El super clásico beso Marica
Somos negros,
somos villeros,
somos del interior de Argentina,
somos pobres,
no somos el esteriotipo de cuerpo esbelto,
somos los rostros negados por la colonialidad,
SOMOS MARICAS, empoderadas y subalternas, alejadas del “clásico” gay estereotipado. Transitamos nuestra vida en los espacios y en la memoria que siempre son acallados por la heteronorma y la LGBTnorma.
Somos los que viven en un país donde el futbol es parte de nuestra identidad nacional. Desde niños nos han enseñado a amar el futbol y a ODIAR al equipo adversario. Nos han enseñado que el futbol es una cosa de hombres (de machos). Nos han enseñado que el que piensa distinto, el que tiene la casaca de color distinto es un blanco para la burla, el desprecio, los insultos, la pelea, el odio.
Nos han inculcado que ser argentino es llorar por una camiseta y no por la miseria humana que nos tocó vivir.
Hoy no lloramos por una final de la cual no somos parte, sino lloramos por todas las compañeras y compañeros que han sido expulsades de su casa por ser distintes. Lloramos por las que ya no están, porque las mataron, porque las desaparecieron, porque se fugaron a buscar mejor vida, por las que murieron enfermas sin atención médica.
Hoy en un mundo que nos expulsa y nos enseña a avergonzarnos, venimos a decirles a TODES que no tenemos miedo y que mientras ustedes están odiando al equipo contrario, nosotras MARICAS villeras y pueblerinas en un BESO solo venimos a ofrecer AMOR.
Un clásico argentino no es un BOCA Y RIVER, un clásico argentino es ver cómo nos estigmatizan, nos insultan, nos expulsan, nos odia, nos matan.
Somos negros,
somos villeros,
somos del interior de Argentina,
somos pobres,
no somos el esteriotipo de cuerpo esbelto,
somos los rostros negados por la colonialidad,
SOMOS MARICAS, empoderadas y subalternas, alejadas del “clásico” gay estereotipado. Transitamos nuestra vida en los espacios y en la memoria que siempre son acallados por la heteronorma y la LGBTnorma.
Somos los que viven en un país donde el futbol es parte de nuestra identidad nacional. Desde niños nos han enseñado a amar el futbol y a ODIAR al equipo adversario. Nos han enseñado que el futbol es una cosa de hombres (de machos). Nos han enseñado que el que piensa distinto, el que tiene la casaca de color distinto es un blanco para la burla, el desprecio, los insultos, la pelea, el odio.
Nos han inculcado que ser argentino es llorar por una camiseta y no por la miseria humana que nos tocó vivir.
Hoy no lloramos por una final de la cual no somos parte, sino lloramos por todas las compañeras y compañeros que han sido expulsades de su casa por ser distintes. Lloramos por las que ya no están, porque las mataron, porque las desaparecieron, porque se fugaron a buscar mejor vida, por las que murieron enfermas sin atención médica.
Hoy en un mundo que nos expulsa y nos enseña a avergonzarnos, venimos a decirles a TODES que no tenemos miedo y que mientras ustedes están odiando al equipo contrario, nosotras MARICAS villeras y pueblerinas en un BESO solo venimos a ofrecer AMOR.
Un clásico argentino no es un BOCA Y RIVER, un clásico argentino es ver cómo nos estigmatizan, nos insultan, nos expulsan, nos odia, nos matan.
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