She-Ra y las princesas del poder
El pasado mes de noviembre, Netflix estrenó She-Ra y las princesas del poder (título en inglés: She-Ra and the princesses of power), un remake de la serie de animación de los ochenta She-Ra: La princesa del poder (She-Ra: The princess of the Power). A la cabeza de la serie está Noelle Stevenson, conocida principalmente por los cómics Nimonay Leñadoras.
Como no podía ser de otra manera, la serie fue objeto de polémica en redes sociales cuando se mostró la primera imagen de la protagonista. Algunos tuiteros, incapaces de aceptar que esta serie de animación sobre chicas mágicas no estaba hecha para complacerlos a ellos, protestaron por el rediseño, y una de las quejas más sonadas fue que She-Ra parecía un chico. Cuando la serie fue emitida, hubo nuevas críticas; por ejemplo, que uno de los personajes principales, Spinnerella, tenía un cuerpo no normativo o que la serie quiere adoctrinar a los niños.
Ignorando la evidentemente misógina de estas críticas, sí que hay obvias diferencias entre la nueva She-Ra y la antigua, pero partamos de la idea de que esto no es obra del malvado lobby feminista que quiere destruir a los hombres y arrebatarles su sagrado derecho a ver solo señoras sexys, sino de que han nacido en épocas diferentes.
She-Ra: La princesa del Poder se estrenó en 1985 como un spin-off de He-Man y los amos del universo. En esta serie,He-Man viaja al mundo de Eteria, oprimido por el villano Hordak, al mando de su ejército llamado la Horda. Allí conoce a Adora, capitana de la Horda, que resulta ser la melliza desaparecida de He-Man y que comparte sus poderes: con la Espada de Protección, Adora se transformaba en She-Ra y decide permanecer en Eteria para liderar la rebelión contra Hordak.
Aunque no he visto ninguna de estas dos series de animación, es fácil encontrar muchos comentarios positivos sobre ambas. A pesar de su fama de ser creadas para vender juguetes, He-Man y She-Ra se esforzaban en enseñar valores positivos a los espectadores. Su creador, Lou Scheimer, mostró durante toda su trayectoria un interés activo en que sus series de animación transmitieran un mensaje. Además, She-Ra fue toda una anomalía en su época: una serie de animación sobre una mujer guerrera que luchaba contra las fuerzas del mal como cualquier héroe masculino.
A pesar de esto, visto desde nuestra perspectiva actual, la serie tenía muchos problemas; entre los más destacados, la falta de representación racial y LGTB+ y que todos los personajes femeninos respondían a un modelo normativo y a un estricto ideal de belleza.
Resultaría bastante fácil caer en las comparaciones y criticar la antigua serie, pero eso sería injusto. She-Ra: La princesa del poder fue importante en su época, ofreció a las niñas un modelo de mujer guerrera que rompió las expectativas sobre la animación dirigida al público femenino y sin ella no sería posible que existiera el remake. Las antiguas series de animación, a pesar de sus carencias, son las que han inspirado a una nueva generación de creadores.
La protagonista de She-Ra y las princesas del poder es Adora, una huérfana que, junto con su amiga Gatia (Catra), ha sido criada por la bruja Tejesombras (Shadow Weaver) y entrenada como soldado de la Horda. Al comienzo de la serie, Adora cree que la Horda busca liberar a Eteria de la tiranía de las princesas, para lo cual deben derrotar a la rebelión. Pero tras conocer a la princesa Destello (Glimmer) y su amigo Arco (Bow), descubre que el verdadero objetivo de lord Hordak es conquistar Eteria. Adora encuentra la Espada de Protección y se convierte en She-Ra, la protectora de Eteria, tras lo cual se une a la rebelión, lo que supone dejar atrás su antigua vida y a Gatia, que se convierte en una de sus principales némesis.
La primera temporada constituye principalmente una introducción para la trama y presenta a los personajes principales. Por un lado, Adora, Destello y Arco se embarcan en la misión de volver a formar la alianza de princesas, para lo cual deben buscarlas y convencerlas de que se unan a la rebelión. Por otro lado, Adora tiene que adaptarse a su nuevo papel como She-Ra y enfrentarse a la amenaza de la Horda y a los intentos de Tejesombras y Gatia por traerla de vuelta.
