jueves, 21 de enero de 2016

Hombre con higos y conejo

A la alusión de este título a algún tipo de naturaleza muerta se la dejan a mi psicoloca. Mi imagen es algo más cercano al objeto mágico, a la reunión inesperada y surrealista de estos "elementos" en la puerta de mi casa.
Seguimos con la línea de "¿Rafa está?" pero con algún "Dejalo si está durmiendo" y situaciones confusas con "traje al conejo porque estuvo todo el día solo" o "¿Tenés una lechuga?" (para el conejo) sumado a "¿Y ese vino que dijiste que tenías?" y "Traje algo pero me olvidé de bajarlo del auto", seguido de nuestra ida hasta el auto mientras Rafa juega con el conejo (Harry pero no Potter ni Sucio sino no sé qué músico de no sé qué banda) y entrega de tres higos maduros de la higuera de su casa de la cual mijita hizo esqueje que está ya acá en proceso de dar frutos.
Y yo que estuve todo el día pensando si estaba pensando en él, esperando no esperarlo porque dijo que "por ahí" venía y aliviada de que se hicieran las 7 y él sin caer y yo sin prestarle atención yéndome a Percusión en La Fonola. Pero cae tipo 22.30 con que "se tomó franco" (me gustan las sorpresas, tengo que dejarme sorprender y no sentir que estoy debiendo algo porque no hago nada).
Rafa propuso ver una peli en mi pieza y nos salvó del cómo sigue esto. Pero cuando ya estaba todo acomodado lo llamaron de la agencia y rajó. Juro que no me costó mucho evitarme a mí misma la repetición del mensajito invitadorpara más tarde o para esta mañana o incluso del mensajito explicador de cosas que dijo Rafa y Gustavo me preguntó a qué podían relacionarse. Me vi una peli sola, me dormí sola y fui feliz de despertarme sola. Ahora ando entre el deseo y el miedo.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...