lunes, 31 de diciembre de 2018
Vapores en La Herrería
Verla a la Euge y a tanta gente amiga laburar su arte en un espacio como La Herrería siempre me emociona y me desborda de creatividad. Esta vez era la muestra del taller anual del Seba Ricci y se armaron cuatro escenas hilvanadas sutilmente para unir momentos de la historia del teatro argentino. Extrañé que el dire ampliara en la presentación los rasgos de cada tipo teatral que laburaron porque me parece que yo disfruté la puesta mucho más porque conocía los textos y momentos literarios. Igual creo que todo el mundo lo disfrutó. Hubo una primera escenas de Juan Moreyra (Circo criollo), luego El conventillo de la Paloma (sainete), Mateo (grotesco) y una escena final tan tan genial que me moría por saber de quién era mientras no la reconocía más que como teatro del absurdo. Claro, Pavlovksky.
Las cuerpas y las voces se modificaban tanto de escena a escena que no quedó más remedio que someterse a la magia de les personajes vivos y reviviendo a través de todes nosotres.
Me dieron ganas de hacer un taller de lectura de textos dramáticos, de hablarle a esta gente talentosa de Mariano Saba y su Trilogía Amateur que también juega con los géneros teatrales. Me dieron muchas ganas de hacer cosas con la literatura que ya no puedo hacer en las escuelas pero veo posibles en otros ámbitos cercanos y propicios.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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