A partir del mito urbano del marido que se fue a comprar puchos se desarrolla una buena historia. Obsesiva ella buscándolo, reacciones bien planteadas en lo que encuentra, en sus cambios, en el desenlace que sí no te voy a contar porque es necesario vivir el impacto. Muy lindo el amante que no sirve para mucho más que manejar la camioneta.
Anoté una frase y una canción para mi repertorio: "Yo te daría mi vida pero la estoy usando" y "Voy a canta suavecito, para llegar a tus oídos suavecito, suavecito".
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