Los jóvenes y las mujeres, ésos no tienen prisa. Pueden escuchar. Pero un hombre de mediana edad como su pa o su tío, ésos no pueden ya. No tienen tiempo. Están demasiado ocupados con los hechos. Procure no olvidarlo; algún día puede serle útil. Si necesita hacer alguna vez algo que se salga de lo normal, no pierda el tiempo con los hombres; procure que le ayuden las mujeres y los niños.
William Faulkner. Intruso en el polvo.
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