Fragmento:
Así decían los indios más viejos, con el movimiento senil de sus cabezas bajo las avispas. (…)
Hay un lirio
que el tiempo lo consume
y hay una fuente
que lo hace verdecer…
Tú eres el lirio
y dame tu perfume,
yo soy la fuente
y déjame correr…
Hay un ave
que gime noche y día
y hay un ángel
que la viene a consolar…
Tú eres el ángel,
mi bien, amada mía,
yo soy el ave
y venme a consolar.
Miguel Angel Asturias, Hombres de maíz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario