Retomé otra maravilla que tenía postergada: Jonathan Strange y el señor Norrell. Es tan tan tan genial la construcción de esa Inglaterra con magia pero en un registro realista tan perfecto que te hace dudar todo el tiempo: parece que estás leyendo a Conan Doyle o a Stevenson y el remate humorístico de la escena te descoloca, la sonrisa que se escapa por el costadito de la boca te hace amar cada ridícula situación "típicamente inglesa".
Acabo de terminar la página en la que el señor Norrel se desespera porque tiene que prestarle 40 títulos de su biblioteca a su discípulo el Sr Strange para ir a ayudar al ejército en la guerra contra los franceses: impresionante!!! Y también el modo en que la magia NO funciona para todo lo que los soldados quieren y cómo el Sr Strange debe acostumbrarse al trato con los oficiales. Muy muy muy original.
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