QUINCE CENTELLAS
• • • Siempre que abro mi armario de yoes nunca sé cuál ponerme.
• • • Tendrás que tropezar en muchas palabras si quieres despertar a la belleza.
• • • ¿Escribes aforismos variedad puñetazo-en-la-mesa o variedad echar-sal-a-la-ensalada?
• • • El sentido del humor se adquiere escuchando el sonido que hacen los planes a medida que se rompen.
• • • Si vas a insistir en tus ambiciones te aconsejaría que te busques una voluntad de la misma talla.
• • • Sí. Viví. Habité. Pero nunca me rebajé a pertenecer.
• • • Solo me pongo en riesgo inminente de poesía cada vez que se atasca mi máquina de razonar.
• • • Si tú te crees alguien, qué no se creerá el Mar.
• • • Nunca entenderé que en presencia de un tulipán haya gente que se atreva a hablar.
• • • Para belleza la de las palomas que se cagan encima de las estatuas de los próceres de la patria.
• • • Curioso que una mota de polvo pueda herir mi orgullo y ni un misil nuclear destruirlo.
• • • Los días de tristeza inexplicable me los paso peinando y poniendo vestidos a mis monstruos.
• • • No haber nacido caballo es un trauma que sobrellevo como puedo.
• • • Iba para secuoya de la literatura y acabó de bonsái del aforismo.
• • • Si aprendiesen a mirar el horizonte por el placer de la belleza y no por el ansia de dominio...
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