Anoche soñé que iba a una casa que yo tenía posibilidades de comprar y la gente que vivía ahí se estaba mudando. Yo me ponía contenta porque era buena gente y se veía que lloraban al despedirse de las paredes escritas por niñes que ya eran grandes pero elles eran felices guardando sus cosas y yo sentía mucho orgullo de poder vivir en ese lugar con tan buenas historias. La casa tenía sótano y alguien de la familia me llevaba a visitarlo. Entrábamos como en una cueva subterránea y salíamos a una torre muy alta como dentro de una montaña que era toda una biblioteca. El paraíso según Borges.
Después me desperté porque me había indispuesto. Fui al baño y como me dolían hasta las pestañas y no tenía clases me volví a la cama y dormí hasta la una y media del mediodía. Se ve que era sueño más liviano porque me acuerdo tres diferentes: en uno me peleaba con Magdalena pero no sé más, en otro Rafael había sacado el termo de la cocina y estaba rompiendo toda la pared para arreglarlo y en otro estábamos en la facultad con unx amigue y el aula era como las de las películas en forma de anfiteatro pero en vez de sillas había sillones decadentes como los míos. Daba clase una vieja loca que tuve en el profesorado y todo me sonaba medio a Harry Potter. Mi amigue se me dormía encima del hombro y me franeleaba medio que yo me preguntaba ¿y a éstx qué le picó? Era yo entonces la que le encajaba un beso y mi amigue me decía: "Qué suerte que te avivaste porque yo nunca me hubiera animado."
No hay comentarios:
Publicar un comentario