Bueno, es mundial, es raro. Dicen les que saben que es inédito este flagelo del virus con coronita a nivel humanidad. Eso hace que une se sienta importante encerrándose en su casa para colaborar. A mí estar en mi casa no me cuesta absolutamente nada pero la prohibición y todas las movidas del entorno me cagan la paja. Sí, leo, escribo, blogueo, toco la guitarra pero extraño a mis hijes y nueris y nieti. Dicen que ya nos vamos a acostumbrar y que esto va para largo, así que mejor ir viendo día por día.
Acá Rafa se está portando: me habla, no suelta a los perros y hasta corta el pasto, cocina y barre. Pero de a ratos me agarra la justificada angustia del "qué va a pasar" y la ansiedad por tantos proyectos detenidos. Claro que mejor cerrar el orto y ponerse a escribir que eso sí se puede y tanto tiempo esperando tener tiempo y ahora es el tiempo.
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