Escrita y dirigida por Rithy Panh, La imagen ausente (The missing picture, Francia-Camboya, 2013) es el recurso que el realizador encontró para exorcizar una vez más los demonios de su infancia vivida en la década de los setenta, en su natal Camboya. Un trabajo con el que puso imágenes a los horrores que se vivieron bajo el régimen de los Jemeres Rojos, partido político que gobernó la llamada Kampuchea Democrática y que resultó en un genocidio, del cual no existe casi ningún testimonio visual.

Este documental se exhibe nuevamente en México, en el marco del 34 Foro Internacional de la Cineteca Nacional hasta el 19 de julio, luego de su paso por el pasado festival Ambulante. El material se estrenó a nivel mundial en mayo de 2013 en el Festival Internacional de Cine de Cannes, Francia, donde se alzó con el premio Una Cierta Mirada y durante el mismo año fue el filme representante de Camboya en la carrera por el Oscar a Mejor Película Extranjera.

Es un material donde se amalgaman la animación, las imágenes de archivo, las fotografías y los fragmentos de noticieros existentes de la época. Con este trabajo el cineasta camboyano se sumerge en lo más profundo de sus recuerdos, todos tristes, melancólicos y ataviados por el horror que vivió en carne propia, cuando tenía sólo 13 años y perdió a su padre, y posteriormente a toda su familia.

Con diminutas figuras de barro, el cineasta recrea la vida de antes, durante y después del régimen. Y los escenarios son pequeños dioramas que representan todos los aspectos de la vida de entonces. Los colores de antes del régimen recrean los pocos recuerdos alegres del realizador y, poco a poco, éstos se tornan grises y monocromáticos, como las ropas, los paisajes y las miradas de los miles de ciudadanos que fueron esclavizados en los campos de arroz.

De este modo, Rithy Panh una vez más retoma el tema que es una constante en su filmografía: la desolación, el sufrimiento, las guerras y la matanza a manos de los jemeres rojos, como lo hiciera anteriormente en filmes como Site 2 (1989), Neak sre (Rice people, 1994) y S-21, la machine de mort Khmère rouge (S-21: La máquina roja de matar, 2002), entre otros.  

A través de la voz en off del actor Randal Douc se narran las secuencias que presenta el metraje y partir de la mezcla entre la realidad y la animación el filme da cuenta de los recuerdos del director, los cuales escribió el mismo Panh en colaboración con el escritor francés Christophe Bataille.

Decenas de personajes y figurillas de arcilla, elaborados por el escultor Sarith Mang, dan vida a los personajes de la historia, desde los ejércitos hasta la familia del autor. Fueron recreados todos los aspectos sociales, fauna y flora, para que el metraje resultara arriesgado, pero efectivo. Estas estatuillas evocan el sufrimiento, el dolor, el hambre. Sus rostros no necesitan el movimiento para contagiarnos la desesperación que vivieron millones de camboyanos al ser obligados a vivir en la pobreza extrema.

El realizador ha reconocido que el nombre de La imagen ausente es precisamente porque a todos los recuerdos de su infancia le faltaba el valor de la imagen que lo comprobara. Por eso decidió mezclar su visión con la que se exponía en la televisión durante el régimen, la cual presentaba una imagen totalmente distinta de la realidad.

El filme se exhibe hasta el 19 de julio en la Cineteca Nacional y posteriormente en el circuito tradicional de proyección del 34 Foro Internacional. Los horarios y carteleras se pueden consultar en http://www.cinetecanacional.net/micrositios/foro34/

Información: NAM