domingo, 30 de noviembre de 2008
La dosis de poesía que nos corresponde
Dijo Sandra Russo en la nota que acabo de pegar en la entrada anterior: "...en lo hondo, en lo que no le contamos en nadie, yo creo que siempre estamos esperando la dosis de poesía que nos corresponde. O que guardamos allí, en el motor que nos empuja cada día a hacer las cosas, los dos o tres momentos en los que la poesía se nos hizo presente y nos sentimos seres extraordinarios, de otro orden."
¿Qué tan importante es para nosotros la poesía?
http://www.pagina12.com.ar/diario/contratapa/13-115839-2008-11-29.html
Los poetas
Por Sandra Russo
Hay que cuidar la idea de la batalla cultural para que no se convierta en un lugar común, en un entremés del habla pública, en una zona habilitada para vehículos todoterreno. Hay que cuidarla del lugar común porque los lugares comunes, en el lenguaje, diariamente llevan a cabo su paradoja: cuanto más comunes y frecuentadas son algunas expresiones, menos se cree en ellas; dejan de ser palabras dichas por personas, para convertirse en implantes siliconados del discurso.
Dicho esto, me pregunto: ¿qué tan importante es para nosotros la poesía? Me lo pregunto no internándome en un altillo a leer a Pessoa o Ungaretti sino saliendo a la calle. Me lo pregunto, por ejemplo, en un patio de comidas de un shopping. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía? O en una sala de espera de dentista, o en la peluquería. Hace unos años hubo un cambio de tendencia, y en las peluquerías clase A hay revistas de actualidad, pero también de diseño y arquitectura. Todas las mujeres leemos, en la peluquería, las de actualidad; nunca vi a nadie leer las otras. En los consultorios médicos, en cambio, lo que hay son revistas dominicales de diarios, y revistas de actualidad muy viejas: uno allí lee cómo se enamoraban los ídolos que ya se separaron. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía, visto y considerando que a pesar de cómo seamos y qué pensemos y dónde vivamos y a quién votemos la poesía sigue siendo la palabra que usamos en el racimo de momentos inenarrables que a cada uno nos toca? ¿Es absurdo, por ejemplo, exhortar a los peluqueros y a los médicos a que ofrezcan para esas esperas libros de poesía? ¿No estaría bueno convertir esa espera en la oportunidad de un hallazgo?
Hace unos años, cuando era legislador porteño, el querido Elvio Vitali presentó el proyecto de la Pensión para los Escritores y Escritoras de Buenos Aires. La Comisión de Cultura acaba de dar dictamen favorable, pero, ¿adivinen qué? Ahora el asunto lo debate la Comisión de Finanzas. El recorrido probable del proyecto que intenta socorrer y amparar sobre todo a los poetas es el que siempre experimenta la cultura cuando se enfrenta con las finanzas: pierde. La cultura solamente tiene chances si las finanzas están pensadas en función de una política. Por eso me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, haciendo un paneo rápido por las historias de esas decenas de hombres y mujeres que en toda época, pero sobre todo en las recientes, cultivaron un arte que iba a contracorriente de todo: del mercado editorial, del gusto general, de los respectivos gobiernos, de las tendencias literarias, de los beneficios económicos, de la fama, de los contratos, de la aprobación del padre y de la madre. Hombres y mujeres que custodiaron la poesía argentina para que tengamos una. ¿Queremos o no que haya una poesía argentina? De los poetas podemos esperar poesía, pero por qué esperamos tanto, tanto sacrificio. Nunca son poetas que viven de la poesía. Nunca es gente que trabaja de lo que sabe. Nunca pueden alimentar a sus familias o comprarse un saco con el trabajo creativo que eligen y para el que están dotados. Esos hombres y mujeres han sido y son torneros, empleadas administrativas, cajeros de banco, traductoras, gestores, cualquier cosa, se han ganado la vida como pudieron, casi nunca nombrados los Empleados del Mes. Muchos de ellos y ellas contrajeron con la poesía un compromiso que los condenó a una vejez sin red, sin reconocimiento, ni serenidad.
Me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, porque como sociedad maltratamos tanto a los poetas que parece que no nos importara. Y sin embargo, pensemos como pensemos, en nuestras vidas privadas, en lo hondo, en lo que no le contamos en nadie, yo creo que siempre estamos esperando la dosis de poesía que nos corresponde. O que guardamos allí, en el motor que nos empuja cada día a hacer las cosas, los dos o tres momentos en los que la poesía se nos hizo presente y nos sentimos seres extraordinarios, de otro orden.
Lo de la batalla cultural y los lugares comunes, que mencioné al principio de esta nota, obedecían a que es necesario leer el tratamiento de este proyecto de ley desde esa perspectiva. En la batalla que perdimos, en la que idolatró el consumo desenfrenado y la desaprensión social, también perdieron los poetas. Ahora hay una oportunidad de reparar ese abandono. Deberíamos tratar a los poetas como a lo que ellos hacen, como a lo que ellos mantienen vivo, y sí nos importa y sí nos refleja. Eso que nos permite ver lo invisible, oír lo inaudible y asistir a la fiesta a la que no nos invitaron. Como en este poema de uno de los enormes y olvidados poetas argentinos, Edgar Bayley:
Los desiertos reales
Los desiertos reales
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista.
(Guarden compostura:
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo:
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia.
Los poetas
Por Sandra Russo
Hay que cuidar la idea de la batalla cultural para que no se convierta en un lugar común, en un entremés del habla pública, en una zona habilitada para vehículos todoterreno. Hay que cuidarla del lugar común porque los lugares comunes, en el lenguaje, diariamente llevan a cabo su paradoja: cuanto más comunes y frecuentadas son algunas expresiones, menos se cree en ellas; dejan de ser palabras dichas por personas, para convertirse en implantes siliconados del discurso.
Dicho esto, me pregunto: ¿qué tan importante es para nosotros la poesía? Me lo pregunto no internándome en un altillo a leer a Pessoa o Ungaretti sino saliendo a la calle. Me lo pregunto, por ejemplo, en un patio de comidas de un shopping. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía? O en una sala de espera de dentista, o en la peluquería. Hace unos años hubo un cambio de tendencia, y en las peluquerías clase A hay revistas de actualidad, pero también de diseño y arquitectura. Todas las mujeres leemos, en la peluquería, las de actualidad; nunca vi a nadie leer las otras. En los consultorios médicos, en cambio, lo que hay son revistas dominicales de diarios, y revistas de actualidad muy viejas: uno allí lee cómo se enamoraban los ídolos que ya se separaron. ¿Qué tan importante es para nosotros la poesía, visto y considerando que a pesar de cómo seamos y qué pensemos y dónde vivamos y a quién votemos la poesía sigue siendo la palabra que usamos en el racimo de momentos inenarrables que a cada uno nos toca? ¿Es absurdo, por ejemplo, exhortar a los peluqueros y a los médicos a que ofrezcan para esas esperas libros de poesía? ¿No estaría bueno convertir esa espera en la oportunidad de un hallazgo?
Hace unos años, cuando era legislador porteño, el querido Elvio Vitali presentó el proyecto de la Pensión para los Escritores y Escritoras de Buenos Aires. La Comisión de Cultura acaba de dar dictamen favorable, pero, ¿adivinen qué? Ahora el asunto lo debate la Comisión de Finanzas. El recorrido probable del proyecto que intenta socorrer y amparar sobre todo a los poetas es el que siempre experimenta la cultura cuando se enfrenta con las finanzas: pierde. La cultura solamente tiene chances si las finanzas están pensadas en función de una política. Por eso me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, haciendo un paneo rápido por las historias de esas decenas de hombres y mujeres que en toda época, pero sobre todo en las recientes, cultivaron un arte que iba a contracorriente de todo: del mercado editorial, del gusto general, de los respectivos gobiernos, de las tendencias literarias, de los beneficios económicos, de la fama, de los contratos, de la aprobación del padre y de la madre. Hombres y mujeres que custodiaron la poesía argentina para que tengamos una. ¿Queremos o no que haya una poesía argentina? De los poetas podemos esperar poesía, pero por qué esperamos tanto, tanto sacrificio. Nunca son poetas que viven de la poesía. Nunca es gente que trabaja de lo que sabe. Nunca pueden alimentar a sus familias o comprarse un saco con el trabajo creativo que eligen y para el que están dotados. Esos hombres y mujeres han sido y son torneros, empleadas administrativas, cajeros de banco, traductoras, gestores, cualquier cosa, se han ganado la vida como pudieron, casi nunca nombrados los Empleados del Mes. Muchos de ellos y ellas contrajeron con la poesía un compromiso que los condenó a una vejez sin red, sin reconocimiento, ni serenidad.
