El empujoncito
Paula Irupé Salmoiraghi (la que se subió a la moto, de repente)
Leo a Clarice
escucho a la Bellessi
y no puedo
estarme callada.
Aunque debería
repetir con mi voz sus voces,
ser un eco enmudecido
una versión tímida de,
aunque debería
llamarme a silencio, a
adoración,
aunque
no me falten ganas
de dejar que sus palabras vivan en mí,
sólo que latan, sólo que reverberen,
tengo miedo de que mueran,
digo, que mueran sus palabras en mí,
si no les doy un empujoncito,
uno pequeño y las aliento
a venirse a vivir a otro poema.
Yo. Ahora.
No hay comentarios:
Publicar un comentario