viernes, 18 de diciembre de 2015

Y alimento a un enorme cuervo como un ladrillo abierto en la pared

TRES POEMAS DE ANA MARÍA FALCONÍ


POETA
No tengo un busto de Palas para esperarte

Oh poeta tenebroso

Mis pensamientos hacen temblar la ventana de mi cuarto

Cuando el viento llega en el momento justo

Y alimento a un enorme cuervo como un ladrillo abierto en la pared


Te hablo indiscriminadamente mientras sangro maldigo cada conversación

Insulsa

Y siempre cada noche

El tiempo me encuentra desnuda llena de plumas negras


Disecciono alas hasta la saciedad

Cuento uno a uno cada hueso Cada punto de inflexión

Solo para encontrar tu secreto


Cuervo

Cuervo

Cuervo


No habrá bálsamo en Galaad

Que me sane de tanta blancura.



RÉQUIEM II

Desde los postes hablan sin voz los gallinazos. Sus cuerpos encorvados entran al cielo sin palabra. Leo lo que dicen como un libro. El crepúsculo se hace difícil cuando no están.

Un ejército de golondrinas levanta vuelo. Entonces en la corteza desprendida de un sauce te mando un mensaje por el río.

Sigo su curso arrastrando las ramas erizadas de la orilla. Mi cuerpo se inclina buscando un destino o una piedra. Paralelo a ese bosque, el bosque arrastra otro bosque. En un árbol misterioso encuentro una palabra tuya: Tesoro.

Luego miro los postes vacíos, el cielo pálido y sin aliento, y un presagio sin forma cae sobre mí

-Me mataste-te digo, me digo- Los pájaros ya no enviarán señales.



ÚLTIMA PARADA 
No quise dejarte

Esperándome en el bus

Mientras el sueño seguía

Y avanzaban mis pies por el polvo

Como una película de seda


Alguien se arrojó a una piscina

El sonido del agua mezclándose

Con mi propia voz

que pedía algo


Me dirigí hacia un sendero pedregoso

Sin importarme

Ni tiempo ni distancia

Ni que tú esperabas estático

Ausente en un presentimiento


De pronto emprendí el regreso

Bajé por apretadas malezas

Que parecían clavarse en mi frente


Hasta que encontré lo que andaba buscando


Una Manzana

Cuando volví para dártelo

No estaba el bus No estaba el sueño.

***
Ana María Falconí. Poeta, traductora y directora de la Revista PELÍCANO, considerada por la crítica como una de las mejores revistas literarias jóvenes. Ha traducido al español poemas de Anne Sexton, cuentos de Joyce Carol Oates, y al inglés poemas de algunos poetas peruanos. Ha publicado en revistas, plaquetas y periódicos locales. Publicó el poemario Sótanos Pájaros. Los tres poemas que damos a conocer forman parte de su nuevo libro: Desvelo Blanco.

No hay comentarios:

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...