Me pregunto qué tan importante es para nosotros la poesía, porque como sociedad maltratamos tanto a los poetas que parece que no nos importara. Y sin embargo, pensemos como pensemos, en nuestras vidas privadas, en lo hondo, en lo que no le contamos en nadie, yo creo que siempre estamos esperando la dosis de poesía que nos corresponde. O que guardamos allí, en el motor que nos empuja cada día a hacer las cosas, los dos o tres momentos en los que la poesía se nos hizo presente y nos sentimos seres extraordinarios, de otro orden.
Lo de la batalla cultural y los lugares comunes, que mencioné al principio de esta nota, obedecían a que es necesario leer el tratamiento de este proyecto de ley desde esa perspectiva. En la batalla que perdimos, en la que idolatró el consumo desenfrenado y la desaprensión social, también perdieron los poetas. Ahora hay una oportunidad de reparar ese abandono. Deberíamos tratar a los poetas como a lo que ellos hacen, como a lo que ellos mantienen vivo, y sí nos importa y sí nos refleja. Eso que nos permite ver lo invisible, oír lo inaudible y asistir a la fiesta a la que no nos invitaron. Como en este poema de uno de los enormes y olvidados poetas argentinos, Edgar Bayley:
Los desiertos reales
Los desiertos reales
los mares imaginarios:
no hay palabras para elogiar a esta magnolia
tampoco hay forma de destruir las palabras
ni el oficio de florista.
(Guarden compostura:
en la soga de colgar se agita la flor blanca)
una tez de flores de cerezo:
la última gota de sangre
los desiertos reales
los mares imaginarios
no pueden compararse a esta magnolia.
Ya se casó
Listo. La ceremonia en la iglesia estuvo muy linda y divertida. Mis sobrinos con los anillos y poniéndole el micrófono al cura en el ojo fueron geniales.
Me duelen terriblemente los pies y mis tetas de silicona quedaron llenas de papel picado.
BESOS A LOS NOVIOS!!!!!
Me duelen terriblemente los pies y mis tetas de silicona quedaron llenas de papel picado.
BESOS A LOS NOVIOS!!!!!
viernes, 28 de noviembre de 2008
Madrina de casamiento
Se casa mi hermanito menor y, como hermana mayor, me toca ir de madrina del brazo de mi viejo. Me voy a llorar todo. Menos mal que las sandalias plateadas y el super vestido de lentejuelas seguirán maravillosamente adheridos a mi cuerpo sin impedirme lucir diosa total a pesar del moqueo.
Prometo fotos...
Prometo fotos...
¡Fin de clases!
¡TERMINÉ!
No puedo creerlo. Esta semana creo que viví cinco años en cinco días...
Pero ya está: los nenes y nenas que no se llevan la materia terminaron su cursada. Claro que hay una banda que vendrán a la semana de orientación y a las mesas de examen, pero ya vamos cuesta abajo.
No puedo creerlo. Esta semana creo que viví cinco años en cinco días...
Pero ya está: los nenes y nenas que no se llevan la materia terminaron su cursada. Claro que hay una banda que vendrán a la semana de orientación y a las mesas de examen, pero ya vamos cuesta abajo.
jueves, 27 de noviembre de 2008
Promocioné dos (casi tres)
Mis notas en segundos parciales: 9 en Pensamiento Científico (Promedio 9.50) y 8 en Sociología (Promedio 7.50). Me falta saber de Sociedad de Estado en la que no me tengo fe porque la preparé en un día entre sushi y deseo insatisfecho.
(El señor con el que ya no queremos conocernos más me felicitó por mis notas (de las que le informé discretamente por msm) y me dijo que eran muy buenas para alguien que tiene 10 en cariño. ¿Será un piropo, otro apodo, un desafío o una burla?)
(El señor con el que ya no queremos conocernos más me felicitó por mis notas (de las que le informé discretamente por msm) y me dijo que eran muy buenas para alguien que tiene 10 en cariño. ¿Será un piropo, otro apodo, un desafío o una burla?)
De la puta madre
El calor, digo. 40 de sensación térmica. 33 ahora, casi diez de la noche.
¿Empezamos el verano?
¿Empezamos el verano?
martes, 25 de noviembre de 2008
Sin pucho y con sushi
Para que no anden diciendo por ahí que no sé elegir hombres, que me junto a todos los pirados y me pongan apodos como "radiador" y esas cosas (estoy de turno con los apodos), les digo que el señor que entró y salió de mi vida luego de un conocimiento acelerado, me eliminó un vicio: ¡Ya no fumo! (Porque él estaba haciendo un curso y medicado para dejar de fumar y yo creí que su medicación se contagiaba por fluídos corporales (mi amiga Cintia me dijo "Fluidos contagiosos" durante dos días, aunque después la teoría no se sostuvo por falta de refuerzo de las dosis). La cosa es que no he vuelto a comprar cigarrillos.
También me sumó un placer: el sushi. ¡Qué rico! Jamás lo hubiera provado si un señor con suficiente dinero y esos gustos no me hubiera invitado (que mis prejuicios de clase y de "lugares chetos" hayan sido eliminados merece entrada aparte).
También me sumó un placer: el sushi. ¡Qué rico! Jamás lo hubiera provado si un señor con suficiente dinero y esos gustos no me hubiera invitado (que mis prejuicios de clase y de "lugares chetos" hayan sido eliminados merece entrada aparte).
Natalia
Hacía rato que no aparecía lectora nueva en este blog: Les presento a Natalia, es de mis jóvenes amigas de incógnito que de día fingen ser mis alumnas mientras yo finjo ser su profesora. Ella se presentó en mi correo como escritora y me llamó a mí de la misma manera. Amén.
Llamar a mi mamá por teléfono
Ayer me moría por hablar por teléfono con mi má. Es una pena que no pueda hacerse eso cuando alguien lleva un año muerta. Pero la necesidad de este lado sigue intacta. Llamarla y decirle que me dolía la cabeza, que había laburado como una burra todo el día atendiendo pendejos propios y ajenos y que ya no daba más. Sólo quejarme en la oreja de mi mamá.
jueves, 20 de noviembre de 2008
Vilariño más
¿Cómo se puede escribir con tanta belleza? Tan simple, tan tierno, tan armoniosamente perfecto. Una pena no tener hombre a quien dedicárselo. Una alegría tener amigas que cuando una las llama a llanto en cuello, te regalen estas cosas.
Carta II
(De Poemas de amor, 1957)
Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
–estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero–.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.
Carta II
(De Poemas de amor, 1957)
Estás lejos y al sur
allí no son las cuatro.
Recostado en tu silla
apoyado en la mesa del café
de tu cuarto
tirado en una cama
la tuya o la de alguien
que quisiera borrar
–estoy pensando en ti no en quienes buscan
a tu lado lo mismo que yo quiero–.
Estoy pensando en ti ya hace una hora
tal vez media
no sé.
Cuando la luz se acabe
sabré que son las nueve
estiraré la colcha
me pondré el traje negro
y me pasaré el peine.
Iré a cenar
es claro.
Pero en algún momento
me volveré a este cuarto
me tiraré en la cama
y entonces tu recuerdo
qué digo
mi deseo de verte
que me mires
tu presencia de hombre que me falta en la vida
se pondrán
como ahora te pones en la tarde
que ya es la noche
a ser
la sola única cosa
que me importa en el mundo.
Más Idea Vilariño
El olvido
(De Poemas de amor, 1957)
Cuando una boca suave boca dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.
Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...
Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.
