jueves, 1 de octubre de 2015
Frankie y Alice
Qué actriz genial, qué cuerpo en el cabaret y en la camilla del loquero tratando de sacar a la luz sus tres personalidades contradictorias, enemigas adentro de una. Impresionante el momento en que, corporalmente, solamente el psicólogo varón tardó tanto en darse cuenta qué era lo que venía, digo, el momento en que ella representa el momento máximo de su trauma. Buena historia y buena resolución. Conclusión: paciencia, aceptación, perdón.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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