Voy a cuidar a Mile a su casa y ponemos videítos. Ella pide Paw Patrol, Superhéroes en pillamas o esos patéticos de publicidades escondidas donde manos humanas de humanos invisibles hacen jugar a bebés Nenuco y abrir miles de regalos y sorpresitas consumistas.
Yo le digo que Superhéroes en pillamas no me gusta porque hace mucho ruido, gritan mucho. (Ella se lo acuerda apenas se lo digo una vez y argumenta que no, que tanto ruido no hacen). Le propongo ver videos de flamenco o los pongo sin permiso cuando les xadres indican "sin tele" cuando no come bien.
Algunas veces pactamos algo intermedio, algo que nos guste a las dos: Masha y el oso, siempre o alguna peli.
Ayer, contra su voluntad, le puse una serie de videos sobre leyendas de Chile. A mí me encantó: una madre fotógrafa recorriendo el país en camping, dos hijes y un abuelo que cuenta historias. Ella decía no me gusta no me gusta durante las primeras tres pero miraba y seguía mirando. Al rato ya se había enganchado. Al rato se empezaron a repetir y ella tenía reclaro que ya habíamos visto esa historia y, en la segunda vuelta no más, ya sabía y esperaba contenta lo que iba a suceder.
Qué importante que me siento seleccionando arte y literatura hogareños.
La serie se llama "Cuenta la leyenda" y la hace el Consejo nacional de televisión (deduzco que de Chile)
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