(De Poemas de amor, 1957)
Cuando una boca suave boca dormida besa
como muriendo entonces,
a veces, cuando llega más allá de los labios
y los párpados caen colmados de deseo
tan silenciosamente como consiente el aire,
la piel con su sedosa tibieza pide noches
y la boca besada
en su inefable goce pide noches, también.
Ah, noches silenciosas, de oscuras lunas suaves,
noches largas, suntuosas, cruzadas de palomas,
en un aire hecho manos, amor, ternura dada,
noches como navíos...
Es entonces, en la alta pasión, cuando el que besa
sabe ah, demasiado, sin tregua, y ve que ahora
el mundo le deviene un milagro lejano,
que le abren los labios aún hondos estíos,
que su conciencia abdica,
que está por fin él mismo olvidado en el beso
y un viento apasionado le desnuda las sienes,
es entonces, al beso, que descienden los párpados,
y se estremece el aire con un dejo de vida,
y se estremece aún
lo que no es aire, el haz ardiente del cabello,
el terciopelo ahora de la voz, y, a veces,
la ilusión ya poblada de muertes en suspenso.
Regalo de Valeria
Mi amiga Valeria me acaba de leer en el teléfono un poema de Idea Vilariño:
Ya no
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo ni nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
Idea Vilariño
Ya no
Ya no será
ya no
no viviremos juntos
no criaré a tu hijo
no coseré tu ropa
no te tendré de noche
no te besaré al irme
nunca sabrás quién fui
por qué me amaron otros.
No llegaré a saber
por qué ni cómo ni nunca
ni si era de verdad
lo que dijiste que era
ni quién fuiste
ni qué fui para ti
ni cómo hubiera sido
vivir juntos
querernos
esperarnos
estar.
Ya no soy más que yo
para siempre y tú
ya no serás para mí
más que tú. Ya no estás
en un día futuro
no sabré dónde vives
con quién
ni si te acuerdas.
No me abrazarás nunca
como esa noche
nunca.
No volveré a tocarte.
No te veré morir.
Idea Vilariño
miércoles, 19 de noviembre de 2008
Despidiéndome
Voy dejando aquí cosas lindas de él. O de mí con él. Cositas que sólo vivirán en mi recuerdo tierno que no quiere dejar que las tapen los desencuentros y los reproches: El señor que estaba conociendo y yo vamos por la autopista cantando: Un día era el Chaqueño Palavecino y otro Joaquín Sabina. A amabos nos habían dicho que cantábamos mal, pero cantando juntos eso no era importante.
Catarsis con Sex and the city
El capítulo se llama "Podría, habría, debería" (Cuarta temporada). Habla de todas las posibilidades que la vida ofrece y lo difícil que suele ser elegir una y no hacerse reproches sobre lo que no fue o lo que podría haber sido.
Dice Carrie que una chica simplemente respira, resetea (¿eso era en el capítulo anterior: "Yo soy mi propia máquina"?) y sigue adelante.
Dice Carrie que una chica simplemente respira, resetea (¿eso era en el capítulo anterior: "Yo soy mi propia máquina"?) y sigue adelante.
Poesía de Felisberto Hernández
El vestido blanco
Felisberto Hernández
"A María Isabel G. de Hernández"
I
Yo estaba del lado de afuera del balcón. Del lado de adentro,
estaban abiertas las dos hojas de la ventana y coincidían muy
enfrente una de la otra. Marisa estaba parada con la espalda casi
tocando una de las hojas.
Pero quedó poco en esta posición porque la llamaron de adentro. Al
Marisa salirse, no sentí el vacío de ella en la ventana. Al
contrario. Sentí como que las hojas se habían estado mirando frente
a frente y que ella había estado de más. Ella había interrumpido ese
espacio simétrico lleno de una cosa fija que resultaba de mirarse
las dos hojas.
II
Al poco tiempo yo ya había descubierto lo más importante, lo más
primordial y casi lo único en el sentido de las dos hojas: las
posiciones, el placer de posiciones determinadas y el dolor de
violarlas. Las posiciones de placer eran solamente dos: cuando las
hojas estaban enfrentadas simétricamente y se miraban fijo, y cuando
estaban totalmente cerradas y estaban juntas. Si algunas veces
Marisa echaba las hojas para atrás y pasaban el límite de
enfrentarse, yo no podía dejar de tener los músculos en tensión. En
ese momento creía contribuir con mi fuerza a que se cerraran lo
suficiente hasta quedar en una de las posiciones de placer: una
frente a la otra. De lo contrario me parecía que con el tiempo se
les sumaría un odio silencioso y fijo del cual nuestra conciencia no
sospechaba el resultado.
III
Los momentos más terribles y violadores de una de las posiciones de
placer, ocurrían algunas noches al despedirnos.
Ella amagaba a cerrar las ventanas y nunca terminaba de cerrarlas.
Ignoraba esa violenta necesidad física que tenían las ventanas de
estar juntas ya, pronto, cuanto antes.
En el espacio oscuro que aún quedaba entre las hojas, calzaba justo
la cabeza de Marisa. En la cara había una cosa inconsciente e
ingenua que sonreía en la demora de despedirse. Y eso no sabía nada
de esa otra cosa dura y amenazantemente imprecisa que había en la
demora de cerrarse.
IV
Una noche estaba contentísimo porque entré a visitar a Marisa. Ella
me invitó a ir al balcón. Pero tuvimos que pasar por el espacio de
esos lacayos de ventanas. Y no se sabía qué pensar de esa insistente
etiqueta escuálida. Parecía que pensarían algo antes de nosotros
pasar y algo después de pasar. Pasamos. Al rato de estar conversando
y que se me había distraído el asunto de las ventanas, sentí que me
tocaban en la espalda muy despacito y como si me quisieran
hipnotizar. Y al darme vuelta me encontré con las ventanas en la
cara. Sentí que nos habían sepultado entre el balcón y ellas. Pensé
en saltar el balcón y sacar a Marisa de allí.
V
Una mañana estaba contentísimo porque nos habíamos casado. Pero
cuando Marisa fue a abrir un roperito de dos hojas sentí el mismo
problema de las ventanas, de la abertura que sobraba.
Una noche Marisa estaba fuera de casa. Fui a sacar algo del roperito
y en el momento de abrirlo me sentí horriblemente actor en el asunto
de las hojas. Pero lo abrí. Sin querer me quedé quieto un rato. La
cabeza también se me quedó quieta igual que las cosas que había en
el ropero, y que un vestido blanco de Marisa que parecía Marisa sin
cabeza, ni brazos, ni piernas
Felisberto Hernández
"A María Isabel G. de Hernández"
I
Yo estaba del lado de afuera del balcón. Del lado de adentro,
estaban abiertas las dos hojas de la ventana y coincidían muy
enfrente una de la otra. Marisa estaba parada con la espalda casi
tocando una de las hojas.
Pero quedó poco en esta posición porque la llamaron de adentro. Al
Marisa salirse, no sentí el vacío de ella en la ventana. Al
contrario. Sentí como que las hojas se habían estado mirando frente
a frente y que ella había estado de más. Ella había interrumpido ese
espacio simétrico lleno de una cosa fija que resultaba de mirarse
las dos hojas.
II
Al poco tiempo yo ya había descubierto lo más importante, lo más
primordial y casi lo único en el sentido de las dos hojas: las
posiciones, el placer de posiciones determinadas y el dolor de
violarlas. Las posiciones de placer eran solamente dos: cuando las
hojas estaban enfrentadas simétricamente y se miraban fijo, y cuando
estaban totalmente cerradas y estaban juntas. Si algunas veces
Marisa echaba las hojas para atrás y pasaban el límite de
enfrentarse, yo no podía dejar de tener los músculos en tensión. En
ese momento creía contribuir con mi fuerza a que se cerraran lo
suficiente hasta quedar en una de las posiciones de placer: una
frente a la otra. De lo contrario me parecía que con el tiempo se
les sumaría un odio silencioso y fijo del cual nuestra conciencia no
sospechaba el resultado.
III
Los momentos más terribles y violadores de una de las posiciones de
placer, ocurrían algunas noches al despedirnos.
