lunes, 18 de noviembre de 2019

Nacer hombre

CULTURA //// 17.11.2019
Adela Zamudio, la poeta de Bolivia
Recordamos a Adela Zamudio, escritora y docente boliviana considerada una pionera del feminismo. Sus obras están incluidas entre las 200 que integran la valiosa Biblioteca del Bicentenario, impulsada por el ex vicepresidente Álvaro García Linera.
    Por Analía Ávila 

    Si alguna versos escribe.
    "De alguno esos versos son
    que ella sólo los suscribe"
    (permitidme que me asombre);
    si ese alguno no es poeta
    ¿por qué tal suposición?,
    porque es hombre
    Adela Zamudio

    El epígrafe de esta nota es un fragmento del poema “Nacer hombre” de 1887. Si pensamos no sólo en el año en que fue escrito sino también en el contexto de una Bolivia fuertemente colonial y patriarcal, podemos aproximarnos al pensamiento de vanguardia de su autora, Adela Zamudio.
    No es casual que desde 1980, cada 11 de octubre se celebre en Bolivia el Día de la Mujer Boliviana en homenaje al nacimiento de Zamudio (1854 - 1928), una de las escritoras más importantes del país hermano, considerada una precursora del feminismo. Adela fue una autodidacta que buscó lecturas para nutrirse en una época que las mujeres no tenían acceso a la formación intelectual.
    Poeta, ensayista, novelista, dramaturga, artista y docente, dirigió la primera escuela laica de Bolivia en La Paz y fundó en 1911 la primera escuela de pintura para mujeres. Adela trabajó durante toda su vida a favor de los derechos de la mujer y de su independencia social. Como una muestra de esta labor recordamos que en 1914 publicó la nota “Temas pedagógicos” donde manifestaba su indignación porque las jóvenes bolivianas, al llegar al tercer grado de la educación primaria, tenían que suspender su formación, ya que los programas educativos no contemplaban que accedieran a estudios superiores.
    La Obra reunida de Zamudio está incluida en la Biblioteca del Bicentenario de Bolivia, presentada en 2014 gracias al impulso del ex vicepresidente Álvaro García Linera, para celebrar los 200 años de la fundación de Bolivia a cumplirse en 2025. A cargo del Centro de Investigaciones Sociales (CIS) de la Vicepresidencia, se trata de un proyecto editorial para publicar “los 200 libros fundamentales para la comprensión del pasado y del presente del país”, según se expresa en su página web. No sólo se trata de reimprimir valiosas obras de historia, ciencia y arte que estaban agotadas, a precios accesibles para el pueblo, sino que también apunta a completar una asignatura pendiente: “la inserción en la educación primaria, secundaria y superior de un corpus rigurosamente seleccionado bajo criterios estrictamente académicos”.
    Desde lo literario la escritura de Adela conserva los rasgos del romanticismo de la época, pero lo trasciende y en algunos de sus textos se ubica cerca de las corrientes de vanguardia como el modernismo. Entre las obras más importantes mencionamos en poesía, Ensayos poéticos (1887) y Ráfagas (1903), su novela epistolar Íntimas (1913) y Cuentos breves (recopilación de 1943).
    Entre los poemas de Zamudio se destaca “Quo Vadis” de 1903, con el cuestionamiento a la hipocresía de la Iglesia, que vivía lejos de la humildad que pregonaba, y que escandalizó a la sociedad de su Cochabamba natal. A causa de este poema después fue excomulgada por el Papa. Compartimos este fragmento:

    Inclino ante Él mi rostro dolorido
    temblando de ternura y de temor,
    y exclamo con acento conmovido:
    ¿A dónde vas Señor?
    La Roma en que tus mártires supieron
    en horribles suplicios perecer
    es hoy lo que Los Césares quisieron:
    emporio de elegancia y de placer.
    Allí está Pedro. El pescador que un día
    predicó la pobreza y la humildad,
    cubierto de lujosa pedrería
    ostenta su poder y majestad.
    Para finalizar, o mejor dicho para generar el interés por indagar más en la obra y vida de la escritora, publicamos completo el poema “Nacer hombre” donde podemos entrever la influencia de las redondillas de Juana Inés de la Cruz, en sus denuncias de los privilegios masculinos.

    Nacer hombre
    Ella, ¡qué trabajos pasa
    por corregir la torpeza
    de su esposo!, y en la casa
    (permitidme que me asombre);
    tan inepto como fatuo
    sigue él siendo la cabeza,
    porque es hombre.
    Si alguna versos escribe.
    "De alguno esos versos son
    que ella sólo los suscribe"
    (permitidme que me asombre);
    si ese alguno no es poeta
    ¿por qué tal suposición?,
    porque es hombre.
    Una mujer superior
    en elecciones no vota
    y vota el pillo peor
    (permitidme que me asombre);
    con sólo saber firmar
    puede votar un idiota,
    porque es hombre.
    Él se abate y bebe o juega
    en un revés de la suerte,
    ella sufre, lucha y ruega
    (permitidme que me asombre);
    ella se llama "ser débil"
    y él se apellida "ser fuerte",
    porque es hombre.
    Ella debe perdonar
    si su esposo le es infiel
    mas él se puede vengar
    (permitidme que me asombre);
    en un caso semejante
    hasta puede matar él,
    porque es hombre.
    ¡Oh, mortal!
    ¡Oh mortal privilegiado
    que de perfecto y cabal
    gozas seguro renombre!,
    para ello ¿qué te ha bastado?
    Nacer hombre.


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    Yo cierro los ojos y veo tu cara
    que sonríe cómplice de amor...