En la serie hay un variado elenco de personajes recurrentes, entre los que destacan los siguientes:
Adora es un personaje con fuertes valores morales y un gran sentido del deber. También es una luchadora muy hábil, lo que contrasta con su ignorancia casi infantil sobre convenciones sociales, fruto de haber crecido aislada de la vida fuera de la Horda. A pesar de sus habilidades, el drástico cambio de vida que sufre al comienzo de la serie hace que tengaproblemas para adaptarse a su nuevo papel como protectora de Eteria.
Destello es la princesa de Luna Brillante y posee el poder de la teletransportación. Tiene un carácter fuerte y rebelde, con tendencia a lanzarse de cabeza al peligro, lo que la lleva a desafiar constantemente a su madre, la reina Angela. A pesar de esto, Destello muestra muchas inseguridades y sufre para intentar estar a la altura de su madre.
Arco es el mejor amigo de Destello y, como su nombre indica, su arma es un arco. Es optimista, siempre parece emocionado por todo y es el principal apoyo moral de sus amigas.
Entre los personajes secundarios recurrentes encontramos al resto de princesas: Flora (Perfuma), una joven alegre y pacifista; Sirénida (Mermista), que presenta una fachada apática e indiferente; Tecnia (Entrapta), apasionada de la tecnología con una carácter bastante infantil y nulas habilidades sociales; Escarcha (Frosta), que a pesar de ser la más joven, tiene un carácter serio y estricto; y por último Reda (Netossa) y Girela (Spinnerella), de las que no se conoce mucho a pesar de que, junto a Destello, son las únicas princesas que pertenecen a la rebelión desde el comienzo de la serie. Otro aliado de las protagonistas es Halcón de mar (Sea Hawk), un marinero charlatán que adora las aventuras.
En el bando de los villanos también hay personajes muy interesantes. Hordak es el prototipo de líder despiadado que por el momento se mantiene apartado del conflicto principal, pero cada vez que aparece inspira terror a sus subordinados. Tejesombras es una hechicera que ha criado a Adora y a Gatia, a las que ha manipulado desde niñas. Mientras que Tejesombras muestra una clara predilección por Adora, desprecia a Gatia pero se ve obligada a utilizarla para intentar traer de vuelta a Adora.
Gatia al comienzo de la serie tiene una fuerte relación con Adora y es bastante más crítica que ella con Tejesombras y con el funcionamiento de la Horda, pero se niega a seguir a Adora cuando esta le pide que se una a la rebelión con ella. Es ambiciosa y astuta, por lo que se convierte en una importante enemiga para los protagonistas.
Escorpia (Scorpia) es una capitana de la Horda elegida por Tejesombras para ayudar a Gatia a recuperar a Adora. A pesar de su apariencia imponente y de su agresividad en combate, es un personaje dulce y cariñoso que desde el principio busca hacerse amiga de Gatia.
Uno de los aspectos más interesantes sobre los personajes es la gran diversidad que se puede encontrar. No es raro que Netflix haga cambios en sus remakes de series antiguas para adaptarlas a un público más exigente con la diversidad. En Voltron: El defensor legendario, varios personajes principales blancos fueron racializados; y tanto enVoltron como en Caballeros del Zodiaco, cambiaron de sexo y género a un miembro del grupo de hombres cis protagonistas.
Frente a la homogeneidad de la serie original, muchos personajes principales han sido rediseñados para que haya unadiversidad racial y distintos tipos de cuerpos. Hay personajes con cuerpos bastante normativos, como Adora y Flora, pero también mujeres gordas como Destello y Girela, o grandes y musculosas, como Escorpia. En el rediseño de los trajes destacan dos cosas: que están bastante personalizados, lo que contribuye a definir la personalidad de los personajes, y que están pensando para ser mucho más cómodos en batalla que los de la serie original. Además, por mucho que a algunos les moleste la ausencia de escotes y minifaldas, es bastante positivo que se haya evitado sexualizar a un elenco de personajes compuesto en su mayoría por adolescentes.