Ella amagaba a cerrar las ventanas y nunca terminaba de cerrarlas.
Ignoraba esa violenta necesidad física que tenían las ventanas de
estar juntas ya, pronto, cuanto antes.
En el espacio oscuro que aún quedaba entre las hojas, calzaba justo
la cabeza de Marisa. En la cara había una cosa inconsciente e
ingenua que sonreía en la demora de despedirse. Y eso no sabía nada
de esa otra cosa dura y amenazantemente imprecisa que había en la
demora de cerrarse.
IV
Una noche estaba contentísimo porque entré a visitar a Marisa. Ella
me invitó a ir al balcón. Pero tuvimos que pasar por el espacio de
esos lacayos de ventanas. Y no se sabía qué pensar de esa insistente
etiqueta escuálida. Parecía que pensarían algo antes de nosotros
pasar y algo después de pasar. Pasamos. Al rato de estar conversando
y que se me había distraído el asunto de las ventanas, sentí que me
tocaban en la espalda muy despacito y como si me quisieran
hipnotizar. Y al darme vuelta me encontré con las ventanas en la
cara. Sentí que nos habían sepultado entre el balcón y ellas. Pensé
en saltar el balcón y sacar a Marisa de allí.
V
Una mañana estaba contentísimo porque nos habíamos casado. Pero
cuando Marisa fue a abrir un roperito de dos hojas sentí el mismo
problema de las ventanas, de la abertura que sobraba.
Una noche Marisa estaba fuera de casa. Fui a sacar algo del roperito
y en el momento de abrirlo me sentí horriblemente actor en el asunto
de las hojas. Pero lo abrí. Sin querer me quedé quieto un rato. La
cabeza también se me quedó quieta igual que las cosas que había en
el ropero, y que un vestido blanco de Marisa que parecía Marisa sin
cabeza, ni brazos, ni piernas
martes, 18 de noviembre de 2008
Mi hijo es un genio
Rafael, 12 años, yo lo parí y es un groso. Me escucha hablar por teléfono con mis amigas de mis amores frustrados y me pregunta: Má, ¿cuántos novios tuviste en tu vida? Yo siento el pinchazo de la culpa, la voz de la conciencia materna que dice que soy una puta llena de hombres (????) y que mi hijo se ha dado cuenta. Lo miro fijamente y está tan grande y tan inteligente que decido decirle la verdad (se agrandó Chacarita): "Muchos, hijo." Y él: "Eso es porque sos tan linda, ma."
Para mis amigos feministas
Algunos de mis amigos suelen ironizar sobre la cuestión de que una se vuelve feminista por resentimiento hacia los hombres, por "malas experiencias". Ja. Mirá que a mí me tocan tipos raros... ¡Pero me gustan tantos los hombres! A veces me asusto mucho, de ellos y de mi capacidad para cambiar toda mi vida porque uno me calienta, de mi fragilidad, del poco respeto que tengo por mí misma en nombre del enorme respeto que tengo por ellos. ¡Pero me gustan tanto! Y ahora que sé que puedo probarlos a gusto lo mejor que siento es muchas ganas de más.
Postales de amor
Hoy estoy re Carrie Bradsow, re Sex and the city: ¿vale la pena guardar postales, imágenes amorosas, luego de que una relación se terminó? Creo que este blog es para mí un poco eso, una bitácora de mí misma y del caleidoscopio que es mi vida. Porque me olvido de la mitad de lo que me pasa si no lo escribo, porque quiero acordarme de todo, porque las pequeñas marcas escritas que dejo aquí me reconstruyen dentro de algunos días cuando mi memoria a largo plazo (dos o tres días) empiece a hacer su falso trabajo de selección.
Mi terapeuta dice que a veces confundimos la situación con la persona: amamos una situación vivida y por eso creemos que la persona con quien la vivimos es especial. Y quizás no, quizás seamos especiales solo nosotras y nuestras pequeña situación. Sólo yo y mis adorables postales de estos últimos quince días (Que los momentos de desesperación en domingo sin mañanero intentaré mantenerlos en privado. Uy, ¿ya publiqué esto?)
Mi terapeuta dice que a veces confundimos la situación con la persona: amamos una situación vivida y por eso creemos que la persona con quien la vivimos es especial. Y quizás no, quizás seamos especiales solo nosotras y nuestras pequeña situación. Sólo yo y mis adorables postales de estos últimos quince días (Que los momentos de desesperación en domingo sin mañanero intentaré mantenerlos en privado. Uy, ¿ya publiqué esto?)
sábado, 15 de noviembre de 2008
Los tres compartimentos de las verdaderas mujeres
"¿Existe en la mujer un sentimiento más agudo que la curiosidad? ¡Oh! ¡Saber, conocer, tocar lo que se soñó! ¿Qué no haría ella por eso? Cuando su implacable curiosidad despierta, una mujer cometerá todas las locuras, todas las imprudencias, tendrá la suficiente audacia, no retrocederá ante nada. Hablo de las verdaderas mujeres, dotadas de ese triple fondo que parece, en la superficie, razonable y frío, pero cuyos tres compartimentos están llenos uno de inquietud femenina siempre agitada, otro de astucia disfrazada de buena fe -esa astucia de los devotos-, sofisticada y temeraria y, por fin, el último de una infamia encantadora, de una artificiosidad exquisita, de una deliciosa perfidia, de todas esas perversas cualidades que llevan a que los amantes tontamente crédulos se suiciden, pero que encantan a los otros."
Guy de Maupassant, en "Una aventura parisina".
Guy de Maupassant, en "Una aventura parisina".
Delmira, según Memoria del fuego III
6 de julio de 1914
Montevideo
Delmira
En esta pieza de alquiler fue citada por el hombre que había sido su marido; y queriendo tenerla, queriendo quedársela, él la amó y la mató y se mató.
Publican los diarios uruguayos la foto del cuerpo que yace tumbado junto a la cama, Delmira abatida por dos tiros de revólver, desnuda como sus poemas, las medias caídas, toda desvestida de rojo:
—Vamos más lejos en la noche, vamos...
Delmira Agustini escribía en trance. Había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos, y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo, como la razón, un privilegio masculino. En el Uruguay marchan las leyes por delante de la gente, que todavía separa el alma del cuerpo como si fueran la Bella y la Bestia. De modo que ante el cadáver de Delmira se derraman lágrimas y frases a propósito de tan sensible pérdida de las letras nacionales, pero en el fondo los dolientes suspiran con alivio: la muerta muerta está, y más vale así.
Pero, ¿muerta está? ¿No serán sombra de su voz y ecos de su cuerpo todos los amantes que en las noches del mundo ardan? ¿No le harán un lugarcito en las noches del mundo para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?
Montevideo
Delmira
En esta pieza de alquiler fue citada por el hombre que había sido su marido; y queriendo tenerla, queriendo quedársela, él la amó y la mató y se mató.
Publican los diarios uruguayos la foto del cuerpo que yace tumbado junto a la cama, Delmira abatida por dos tiros de revólver, desnuda como sus poemas, las medias caídas, toda desvestida de rojo:
—Vamos más lejos en la noche, vamos...
Delmira Agustini escribía en trance. Había cantado a las fiebres del amor sin pacatos disimulos, y había sido condenada por quienes castigan en las mujeres lo que en los hombres aplauden, porque la castidad es un deber femenino y el deseo, como la razón, un privilegio masculino. En el Uruguay marchan las leyes por delante de la gente, que todavía separa el alma del cuerpo como si fueran la Bella y la Bestia. De modo que ante el cadáver de Delmira se derraman lágrimas y frases a propósito de tan sensible pérdida de las letras nacionales, pero en el fondo los dolientes suspiran con alivio: la muerta muerta está, y más vale así.
Pero, ¿muerta está? ¿No serán sombra de su voz y ecos de su cuerpo todos los amantes que en las noches del mundo ardan? ¿No le harán un lugarcito en las noches del mundo para que cante su boca desatada y dancen sus pies resplandecientes?
