Dice en feis Mariana Docampo
Este libro divino fue publicado el año pasado por Editorial Bajo la Luna: "Los árboles caídos también son el bosque" de Alejandra Kamiya. Por recomendación directa de Miguel Balaguer llegaron a mí estos relatos hermosos y perfectos, de serena poesía y reflexión profunda que son una clara muestra de la vitalidad de la literatura argentina contemporánea, en este caso, por caminos muy nobles y discretos. La recomiendo fervientemente, es un libro absolutamente inusual.
"Entré a casa y me senté. Cuando mi cartera se apoyó en el sillón, la correa se deslizó por mi hombro, y cayó lentamente y en silencio sobre el fondo azul de los almohadones. No sé cuánto tiempo estuve así. Fue como estar sentada a la orilla de un río. Y como si el agua hubiera traído un tronco, ese tiempo trajo la idea de estar a oscuras. Me aferré a la idea. Bajé las persianas, cerré las cortinas, apagué las luces.
La oscuridad nunca es perfecta. La luz es su defecto.
Vendé mis ojos con un pañuelo negro y recordé: "Debajo del párpado el ojo sigue abierto".
Fragmento de "La oscuridad es una intemperie", Alejandra Kamiya
La oscuridad nunca es perfecta. La luz es su defecto.
Vendé mis ojos con un pañuelo negro y recordé: "Debajo del párpado el ojo sigue abierto".
Fragmento de "La oscuridad es una intemperie", Alejandra Kamiya
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