Jimena Néspolo fue profe mía en Puán durante un solo cuatrimestre: uno de los 16 seminarios que cursé con amor y entusiasmo pero no presenté trabajo final de colgada no más. Desde el primer encuentro se me apareció como alguien conflictivo y deslumbrante, deslumbrante por lo conflictiva, conflictiva por lo deslumbrante: desde cosas administrativas como el tamaño del aula o la modalidad horaria hasta no querer explicarle nada a una alumna que le preguntó a qué se refería cuando decía que la relación con la literatura era "amorosa". A mí me conquistó desde el momento cero.
Sus clases fueron tesoros guardados uno a uno por mí, sus lecturas anotadas para retomar durante toda la vida. Busqué sus libros de crítica y de poesía, la fui a ver leer en Eterna Cadencia y algún otro lado, le prometí hipótesis locas y las escribí aunque nunca llegué a las instancias formales.
De esto hará como seis años y sigo atendiendo a sus recomendaciones y movimientos amorosos. Mañana presenta a una escritora que no conozco pero, obviamente, ya puse en mi lista: Josefina Plá
Miren acá conmigo:
https://issuu.com/bocadesapo/docs/bocadesapo10/72?fbclid=IwAR3fQfgaNdJjTjDJv_IUpRJv-SS7JJZ0x88PypJXKQss2K0KKdmT5tJGAUU
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