Más de Memoria del fuego, de Eduardo Galeano
8 de noviembre de 1519
Tenochtitlán. La capital de los aztecas
--------------------------------------------------------------------------------
Mudos de hermosura, los conquistadores cabalgan por la calzada. Tenochtitlán parece arrancada de las páginas de Amadís, cosas nunca oídas, ni vistas, ni aún soñadas… El sol se alza tras los volcanes, calles, acequias, templos de altas torres, se despliega y fulgura. Una multitud sale a recibir a los invasores, en silencio y sin prisa, mientras infinitas canoas abren surcos en las aguas de cobalto.
Moctezuma llega en litera, sentado en suave piel de jaguar, bajo palio de oro, perlas y plumas verdes. Los señores del reino van barriendo el suelo que pisará.
Él da la bienvenida al dios Quetzalcóatl:
—Has venido a sentarte en tu trono —le dice—. Has venido entre nubes, entre nieblas. No te veo en sueños, no estoy soñando. A tu tierra has llegado…
Los que acompañan a Quetzalcóatl reciben guirnaldas de magnolias, rosas y girasoles, collares de flores en los cuellos, en los brazos, en los pechos: la flor del escudo y la flor del corazón, la flor del buen aroma y la muy amarilla.
Quetzalcóatl nació en Extremadura y desembarcó en tierras de América con un hatillo de ropa al hombro y un par de monedas en la bolsa. Tenía diecinueve años cuando pisó las piedras del muelle de Santo Domingo y preguntó: ¿Dónde está el oro? Ahora ha cumplido treinta y cuatro y es capitán de gran ventura. Viste armadura de hierro negro y conduce un ejército de jinetes, lanceros, ballesteros, escopeteros y perros feroces. Ha prometido a sus soldados: Yo os haré, en muy breve tiempo, los más ricos hombres de cuantos jamás han pasado a las Indias.
El emperador Moctezuma, que abre las puertas de Tenochtitlán, acabará pronto. De aquí a poco será llamado mujer de los españoles y morirá por las pedradas de su gente. El joven Cuauhtémoc ocupará su sitio. Él peleará.
Tenochtitlán. La capital de los aztecas
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Mudos de hermosura, los conquistadores cabalgan por la calzada. Tenochtitlán parece arrancada de las páginas de Amadís, cosas nunca oídas, ni vistas, ni aún soñadas… El sol se alza tras los volcanes, calles, acequias, templos de altas torres, se despliega y fulgura. Una multitud sale a recibir a los invasores, en silencio y sin prisa, mientras infinitas canoas abren surcos en las aguas de cobalto.
Moctezuma llega en litera, sentado en suave piel de jaguar, bajo palio de oro, perlas y plumas verdes. Los señores del reino van barriendo el suelo que pisará.
Él da la bienvenida al dios Quetzalcóatl:
—Has venido a sentarte en tu trono —le dice—. Has venido entre nubes, entre nieblas. No te veo en sueños, no estoy soñando. A tu tierra has llegado…
Los que acompañan a Quetzalcóatl reciben guirnaldas de magnolias, rosas y girasoles, collares de flores en los cuellos, en los brazos, en los pechos: la flor del escudo y la flor del corazón, la flor del buen aroma y la muy amarilla.
Quetzalcóatl nació en Extremadura y desembarcó en tierras de América con un hatillo de ropa al hombro y un par de monedas en la bolsa. Tenía diecinueve años cuando pisó las piedras del muelle de Santo Domingo y preguntó: ¿Dónde está el oro? Ahora ha cumplido treinta y cuatro y es capitán de gran ventura. Viste armadura de hierro negro y conduce un ejército de jinetes, lanceros, ballesteros, escopeteros y perros feroces. Ha prometido a sus soldados: Yo os haré, en muy breve tiempo, los más ricos hombres de cuantos jamás han pasado a las Indias.
El emperador Moctezuma, que abre las puertas de Tenochtitlán, acabará pronto. De aquí a poco será llamado mujer de los españoles y morirá por las pedradas de su gente. El joven Cuauhtémoc ocupará su sitio. Él peleará.
De Memoria del fuego I. Los nacimientos
La creación
La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando.
Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.
Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.
La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía:
—Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca más dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.
La mujer y el hombre soñaban que Dios los estaba soñando.
Dios los soñaba mientras cantaba y agitaba sus maracas, envuelto en humo de tabaco, y se sentía feliz y también estremecido por la duda y el misterio.
Los indios makiritare saben que si Dios sueña con comida, fructifica y da de comer. Si Dios sueña con la vida, nace y da nacimiento.
La mujer y el hombre soñaban que en el sueño de Dios aparecía un gran huevo brillante. Dentro del huevo, ellos cantaban y bailaban y armaban mucho alboroto, porque estaban locos de ganas de nacer. Soñaban que en el sueño de Dios la alegría era más fuerte que la duda y el misterio; y Dios, soñando, los creaba, y cantando decía:
—Rompo este huevo y nace la mujer y nace el hombre. Y juntos vivirán y morirán. Pero nacerán nuevamente. Nacerán y volverán a morir y otra vez nacerán. Y nunca más dejarán de nacer, porque la muerte es mentira.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Memoria del Fuego en Página 12
Empieza a salir en fascículos gratuitos el miércoles que viene.
Yo venía comprando el diario los miércoles y los domingos. Los miércoles por el fescículo sobre Economía Argentina. Ya se terminaba la colección y yo viendo si suspendía o aparecía algo nuevo e interesante. No pude llevarme mejor sorpresa: Memoria del fuego es de esos libros que adoro, que leo y releo, que no me canso de recomendar, que cada vez que agarro me parece distinto.
Hasta el año pasado tenía sólo un tomo, el 3, que había comprado haciendo mucha fuerza porque están caros y difíciles de conseguir. A primcipios de este año una alumna me regaló los tomos 2 y 1 porque yo les había pedido el 3 y el padre le consiguió toda la colección (A veces tiene sus ventajas que a tus alumnos no les guste leer).
Ahora tendré otra edición... ¡Ilustrada por Luis Felipe Noé!
Yo venía comprando el diario los miércoles y los domingos. Los miércoles por el fescículo sobre Economía Argentina. Ya se terminaba la colección y yo viendo si suspendía o aparecía algo nuevo e interesante. No pude llevarme mejor sorpresa: Memoria del fuego es de esos libros que adoro, que leo y releo, que no me canso de recomendar, que cada vez que agarro me parece distinto.
Hasta el año pasado tenía sólo un tomo, el 3, que había comprado haciendo mucha fuerza porque están caros y difíciles de conseguir. A primcipios de este año una alumna me regaló los tomos 2 y 1 porque yo les había pedido el 3 y el padre le consiguió toda la colección (A veces tiene sus ventajas que a tus alumnos no les guste leer).
Ahora tendré otra edición... ¡Ilustrada por Luis Felipe Noé!
martes, 11 de noviembre de 2008
Mi primera frambuesa
Acabo de comerme la primera frambuesa del fondo de mi casa.
¿No es maravilloso, increíble y a la vez tranquilizadoramente previsible, que el verano llegue de nuevo?
¿No es maravilloso, increíble y a la vez tranquilizadoramente previsible, que el verano llegue de nuevo?
La jardinera
"Mírenme, soy feliz entre las flores que cantan
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín."
cuando atraviesa el jardín
el viento en monopatín."
Entrevista a mí en Forjadores
Entrevista a Paula Irupé Salmoiraghi Editar
Publicado
Public
lunes, 10 de noviembre de 2008
Martin Casatti (Case)
http://forjadores.net/index.php?option=com_content&task=view&id=1838&Itemid=31
Entrevista realizada por M. C. Carper.
Paula Irupé Salmoiraghi, escritora argentina que reside en Buenos Aires, ha escrito varios relatos de ciencia ficción y poemas, algunos traducidos al francés. Tiene una participación activa en el Taller Forjadores y actualmente trabaja en una novela. Dialogar con ella ha sido gratificante, sus respuestas son nutridas, claras y no dejan ningún cabo suelto.
El otro extremo
http://www.aurorabitzine.com/articulos/566.php
La cantadora
http://www.revistanm.com.ar/content/hemero.html
Encuentro y parto
http://dreamers.com/alfaeridiani/marcos/numero25.html
Leer más...
