Las que solamente son tus amigas cuando vos estás hecha pelota y ellas pueden salvarte. Les encanta sentirse poderosas y buenas ante tu desarme y/o accidente. Las he detectado y sufrido desde la adolescencia.
En la adultez me han sorprendido. He creído que creceríamos y ya no haría falta que yo fuera siempre un desastre a ser auxiliada. Pero no. Ellas solo funcionan así.
La buena noticia es que yo cambié. Sigo detectandolas, sigo necesitando las a veces, pero ya no quiero su falsa ayuda llega de ego y conmiseracion. Pobrecitas. Ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario