jueves, 23 de diciembre de 2021

Buscando Agua dulce

 

La editorial consonni ha publicado, este año de 2021, la novela “Agua dulce”, de Akwaeke Emezi, con traducción de Arrate Hidalgo e ilustración de portada de Ana Galvañ. Akwaeke Emezi, nacide en 1987, es une escritore y artista visual no binarie, nigeriane, de padre nigeriano igbo y madre india tamil.
El título original del libro es “Freshwater” y apareció por primera vez en 2018. La historia tiene como protagonista a una niña, Ada, y nos narra su infancia y juventud, hablándonos de su familia, sus estudios, su sexualidad y sus vivencias en general. Vivencias muy singulares, porque Ada tiene un yo fracturado, múltiple, a causa de que en ella se encarnan determinadas entidades “ogbanje”, propias de la mitología/cosmología/creencias de la etnia igbo. Son espíritus considerados malignos que parece que pueden ocupar el cuerpo de las criaturas recién nacidas, pero que, en un determinado momento, lo abandonan, salvo que ocurra algo que se lo impida… como sucede en este caso.
He leído la novela atentamente y me ha interesado mucho, aunque me resulta difícil decir si me ha gustado o no. Es inquietante y perturbadora, extraña, diferente. Me pregunto, dado mi interés por los géneros literarios, a los que no considero simples etiquetas, sino también formas de ver la realidad, cómo podríamos entender esta obra: si como perteneciente a la literatura fantástica (porque cuestiona nuestras certezas sobre lo real y nos plantea la existencia de lo imposible e inexplicable, con elementos terroríficos), o como realismo mágico (toda la historia se ubica en un espacio y tiempo conocidos, la parte real tiene gran importancia, pero los elementos sobrenaturales invaden esa realidad). En todo caso estamos ante creencias propias de culturas no occidentales, que me gusta conocer.
La lectura me ha suscitado asimismo muchas preguntas sobre la posibilidad de entender la “locura” como una presencia, en el interior de la persona, de unos espíritus ajenos que llegan a dominarla. Se esboza también la cuestión trans. Creo que es un libro para debatir y esta es la vía que dejo abierta.

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Lunes por la madrugada...

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que sonríe cómplice de amor...