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lunes, 10 de noviembre de 2008
Martin Casatti (Case)
http://forjadores.net/index.php?option=com_content&task=view&id=1838&Itemid=31
Entrevista realizada por M. C. Carper.
Paula Irupé Salmoiraghi, escritora argentina que reside en Buenos Aires, ha escrito varios relatos de ciencia ficción y poemas, algunos traducidos al francés. Tiene una participación activa en el Taller Forjadores y actualmente trabaja en una novela. Dialogar con ella ha sido gratificante, sus respuestas son nutridas, claras y no dejan ningún cabo suelto.
El otro extremo
http://www.aurorabitzine.com/articulos/566.php
La cantadora
http://www.revistanm.com.ar/content/hemero.html
Encuentro y parto
http://dreamers.com/alfaeridiani/marcos/numero25.html
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jueves, 6 de noviembre de 2008
Sobrevivir a la poesía
"Sólo en un muendo en el que hay grullas y caballos puedes sobre vivir a la poesía."
Cuando amo la vida me gusta la épica y el mar
Derek Walcott - Mapa del Nuevo Mundo, I, II y III
(I)
Archipiélagos
Al final de esta frase, va a empezar a llover.
Al filo de la lluvia, una vela.
La vela
perderá de vista despacio las islas;
se hundirá en la neblina la fe en los puertos
de toda una raza.
La guerra de diez años es pasado.
El cabello de Helena, una nube gris.
Troya, un blanco montón de ceniza
junto a la garúa del mar.
La garúa se tensa como cuerdas de un arpa.
Un hombre con los ojos nublados descubre la luvia
y desgrana la línea inicial de la Odisea.
(II)
La cala
Haz que resuene, oleaje: la leyenda de Isolda.
en lánguidas detonaciones de tu rompiente.
He contrabandeado en esta proa desteñida, que cruje rumbo a la costa
de arena blanca vigilada por feroces manzanillas,
un secreto
leído a la sombra de un halcón fragata.
Esta caleta es un horno.
Las hojas lanzan a las olas instantáneas señales de plata.
Lejos de la maldición del gobierno de una raza
doy vuelta estas hojas -el delito sedicioso de este libro-
para sentir sus ovillos de niebla marina cruzar mi rostro
y atrapar en la boca del viento un gusto a sal.
(III)
Grullas marinas
"Sólo en un mundo donde hay grullas y caballos",
escribió Robert Graves, "puedes sobrevivir a la poesía".
O cabras expertas en riscos. La épica
sigue al arado, la métrica al resonar del yunque;
la profecía adivina las formaciones de cigüeñas, y el temor
el arco del pescuezo del padrillo.
La llama ha abandonado el pábilo calcinado del ciprés;
la luz alcanzará a estas islas, cuando llegue su turno.
Magníficas fragatas inauguran la penumbra
que destella a través de las nerviosas colas de los caballos,
de los pedregosos campos donde pastan.
Desde el golpeado yunque del promontorio
el rocío sedimenta las estrellas.
Generoso océano
devuelve al vagabundo
desde sus sábanas de sal, atrae al pródigo
a los canales profundos de la marsopa negra.
Tuerce la rueda de su corazón y fija aquí su frente.
Trad. Mirta Rosemberg y Daniel Saimolovich
Diario de Poesía, 26
Buenos Aires, otoño de 1993
(I)
Archipiélagos
Al final de esta frase, va a empezar a llover.
Al filo de la lluvia, una vela.
La vela
perderá de vista despacio las islas;
se hundirá en la neblina la fe en los puertos
de toda una raza.
La guerra de diez años es pasado.
El cabello de Helena, una nube gris.
Troya, un blanco montón de ceniza
junto a la garúa del mar.
La garúa se tensa como cuerdas de un arpa.
Un hombre con los ojos nublados descubre la luvia
y desgrana la línea inicial de la Odisea.
(II)
La cala
Haz que resuene, oleaje: la leyenda de Isolda.
en lánguidas detonaciones de tu rompiente.
He contrabandeado en esta proa desteñida, que cruje rumbo a la costa
de arena blanca vigilada por feroces manzanillas,
un secreto
leído a la sombra de un halcón fragata.
Esta caleta es un horno.
Las hojas lanzan a las olas instantáneas señales de plata.
Lejos de la maldición del gobierno de una raza
doy vuelta estas hojas -el delito sedicioso de este libro-
para sentir sus ovillos de niebla marina cruzar mi rostro
y atrapar en la boca del viento un gusto a sal.
(III)
Grullas marinas
"Sólo en un mundo donde hay grullas y caballos",
escribió Robert Graves, "puedes sobrevivir a la poesía".
O cabras expertas en riscos. La épica
sigue al arado, la métrica al resonar del yunque;
la profecía adivina las formaciones de cigüeñas, y el temor
el arco del pescuezo del padrillo.
La llama ha abandonado el pábilo calcinado del ciprés;
la luz alcanzará a estas islas, cuando llegue su turno.
Magníficas fragatas inauguran la penumbra
que destella a través de las nerviosas colas de los caballos,
de los pedregosos campos donde pastan.
Desde el golpeado yunque del promontorio
el rocío sedimenta las estrellas.
Generoso océano
devuelve al vagabundo
desde sus sábanas de sal, atrae al pródigo
a los canales profundos de la marsopa negra.
Tuerce la rueda de su corazón y fija aquí su frente.
Trad. Mirta Rosemberg y Daniel Saimolovich
Diario de Poesía, 26
Buenos Aires, otoño de 1993
Un año sin mi mamá
Ma: Estoy contenta, estoy estudiando, está bueno, el año que viene voy estar en la Facultad de Filosofía y Letras como quería a los 17. Me acuerdo cuando me dijiste que no tirara todo a la mierda cuando te dije que ya no quería seguir en la Universidad de Morón. No era mi momento para estar en esas aulas, no era mi momento para explicarte lo que quería.
Soy algo lenta: más de 20 años después quizás haga las cosas mejor.
Te extraño, ma. Me gustaría que me vieras contenta... Nosotras que nos entendíamos tan poco y quizás nos entendíamos tanto. Estoy tan distinta de hace un año...
Soy algo lenta: más de 20 años después quizás haga las cosas mejor.
Te extraño, ma. Me gustaría que me vieras contenta... Nosotras que nos entendíamos tan poco y quizás nos entendíamos tanto. Estoy tan distinta de hace un año...
3 segundos parciales 3
Se vienen: Pensamiento Científico este sábado, Sociología el jueves y Sociedad y Estado el sábado que viene.
Ya sé que tengo prohibido mariconear que después apruebo todo, pero no estoy hoy en maricona sino en desbordada: me sale el entusiasmo por las orejas, la adrenalina de vivir la vida, de estar haciendo cosas que siempre quise para mí.
Ya sé que tengo prohibido mariconear que después apruebo todo, pero no estoy hoy en maricona sino en desbordada: me sale el entusiasmo por las orejas, la adrenalina de vivir la vida, de estar haciendo cosas que siempre quise para mí.
miércoles, 5 de noviembre de 2008
En fila
Roberto Juarroz - Un poema de Poesía vertical, II - 1983/1993
Estamos en fila.
Nadie sabe para qué.
Debe ser para la muerte.
La vida no es cuestión de formar fila.
O tal vez para la historia o sus flacos sucedáneos,
que tampoco tienen mucho que ver con la vida.
Estamos en fila.
Y la fila apenas se mueve.
Algunos tratan de hacer trampa
y adelantarse cuando creen
que nadie los observa.
Otros, en cambio,
tratan de correrse hacia atrás.
No ha habido ninguna orden.
No es tampoco un problema topográfico,
fisiológico o estratégico.
Estamos en fila
como una lineal concentración
de juncos aturdidos.
Y está vedado,
no sabemos por quién,
tirarse a la vera del camino.
Sólo queda escapar alguna noche
y arrojarse como un dios contra las sombras,
corriendo el riesgo de caer en otra fila.
Porque también los dioses,
por lo menos los pocos que quedaban,
han terminado al fin por formar fila.
