No puedo quitarme de la cuerpa la sensación de peligro. Hace dos días que estoy en cama con lo que yo digo que es una indigestión con bizcochitos Don Satur con dulce de leche, pero la verdad es que comí tres o cuatro bizcochitos, con dulce de leche sí que hace rato que no comía, ni lácteos de ningún tipo desdemi detox en septiembre. ¿Pero dos días completos a sertal y uvasal (por primera vez en mi vida) para reponerme? Hoy ya casi no me duele la panza, pero ando tirada, dolorida y somnolienta. Bueno, cualquier persona normal se enferma alguna vez o tiene un dolor de panza o ganas de no hacer nada, ¿no?
Para mí que se me juntó el estrezaso de enviar mi libro nuevo de poemas a concurso, con tipeado de más de una mes a las carreras y dictado de Magdalena que me puso bastante nerviosa también, más ponencia en mesa de Lima virtual el sábado que "no es nada" pero tuve que terminar de leer Gran sertao: Veredas que había empezado hace como 10 años, en otra vida, y escribir la ponencia que para mí siempre es movilizador y después el gran viaje en auto hasta Boulogne con Rafael para buscar su batería. Todo salió bien y estoy contenta pero asustada, cansada. Y me juszgo por andar pachucha y me asusto y me pongo extremista pensando que nunca más voy poder comer un bizcochito o que mejor vendo el auto o que realmente ser poeta, artista, escritora tiene estas cosas de la soledad y la diferencia y la sensibilidad extrema y la puta autoreflexión que impide pasarla bien sin más (¿O eso es culpa de la luna en Virgo?)
Extraño a una amiga que me acompañe, me apapache sin verduguearme, a unes hijes bebés que se tiren conmigo en la cama a ver pelis, alguien que me ame y me diga que de verdad está todo bien y me haga un té.
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