jueves, 2 de julio de 2020

Todos mis días cuarentines están siendo una bola de genialidades pero hoy se zarpó

Me desperté sola, sin despertador tipo9. Hice fiaca hasta las 10. Me vestí con babuchas nuevas porque iba a conocer dos personas nuevas por videollamada y filmar cosita para alumnes. Baño, desayuno doble como siempre, limpiar estufa, prender estufa (primera vez que lo hago apurada y falló). A las 11 conocí a nueva profe de guitarra flamenca. Ejercicios nuevos de arpegios y marcaje por soleá (me deslumbra cómo cada profe empieza (y sigue) diferente). Anotar en cuadernito nuevo de Vasalissa. Volver a intentar estufa (éxito). Juntar hojas y ramitas secas en el fondo. Sacar foto de colcha tejida hasta ahora (la tercera, forma de chacana en azules y marrones). Filmé videíto de 5 segundos para mis alumnes de la 9 que la de educación física quería armar algo bajo el lema "Estamos en movimiento": primero pidió algo con pelotas, como no tengo pensé en hacer algo con otros objetos cotidianos, pero como ni mis babuchas geniales nuevas me sacaban lo torpe, decidí girar: girar la cámara. Y quedé divina. Enviar.
Tarta de jamón y queso. Tejer un rato delante de salamandra, mejor dicho, entre horno y salamandra porque mucho frío.
No comí porque ya son 14.50 y mi nuevo tallerista, Marcial Gala, me manda archivo comentado de las primeras tres páginas de mi novela. Me pongo a mirar eso. Me llama por wasap a las 15 como habíamos quedado. Sentimientos encontrados de "no voy a poder" mezclados con "este qué me dice" con "qué bueno poder explicarle a alguien que respeto y admiro lo que quiero hacer" con "no tengo ni puta idea cómo resolver esto" con "no seas gila y dejá de quejarte y ponete a laburar de novelista que te morís de ganas".

Wau. Todo un flash. Ahí no más, tipo 4 de la tarde podría haber terminado jornada memorable. Y me rebota en la cabeza todavía que Marcial dice que va a ir mandándome comentarios de lo que siga leyendo (le envié las 70 páginas que tengo de novela en último borrador).
Pero seguimos acá: les conté a las conchu toda la experiencia y contarlo me hace entenderlo y dejar de contradecirme a mí misma. Más leña al fuego, literal y metafóricamente hablando. Clase de baile con Maca de 18.30 a 19.30. No estiré todavía, no me duché todavía. Puse fruta en agua para hacer compota. Reinicié compu que empezó a hacer ruido de explosión, dice mijito que es la placa de sonido que muy viejita. Ahora blogueo, para no aburrirme, vio?

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...