Tomado de Roberto Juarroz, Poesía Vertical Vol. II 1983/1993
Buenos Aires, Editorial Losada
Estamos en fila.
Nadie sabe para qué.
Debe ser para la muerte.
La vida no es cuestión de formar fila.
O tal vez para la historia o sus flacos sucedáneos,
que tampoco tienen mucho que ver con la vida.
Estamos en fila.
Y la fila apenas se mueve.
Algunos tratan de hacer trampa
y adelantarse cuando creen
que nadie los observa.
Otros, en cambio,
tratan de correrse hacia atrás.
No ha habido ninguna orden.
No es tampoco un problema topográfico,
fisiológico o estratégico.
Estamos en fila
como una lineal concentración
de juncos aturdidos.
Y está vedado,
no sabemos por quién,
tirarse a la vera del camino.
Sólo queda escapar alguna noche
y arrojarse como un dios contra las sombras,
corriendo el riesgo de caer en otra fila.
Porque también los dioses,
por lo menos los pocos que quedaban,
han terminado al fin por formar fila.
Tomado de Roberto Juarroz, Poesía Vertical Vol. II 1983/1993
Buenos Aires, Editorial Losada
lunes, 3 de noviembre de 2008
Cuatro hornallas
Es bien conocido el chiste de que tenemos cuatro neuronas: una para cada hornalla. Yo siempre digo que tengo cinco (y a mucha honra y todas en buen funcionamiento) porque tengo el lavarropas pegado a la cocina.
Pero el domingo a la mañana no pude prender la cocina de mi chico y él se levantó y lo hizo por mí. Que cada quien saque sus propias conclusiones y mis agradecidos besos a quien me enciende la cocina.
Pero el domingo a la mañana no pude prender la cocina de mi chico y él se levantó y lo hizo por mí. Que cada quien saque sus propias conclusiones y mis agradecidos besos a quien me enciende la cocina.
Curso de Formación para hombres
No se olviden de inscribir al que lo necesite
CURSO DE FORMACIÓN PARA HOMBRES
(COMIENZA EL 17 DE OCTUBRE DE 2008. VACANTES LIMITADAS)
SEDE: INSTITUTO DE FORMACIÓN HUMANA EN DEFENSA DE LA BUENA CONVIVENCIA.
Objetivo pedagógico: Curso de formación que permite a los hombres desarrollar esa parte del cuerpo de la que ignoran su existencia, es decir, EL CEREBRO.
Los costos los pagarán sus adorables mujeres agradecidas, una vez aprobado cada módulo.
* MÓDULO 1: CURSO PROPEDÉUTICO OBLIGATORIO
1. Cómo aprender a vivir sin su madre (2000 horas).
2. 'Mi mujer NO es mi madre, NI es la criada' (3000 horas).
* MÓDULO 2: Vida de a dos.
1. Cómo tener hijos sin volverse celoso (150 horas).
2. Cómo superar el síndrome de pertenencia sobre el control remoto (550 horas).
3. Técnicas para NO mear fuera del inodoro (300 horas). OBLIGATORI0. Ejercicios prácticos en DVD.
1. Cómo entender que los zapatos nunca van solos hasta al closet (800 horas)
2. Cómo llegar hasta el canasto de la ropa sucia sin perderse (500 horas).
3. Cómo sobrevivir a un simple resfriado sin agonizar. (100 Horas)
* MÓDULO 3: TIEMPO LIBRE
1. Cómo planchar una camisa en menos de dos horas (ejercicios prácticos).
2. Cómo digerir cerveza, gaseosa ó cualquier otra bebida sin eructar en la mesa (ejercicios prácticos, con un experto gastroenterólogo como invitado).
* MÓDULO 4: Curso de Cocina
- Nivel 1 (principiantes): Los electrodomésticos: ON= encendido, OFF= apagado.
- Nivel 2 (avanzado): Mi primera sopa instantánea sin quemar la casa. Ejercicios prácticos: Hervir el agua.
CURSO INTENSIVO:POR RAZONES DE DIFICULTAD Y DE ENTENDIMIENTO DE LOS TEMAS, EL CUPO ES DE MAXIMO DE 8 PARTICIPANTES.
TEMA 1: Último descubrimiento científico: Cocinar y tirar la basura NO provoca impotencia ni cuadriplejia (prácticas en laboratorio).
TEMA 2: Cómo bajar la tapa del inodoro paso a paso (Clase Teórica-práctica, con repaso durante una semana).
TEMA 3: El rollo de papel higiénico: Leyenda ó realidad .- ¿ El papel higiénico nace empotrado en la pared, al lado del inodoro?. 'Cómo cambiar el Tubo vacío'. (Teleconferencia con la Universidad de Harvard).
TEMA 5: Por qué NO es un delito REGALAR FLORES a su pareja aunque lleve muchos años con ella.
TEMA 6: Uno y la electricidad: Ventajas económicas de contactar a un técnico competente para las reparaciones, aún para las más básicas.
TEMA 7: Rompiendo el mito: Los hombres que conducen pueden pedir información si se pierden, sin correr el riesgo de parecer impotentes. (IMPACTANTES TESTIMONIOS).
TEMA 8: No es necesario agitar las sábanas después de haber emitido gases intestinales (ejercicios de reflexión).
TEMA 9: La plancha II: Ubicación en el armario después de usarlA.
TEMA 10: Los detergentes: Dosificación, consumo, utilización... Prácticas para evitar daños irreparables a la casa.
TEMA 11: La lavadora de ropa: Ese gran misterio del hogar.
TEMA 12: Diferencias fundamentales entre el cesto de la ropa sucia el colgador del baño y el piso (Ejercicios en laboratorios con musicoterapia).
TEMA 13: El hombre en el asiento del acompañante: Es posible no hablar ó agitarse convulsivamente mientras ella conduce y/o se estaciona (Ejercicios con Yoga).
TEMA 14: La taza ó vasos del desayuno, comida ó cena: ¿Los utencilios se desplazan solos hasta el fregadero? Ejercicios dirigidos por David Copperfield. POR ARTE DE MAGIA.
TEMA 15: Analizar a profundidad las causas anatómicas, fisiológicas y/o psicológicas que no le permiten al hombre secar el baño después de ducharse.
ENVÍA ESTE E-MAIL A MUJERES INTELIGENTES QUE NECESITEN UNA BUENA SONRISA Y A LOS HOMBRES QUE PIENSES QUE PUEDAN SOPORTARLO
CURSO DE FORMACIÓN PARA HOMBRES
(COMIENZA EL 17 DE OCTUBRE DE 2008. VACANTES LIMITADAS)
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Objetivo pedagógico: Curso de formación que permite a los hombres desarrollar esa parte del cuerpo de la que ignoran su existencia, es decir, EL CEREBRO.
Los costos los pagarán sus adorables mujeres agradecidas, una vez aprobado cada módulo.
* MÓDULO 1: CURSO PROPEDÉUTICO OBLIGATORIO
1. Cómo aprender a vivir sin su madre (2000 horas).
2. 'Mi mujer NO es mi madre, NI es la criada' (3000 horas).
* MÓDULO 2: Vida de a dos.
1. Cómo tener hijos sin volverse celoso (150 horas).
2. Cómo superar el síndrome de pertenencia sobre el control remoto (550 horas).
3. Técnicas para NO mear fuera del inodoro (300 horas). OBLIGATORI0. Ejercicios prácticos en DVD.
1. Cómo entender que los zapatos nunca van solos hasta al closet (800 horas)
2. Cómo llegar hasta el canasto de la ropa sucia sin perderse (500 horas).
3. Cómo sobrevivir a un simple resfriado sin agonizar. (100 Horas)
* MÓDULO 3: TIEMPO LIBRE
1. Cómo planchar una camisa en menos de dos horas (ejercicios prácticos).
2. Cómo digerir cerveza, gaseosa ó cualquier otra bebida sin eructar en la mesa (ejercicios prácticos, con un experto gastroenterólogo como invitado).
* MÓDULO 4: Curso de Cocina
- Nivel 1 (principiantes): Los electrodomésticos: ON= encendido, OFF= apagado.
