No me enteré del desafío feisbukero que nombra Selva Almada en el texto que te puse en la entrada anterior pero sé que si sacara de mis estantes todos los libros escritos por hombres mis nobibliotecas NO quedarían vacías.
Porque reconozco lo que dice Selva sobre nuestra formación con escritores canónicos pero también anoto que mis primeras lecturas fueron (además de Verne y Salgari) Luisa M. Alcott, Juana de Ibarbourou con su Chico Carlo, Alfonsina Storni, Gabriela Mistral y Simone de Beauvoir (sí, mi vieja, a la que durante tiempo llamé machista, me dio a leer a los 10 años Todos los hombres son mortales, que, entre paréntesis, debería releer ahora). Por no hablar de todos los cuentos de hadas y de La Alhambra que leí y releí mil veces y considero de transmisión femenina aunque los compiladores sean varones.
Y luego siguieron Alejandra Pizarnik y Torres Molina, Silvina Ocampo mientras Borges y Cortázar, Ana María Shúa, Úrsula K. Lewin y Angélica Gorodischer y Ema Woolf y Graciela Montes. Claro que Marechal y Sábato, claro que Castillo y Gelman, pero no necesité llegar al 2010 ni a nuestra bella cuarta ola de feminismo para saber que ser escritora es ser escritora, no escritor. Graciadió.
No hay comentarios:
Publicar un comentario