jueves, 12 de enero de 2017
Moby Dick
Creí que era una serie pero no, dos partes no más. Muy buenas las imágenes de mar, marinos y barco. Muy buena la ballena y la locura que produce en cada personaje como un telón de fondo que se va comiendo toda la escena. Ismael, el Capitán Ahab, Queequeg, Starbuck, cada uno con su propia locura y mirando a los otros como si la locura fuera ajena. Incluso el grumete tan niño (¿cuál era su nombre?) y su final. Todo un mundo de masculinidad fuera de quicio, de tiempo fuera del mundo cotidiano, de olvido del trabajo, del objetivo, de la esposa y del hijo, de la vida individual, de todo menos de ese animal blanco que se ha transformado en monstruo. "Yo también volvería si colgaran a mi esposa de un gancho", dice Ahab, pero el ballena vuelve y el hombre, no.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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