http://www.revistaaltazor.cl/paula-irupe-salmoiraghi-2/
SELECCIÓN
PARA REVISTA ALTAZOR
NOVIEMBRE 2019.
Paula
Irupé Salmoiraghi
LAS
INOCENTES
1.
“Debo
matarte”, dijo el cazador
y
Blancanieves
sintió
en su garganta
el
filo del odio materno.
“Debo
matarte”, dijo
mientras
la reina
preparaba
la manzana envenenada
segura
de la cobardía del hombre
cuya
mano temblaba
alrededor
del cuchillo.
“Debo
matarte”, repitió alucinado.
Como
esperando que de la espesura
surgieran
de una vez los siete idiotas
que
debían ahorrarle la decisión.
¿Quizás
llegaran los pájaros?
¿O
harían algo
los
dulces conejos de orejas peluditas
que
se asomaban
detrás
de aquel tronco caído y luego huían?
¿Quién
debía salvar a la inocente?
Si
es verdad que la belleza
puede,
en algún caso,
ser
inocente.
2.
“Yo
no soy bella”, se defendió la caída.
La
que permanecía tumbada por el cazador
sobre
las hojas secas al pie de un aromo
en
medio del bosque deslumbrante.
“Yo
no soy bella”, dijo la que tenía
el
corazón como el corazón
de
un joven jabalí.
“Yo
no soy bella”, gritó, salvaje.
Y
el espejo, que había creído
dejar
atrás en el castillo,
le
respondió en el eco:
“Sí,
sí,
sí
que los sos”.
3.
¿Por
qué creerle
a
una superficie pulida y recortada
contra
un marco de oro repujado?
“Andá
a cagar”, dijo la reina
y
escupió
sobre
la mueca grandilocuente
del
cristal azogado que llevaba
días
y meses destruyendo
su
amor por Blancanieves.
4.
“¿No
vas a perseguirme
disfrazada
de pobre ancianita
hasta
la casita del bosque?”,
preguntaba
en sueños
la
recién llegada y los enanos
se
sentaban alrededor de la cama
para
saber
cómo
terminaba la historia.
“¿No
vas a envenenar con tu rencor
y
tus macabros conjuros
la
manzana más roja y más carnosa
que
puedas traer hasta mi ventana?”,
reclamaba
dormida o
en
delirio de vigilia que barre cuartos ajenos
la
princesa alejada del odio maternal.
“Nadie
ha preguntado hoy por vos”,
debía
repetirle siete veces al día
cada
uno de los siete enanos.
“Ninguna
vieja
con manzanas, ninguna
reina
de corazones, ninguna
maléfica
hechicera, ninguna
bestia
envidiosa con cuerpo de mujer madura”,
los
enanos
huían
a la mina para evitar la vigilancia continua
de
la puerta y las ventanas vacías.
5.
“Me
voy a casa de mamá”, le dijo un día
la
bella al enano perezoso
que
esa noche había dormido con ella.
“Los
dejo a todos. Ya no tendrán
que
recordar los turnos,
múltiplos
siempre de siete,
en
el orden de los días
que
le corresponden a cada uno
para
dormir entre mis piernas.
Me
voy.
Si
má no ha muerto
comeremos
juntas la manzana,
destriparemos
unos cuantos jabalíes,
quebraremos
en siete pedazos el espejo
y
nos cogeremos al unísono
al
cagón del cazador.”
CIGÜEÑA
Me
nombran y vienen
a
sus cabecitas heteropatriacales
imágenes
infantiles
de
bebés traídos de París.
Me
nombran y sólo piensan
en
mi función reproductora
y
en mi cuerpo emplumado
que
esconde la unión sexuada
de
los cuerpos transpirados
de
mamá y papá.
Harta
de los estereotipos
abro
mis alas y mi pico.
Enfilo
hacia la luna y miro
cómo
cae la caricatura de bebito
en
su pañal rosado o celestito.
NENÚFARES
Nenúfares,
nenúfares,
había
nenúfares
en
el estanque.
Flotaban
y
se desplazan
unidos
como rondas de gordas
lentas
y dormidas.
No
había apuro en la languidez
de
las hojas traslúcidas al mediodía,
opacas
al atardecer.
“Nenúfares”,
repetían los niños
que
se acercaban al estanque
cuando
las niñas
decían:
“Nenúfares”
y se quedaban
balanceando
sus piernitas rechonchas
dentro
del agua verde.
“Nenúfares”,
entonaban como si dijesen
“Duérmete
niño” o
“Estaba
la blanca paloma”.
“Nenúfares”,
comenzó a decir
el
eco entre las ramas.
Nenúfares.
Nenúfares.
Nenú
fares.
Fue
la palabra por el aire y volvió.
Entró
de un modo nuevo
en
la boca de las niñas,
de
las cuatro niñas tontas
que
no se levantaban del estanque,
que
abrieron muy grande la boca
y
volvieron a decir:
“Nenúfares”
y era
la
primera, la única vez
que
lo decían.
Paula Irupé Salmoiraghi. Nació en Buenos Aires en 1969.
Estudió el traductorado de francés y el profesorado en Lengua y literatura. Trabaja
como docente e investigadora cervantista en Letras, UBA. Ha publicado Mi tren monoplaza (Del Dock, 2010) y El cajón de las manzanas podridas (Baltasara
Editora, 2016). Escribe reseñas de ciencia-ficción para Revista Próxima y construye sus blogs Lunes por la madrugada, Paula Poeta, Dígame licenciada y Pórtico CF.
No hay comentarios:
Publicar un comentario