueño, que era bueno, que era tierno, porque yo soy buena y odio sentirme culpable o que no hice suficiente como amiga, pensé en llamarla, escribirle un mensajito (¡YOOOOOO, cuando ella siempre me pateó y hace eones que no se comunica conmigo!!!) y pensé "Total, si perdoné tantas veces a mi ex..." ¿Y decime por qué carajos sigo tomando esas conductas mías de mierda como parámetro? Qué perdonar ni ocho cuartos a quien ni pide perdón ni tiene conciencia de daño ni necesita que yo le perdone ni quere nada de mí. Qué manía sacrificial la mía de andar entregándome al pedo. Nada. No hice nada. El logro es la convicción de que no tengo nada que hacer en ese campo.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...