Otro punto del que se ha hablado mucho sobre She-Ra es la representación LGTB+. Lamentablemente, mentiría si dijera que en esta primera temporada aparecen personajes explícitamente LGTB+. Aunque se da a entender que Girela y Reda son pareja y se pueden intuir sentimientos románticos o atracción entre personajes del mismo género (en especial en el capítulo del baile de princesas), nada de esto es confirmado o mostrado explícitamente. Esto no quisiere decir que no vaya a haber representación más adelante; los comentarios de Noelle Stevenson defendiendo la presencia de personaje LGTB+ en series infantiles dan esperanza a los fans de poder ver representación explícita en las próximas temporadas.
She-Ra y las princesas del poder es una de esas series que ojalá hubiera visto de pequeña, aunque la he disfrutado como una niña. La serie ofrece entretenidas aventuras mágicas en un mundo que mezcla fantasía y ciencia ficción, donde el conflicto es la clásica lucha de una pequeña rebelión contra un gran ejercito malvado, con unos héroes y villanos que siguen esquemas tradicionales, pero sin ser totalmente maniqueos. Los personajes son todos maravillosos y son fáciles de querer. Como suele ser habitual en series infantiles, todas tienen una personalidad muy delimitada que sigue los esquemas habituales en este tipo de historias, lo que las hace más fáciles de comprender para los niños; pero esto no quiere decir que los personajes no resulten interesantes. Casi todos los personajes principales presentan claros defectos relevantes para la trama y experimentan algún tipo de evolución a lo largo de la temporada.
La gran diversidad de personalidades y diseños crea un amplio abanico para que los espectadores se puedan identificar con ellos. Uno de los principales aciertos de la serie es preocuparse no solo de crear héroes complejos que tienen defectos y cometen errores, sino también mostrar el punto de vista de los villanos y hacer a algunos de ellos merecedores del cariño de los espectadores.
Las relaciones entre los personajes también son interesantes, especialmente la de Adora y Gatia. Siguiendo el tropofriends to enemies, al comienzo de la serie las dos muestran un vínculo muy fuerte a pesar de ser muy distintas, y a lo largo de la temporada ambas se ven afectadas por la separación. Gatia quiere que su amiga vuelva a casa, pero no perdona que la abandonara, y Adora no entiende por qué Gatia no se une a ella. Conforme avanzan los capítulos, esta dinámica evoluciona y también salen a la luz aspectos más negativos de su relación.
Otras relaciones en la serie son mucho más positivas. Por ejemplo, Adora, Destello y Arco se apoyan a lo largo de todos los conflictos de la serie y contribuyen positivamente en la evolución de Adora. La dinámica de las relaciones entre las princesas, aunque menos explorada en esta temporada, resulta muy divertida y disfrutable gracias a sus diferentes personalidades.
Como su predecesora, She-Ra y las princesas del poder intenta transmitir una serie de valores a los espectadores más jóvenes, especialmente valores sobre la justicia, la responsabilidad y la importancia de la amistad y la unión. Al comienzo de la serie se muestra una rebelión fragmentada y cada princesa se preocupa solo de proteger a su propio reino; la tarea de She-Ra es convencerlas de que deben unirse para luchar contra un enemigo común. Adora, por su parte, se enfrenta al miedo que supone dejar atrás la seguridad de la Horda y liderar la rebelión como She-Ra, pero especialmente le afecta haber perdido a su mejor amiga en el camino. Todo esto lleva a un importante mensaje sobrehacer lo correcto aunque sea difícil y suponga sacrificios.
She-Ra es también una serie bastante feminista, y un gran acierto es que no se dedica a mostrar situaciones de injusticia que los personajes femeninos deban enfrentar continuamente, sino que crea un mundo donde abundan mujeres en posiciones de poder, mujeres con personalidades y roles muy diferentes que sustentan el peso de la historia. Además de esto, todos los personajes masculinos las respetan y las tratan como iguales, de la misma forma que esperarías que trataran a otro personaje masculino. Esto se complementa con que muchos de esos personajes son racializados, tienen cuerpos no normativos y pueden ser más o menos femeninas sin convertirse en estereotipos ni ser objeto de burla.
En definitiva, She-Ra y las princesas del poder es la serie que tenéis que ver si queréis disfrutar de una historia positiva y optimista. Aunque a alguien pueda parecerle demasiado infantil, Eteria es un buen lugar para descansar cuando el mundo real parece demasiado oscuro.
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