A mí la lluvia

A mi parte vegetal siempre le gustó la lluvia. A mi parte humana solamente desde que está jubilada y no tiene que salir a patinarse por las calles.

Aunque el otro día salí lo más pancha caminando bajo la llovizna (aunque ya hace 10 años que me quebré una pata en un día así por salir con la bici) y me di un patinón de aquellos por esquivar una de las lagunas temporales que son tan comunes por acá. No me lastimé ni dolió mucho porque caí con partes blandas. Pepa Pig, un poroto.

A mí la lluvia no me inspira. Me deja clavada en la ventana escuchando las gotas sobre el techito de chapa o desparramadas por el viento. Y la intensidad del verde!!!!!

No es que me guste más el sol o la lluvia o viceversa. Me quedo lela ante los cambios, las oposiciones, las novedades térmicas, acuosas, lumínicas, florecientes.

(Además tengo que terminar esta semana ponencia académica y libro de poemas para concurso. Así que estoy muy brotada y esquivándole al bulto)

 Me puse una remera de Simone de Beauvoir a ver si el espíritu de la francesa me patea el culo y termino mi libro.