Ya te había contado que Magda me regaló para navidá una tirada de tarot biodecodificado con la genia de Noelia en Muñiz. La otra vez fui y estuvimos hablando de tantas cosas que no pudimos hacer la tirada completa. Ayer sí. Fue increíble. En un momento le digo: "¿En serio se ve eso en las cartas o lo tenés ensayado?" Y "Si no estuviera viendo otra vez al ermitaño, ahí no te creo." Y Noe me dijo: "No soy yo, sos vos". Y entendí: yo elijo las cartas, las cartas me eligen a mí, me hablan y ella solo lee.
Bueno, la cosa es que todas las "casas" o aspectos de mi vida están geniales y apuntan a un cambio para bien, una revolución de creatividad, ahorro de dinero "en moneda extranjera", éxito con la literatura y lo académico, viajes, lugar central con mi arte. Lo más loco es que son caminos que estoy segura de transitar hace rato pero me aparecieron claramente las tareas pendientes respecto del amor de pareja, del avance de les otres que permito, todavía, sobre mi vida, de los mandatos paterno y materno (diferentes pero igual de limitantes), de mi figura de hombre y de autoridad, de mi percepción de mí misma como no merecedora ni capaz. En las amistades salió la muerte y Noelia lo relacionó directamente con lo que yo le había contado de Silvana y el momento de dejarla ir, de evitar que me doliera tanto y pensar en que son etapas terminadas. El ermitaño salió a decirme que no hay amor ni pareja en este momento para mí porque me encierro y no quiero nada si es menor a mí o me detiene, que la persona "pareja" a mí va a llegar, ya dicen que se ve por ahí, exactamente de igual a igual después de que yo logre mi esplendor artístico.
Las tareas de psicomagia que me llevé para hacer tienen que ver con "cagarse" en el lugar que les demás planearon para mí, retomar la comunicación con mis hermanes, devolverle a mi padre y mi padre lo que me impusieron porque es de elles y no mío y despedir a mi prehermano abortado.
Apareció la emperatriz, la sacerdotiza, el cinco me acuerdo que Noe me dijo que "me perseguía" pero no me acuerdo qué quería decir, jaja, alto fallido. Es una pena no acordarse de todo lo hablado en cuatro horas pero me gusta que no sea algo definitivo ni fijado y que mi memoria pueda elaborar a su manera y seguir.
En los aspectos en que la otra vez había aparecido el enojo dos veces, ahora no apareció y sí, el encierro y la incomunicación por elección, por no imaginar algo placentero sino temer el tener que sujetarse a otre.
Me dieron ganas de hacer alguna terapia así. Un encuentro profesional que me permita sentirme apoyada y ayudada sin taladrar a hijes ni amigues.
En la pregunta, planteé algo muy puntual sobre mis novelas: Con cuál de las dos me convendría retomar. Me salió con La de la tía Inés porque aparecía un árbol (árbol genealógico de acá a la China) y que tendría un poco terapéutico. Así que me dieron muchas ganas de dejarme de joder y ponerme a terminarla.
No hay comentarios:
Publicar un comentario