La señora de 75 años que estuvo en los 34 encuentros y dice que tiene en su casa los libros publicados de cada año de conclusiones. Y por qué ya no se hace y que ella no puede verlas online. Le dijimos que vamos a ir todes a ver esos libros a su casa.
La que arma bestiarios de mujeres en feis porque le gustan las enumeraciones, las colecciones, los escraches irónicos y la autoparodia en versos largos.
La que te armó el bolso incluso cuidando la ropa mojada y desteñida mientras vos te fuiste rechota al taller
La que te deja colgada en la ruta bajo la lluvia y la que se ocupa de todas tus necesidades fisiológicas en paralelo a las suyas.
La que siempre siempre te pregunta por wasap dónde estás.
La que ya está organizando San Luis 2020.
La que usa la, por suerte ya en desuso, palabra "sororidad" porque le suena re compatible con su "soretidad".
La que cree que los nombres de mujeres víctimas de femicidios bordados en la bandera tejida son nuestros propios nombres.
La mujer policía que sostiene durante toda la marcha un vallado que nadie empuja.
La que se compró una ruana, una vincha, cuatro pañuelos diferentes, una falda, un cuaderno, tres parches, un anillo y un aro bidu. Todo artesanal y directo de su hacedora porque me encanta poner mi guita en arte feminista.
La que sacó toda la ropa mojada del bolso porque ayer diluvió y qué momento, qué momento, a pesar de todo les hicimos el encuentro.
La que se acuerda que te cagaste de risa cuando te invitó el año pasado a Trelew y ahora con vos no quiero viajar ni en un tren a Castelar.
La que se acaba de avivar que no pensó en vos en todo el encuentro y fuiste.
La que se inventa modos de perdonarse a sí misma todo el tiempo, argumenta nombrando a lorca y a cabezón cámara y no deja que ninguna forra le cague el momento con soreteadas soroteadas.
La que se fue a dormir a su casa y no se aguantó quedarse en una ciudad de mierda ni siquiera para estar en el acto de cierre y agitar por conclusiones, nuevo nombre y próxima sede.
La que frena su columna para avisar que hay un pozo o correr una piedra.
La que te agarra del brazo en medio de la marcha y te pregunta de dónde sos.
Les que balconean con carteles verdes, les que bailan parades sobre las paradas de bondi, les viejes que no nos bancamos la gira y frenamos y te la agitamos desde la vereda.
Les idiotes que no entendieron nada y te putean porque les tapaste la entrada de la casa o les marchaste por su mugrienta avenida.
Las densas que usan todos los talleres para repetir el discursito de su partido jerárquico y machicentrico.
La que te saca foto sorpresa porque sos vistosa, vieja o estás marchando con una bandera verde tejida que mide 350 metros.
La que, en medio de la marcha, te convida un mate, un trago de vino y una seca (la primera en tres meses)
La que dice que no toma cerveza pero todo el tiempo quiere compartir la tuya.
La que se mea todo el tiempo igual que vos y te sostiene la puerta y la mochila en el baño público.
La amiga vieja que es vieja pero no es amiga.
La amiga nueva que se emociona por hacer, a nuestra edad y en un taller, una amiga nueva.
La forra que te encontrás en la calle y te dice: "acá estamos militando". Yo no, gordi, vine a comprar pañuelos.
La copada que te abraza en medio de la calle y te pega todo su glitter real y metafórico.
La alupnita hermosa que te presenta a su mamá en medio de la plaza.
La que viene a proponer un tema super importante en el debate: ese tema que acabamos de debatir antes de que llegaras tarde.
La que, en medio del debate, te sonríe y te retoma y te contesta y te completa y te hace importante con un "como dijo la compañera".
La machista que te toma examen de feminista.
La hermosa que te cuenta cómo llegó al encuentro, cómo hizo la pilcha artesanal que le compraste, cómo se aplica la ley Micaela en su región.
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