Fuimos al Teatro del pueblo a ver "Olvidate del matadero", excelente unipersonal que empezó tranqui y terminó emocionándome mucho con la suma de violencia entre la sangre, la carne, la lectura, el niño degollado y ese personaje que lee y no entiende o que entiende todo y se da cuenta de la manipulación de " Don Esteban". Muy geniales las referencias a las desviaciones que sufre una historia según quién la cuenta o a lo que pasó "realmente" con el unitario. Importante haber leído el cuento de Echeverría.
Y en el barcito de enfrente del teatro, además de la birra y la limonada riquísimas, nos clavamos unas empanadas exóticas que ya quiero ir a repetir: había tres gustos: uno de salchicha ahumada y morrón que probé yo y me encantó, otro de pollo y salsa al verdeo que probaron las chicas y tb, y nos faltó degustar el de hongos y berenjenas.
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