Creí que podía volver a amar a Gustavo, pero no puedo. También creí que podíamos ser una pareja de ancianos felices ya que no pudimos ser pareja a los 20 ni a los 30. Creí que podía perdonarlo y empezar de nuevo o resignificar todo lo que me hizo tanto daño. Pero él dice "me perdí toda la infancia de mis hijos" y yo siento culpa un rato y al otro rato lo odio: Mis hijos e hija no tuvieron padre y yo no tuve compañero, pelotudo, ¿eso te da para hacerte la víctima?
Tampoco es que él esté pidiéndome perdón muy creiblemente sino que se dedica a reforzar sus pelotudeces a diario e intenta hacerme creer que sus errores y cobardías fueron de los dos o problemas de pareja o idioteces por el estilo que ni me esfuerzo ya en entender.
Así que este fin de año lo estuve esquivando olimpícamente a ver si se estabiliza en mí su imagen de personaje de mis poemas y dejo de buscarlo, de conformarme o de detestarlo demasiado energéticamente.
Ayer miraba "Diarios de vampiros" que es tan melosamente pedorra y pensaba qué efectos dicen que ha causado en nosotres el amor romántico y sus modelos pegajosos. Pero yo no tuve educación sentimental, yo crecí viendo y escuchando por línea materna que el amor es una cagada o no existe y veo a Damon decirle tantas veces y de tantas formas su amor a Elena que me digo que quizás sí exista y quizás yo sí me merezca alguien que sepa decirlo con palabras y cuerpas y vida completa.
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