Iba caminando por la calle, corté a lo bestia unas florcitas de una enredadera que me salió al paso, desconocida para mí, llegué ai casa y metí el pedacito en tierra así no más con flores y todo. Y la loca secó esas flores y se puso a dar otras. Lo difícil va ser acordarme dónde estaba para buscar más.
Grosellas! Qué maravilla! Tengo que volver a la escena del crimen, digo: acordarme de qué vereda afané el gajito.
No hay comentarios:
Publicar un comentario