sábado, 26 de octubre de 2019

Jueves musicales



Aquí estoy en la puerta de mi profe de cante flamenco.
Los jueves a la tarde es mi tarde libre, momento de reconstrucción de la cuerpa amorosa y de olvido de odios y frustraciones docentes:
14 a 15 hs: Guitarra en Muñiz con Emi: Romance de la luna luna y "A las nueve" de No te va a gustar para cantar en muestras escolares y meter alegría.
18 a 19 (siempre se estira porque mi profe es una copada de la vida): Cante en estación Pasteur del subte: Tangos del Titi, tres coplas ya y mi deslumbramiento por la forma de cantar y de enseñarme de Claudia Motoya. Ella dice que mi voz puede salir redonda, con cuerpo y golpear en la pared y volver para que me escuche hasta su vecina Matilde. Y yo me doy cuenta que jamás canté pensando en que me escuche todo el mundo. Así de básicos son mis problemitas (del mismo modo que ya unas cuentas veces pensé que nunca traté de ser todo lo linda que puedo ser, ni siquiera lo hacía de joven, sino que siempre trato de esconderme, aunque no me salga, je).
20 a 21 (llegué tarde y el taxi se perdió entre estación Echeverría y Parque Chas): Cajón Flamenco con Pájarito Ausina: Fue mi segunda clase y me encanta eso de la percusión y su memoria diferente de cualquier otro tipo de memoria lógica o linguística, un dejarse ir por el sonido y que las manos sacudan músculos que ni siquiera sabíamos que estaban ahí.

Y a la vuelta en tren hasta Lozano encontrar el golcito verde esperándome en la estación.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...