- Nivel 2 (avanzado): Mi primera sopa instantánea sin quemar la casa. Ejercicios prácticos: Hervir el agua.
CURSO INTENSIVO:POR RAZONES DE DIFICULTAD Y DE ENTENDIMIENTO DE LOS TEMAS, EL CUPO ES DE MAXIMO DE 8 PARTICIPANTES.
TEMA 1: Último descubrimiento científico: Cocinar y tirar la basura NO provoca impotencia ni cuadriplejia (prácticas en laboratorio).
TEMA 2: Cómo bajar la tapa del inodoro paso a paso (Clase Teórica-práctica, con repaso durante una semana).
TEMA 3: El rollo de papel higiénico: Leyenda ó realidad .- ¿ El papel higiénico nace empotrado en la pared, al lado del inodoro?. 'Cómo cambiar el Tubo vacío'. (Teleconferencia con la Universidad de Harvard).
TEMA 5: Por qué NO es un delito REGALAR FLORES a su pareja aunque lleve muchos años con ella.
TEMA 6: Uno y la electricidad: Ventajas económicas de contactar a un técnico competente para las reparaciones, aún para las más básicas.
TEMA 7: Rompiendo el mito: Los hombres que conducen pueden pedir información si se pierden, sin correr el riesgo de parecer impotentes. (IMPACTANTES TESTIMONIOS).
TEMA 8: No es necesario agitar las sábanas después de haber emitido gases intestinales (ejercicios de reflexión).
TEMA 9: La plancha II: Ubicación en el armario después de usarlA.
TEMA 10: Los detergentes: Dosificación, consumo, utilización... Prácticas para evitar daños irreparables a la casa.
TEMA 11: La lavadora de ropa: Ese gran misterio del hogar.
TEMA 12: Diferencias fundamentales entre el cesto de la ropa sucia el colgador del baño y el piso (Ejercicios en laboratorios con musicoterapia).
TEMA 13: El hombre en el asiento del acompañante: Es posible no hablar ó agitarse convulsivamente mientras ella conduce y/o se estaciona (Ejercicios con Yoga).
TEMA 14: La taza ó vasos del desayuno, comida ó cena: ¿Los utencilios se desplazan solos hasta el fregadero? Ejercicios dirigidos por David Copperfield. POR ARTE DE MAGIA.
TEMA 15: Analizar a profundidad las causas anatómicas, fisiológicas y/o psicológicas que no le permiten al hombre secar el baño después de ducharse.
ENVÍA ESTE E-MAIL A MUJERES INTELIGENTES QUE NECESITEN UNA BUENA SONRISA Y A LOS HOMBRES QUE PIENSES QUE PUEDAN SOPORTARLO
Reacciones antifeministas
"Sistemáticamente, tras una época de expansión y éxitos de las mujeres, viene a continuación una virulenta reacción patriarcal. Contra el nacimiento del feminismo en la Revolución francesa, se alzaron la guillotina y el Código napoléonico; frente a la victoria, tan trabajada de las sufragistas y la obtención del derecho al voto y por lo tanto la expansión de la democracia con el sufragio universal, se alzó la mística de la feminidad con toda su parafernalia. Tras la sacudida del feminismo radical, se alzó la reacción conservadora de los años ochenta liderada por Ronald Reagan en Estados Unidos y Margaret Thatcher en Inglaterra. Fue en ese momento cuando apareció la moda de la supermujer (superwoman), escondiendo, tras ese nombre tan rimbombante, la explotación que supone la doble jornada -trabajar fuera y dentro de casa- y además, ser una madre perfecta, amante excepcional y siempre guapa, por supuesto. Simultáneamente, se desarrollaron teorías de que tanto esfuerzo no merecía la pena, así que era mejor volver a casa. "La última reacción antifeminista no se desencadenó porque las mujeres hubieran conseguido plena igualdad con los hombres, sino porque parecía posible que llegaran a conseguirla." (Faludi, Susan. "Reacción. La guerra no declarada contra la mujer moderna. Anagrama. Barcelona. 1993). "
Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona. 2005.
Varela, Nuria. Feminismo para principiantes. Ediciones B. Barcelona. 2005.
Exponerse o no exponerse
Esta es la cuestión en éste y en todos los blogs: ¿Qué mostramos, qué ocultamos, qué tan real, qué tan ficticio es lo que alguien cuenta aquí? ¿Quién es ese alguien: es mi yo más profundo o acaso el más superficial?
Una amiga mee dijo que no le gustaba ver tan expuestos mis dolores más profundos. La tranquilicé: si de algo he pecado en mi vida ha sido de ocultamiento y este espacio, para mí, es un archivo de mí misma, ul álbun de fotos sin fotos que me recuerda lo caleidoscópica que puede ser mi vida.
Me gusta escribir aquí todo lo que se me viene a la cabeza. Me gusta la sensación ambigua de ser-no ser leída. Me gusta.
Una amiga mee dijo que no le gustaba ver tan expuestos mis dolores más profundos. La tranquilicé: si de algo he pecado en mi vida ha sido de ocultamiento y este espacio, para mí, es un archivo de mí misma, ul álbun de fotos sin fotos que me recuerda lo caleidoscópica que puede ser mi vida.
Me gusta escribir aquí todo lo que se me viene a la cabeza. Me gusta la sensación ambigua de ser-no ser leída. Me gusta.
Mirada objetiva sobre mi futuro
Juana Bignozzi - mirada objetiva sobre mi futuro
no crearemos con mi círculo íntimo grandes formas de la eternidad
sostenidos por la alegría de estos pedazos que han empezado a saltar
poco a poco sabemos que vamos a olvidar las flores de papel colgadas en la pared
el diario al amanecer
vamos a perder el miedo a la oscuridad a la soledad
confiaremos en la memoria de los otros
y en la mía
yo que escribí libros sostenidos por la palabra amigos
sé ahora que mis hermanos sólo conocen de mí
referencias, algunos las voz
ninguno mi nombre real
vidas paralelas para esquivar -aunque más no sea-
la inutilidad que nos habían preparado
ese juego entre vencidos a veces inocentes.
no crearemos con mi círculo íntimo grandes formas de la eternidad
sostenidos por la alegría de estos pedazos que han empezado a saltar
poco a poco sabemos que vamos a olvidar las flores de papel colgadas en la pared
el diario al amanecer
vamos a perder el miedo a la oscuridad a la soledad
confiaremos en la memoria de los otros
y en la mía
yo que escribí libros sostenidos por la palabra amigos
sé ahora que mis hermanos sólo conocen de mí
referencias, algunos las voz
ninguno mi nombre real
vidas paralelas para esquivar -aunque más no sea-
la inutilidad que nos habían preparado
ese juego entre vencidos a veces inocentes.
domingo, 2 de noviembre de 2008
sábado, 1 de noviembre de 2008
El señor Big es un hijo de puta
Sex and the city, tercera temporada. Catarsis total para mí: Carrie encuentra un buen amor, un hombre bueno y cariñoso. Big, que le había partido el corazón y casado con otra hacía siete meses, reaparece para decirle que su matrimonio no funciona y que "¡La ama!". Ella se pierde a sí misma acostándose con él a escondidas, ella acepta acostarse con él en la cama de la esposa, ella como de la heladera de la esposa, ella está en la casa sola cuando la esposa vuelve, las dos mujeres corren por las escaleras, la esposa se golpea y Carrie la lleva al hospital. Espanosa situación, hombre espantosos que pone a dos mujeres en esa situación. ¡Hijo de la gran puta!
Y no es que lo que siente Big sea falso, él realmente ama a Carrie pero su amor es una mierda, es veneno, es dolor y enfermedad, arruina la vida de Carrie que va y le confiesa su traición al novio, que la deja porque no es capaz de superar el dolor.
Aprenderé.
Y no es que lo que siente Big sea falso, él realmente ama a Carrie pero su amor es una mierda, es veneno, es dolor y enfermedad, arruina la vida de Carrie que va y le confiesa su traición al novio, que la deja porque no es capaz de superar el dolor.
Aprenderé.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...