"Yo quiero ser tu negro del camión.
Yo quiero ser tu cerdo picarón.
Quiero hacerte las cosas más sucias
de modo elegante."
jueves, 31 de julio de 2008
Illusio viril
"Como dice Pierre Bourdieu: "Para alabar a un hombre, basta con decir de él que es un hombre." Esa es la illusio viril. Y subraya el esfuerzo patético que se requiere para estar a la altura de esa idea de hombre y el dolor que produce no lograrlo. (...)
Siguiendo el ejemplo de las feministas que protestan contra los roles tradicionales que les han sido asignados, los hombres expresan su deseo de liberarse de las obligaciones de la illusio viril. En los EEUU, los teóricos de las ciencias humanas discuten sobre el ideal masculino, considerado como fuente de alienación y causa de desavenencia con las mujeres. En esos años 70 que vieron aparecer los primeros trabajos científicos sobre la masculinidad, predomina el tono de pasión que acompaña a toda denuncia. Una especie de furor impulsa a cuestionar la norma y a mostrar las contradicciones que ésta le impone al macho humano. Pero al placer de la denuncia y de la destrucción del modelo le sigue, en los años 80, un período de pesada y angustiosa incertidumbre. El hombre empieza a ser considerado más como un problema que como un hecho dado. La australiana Lynne Segal y la norteamericana Catherine Stimpon, dos especialistas en el tema, llegan a la misma conclusión: "El hombre se ha vuelto un verdadero misterio." Su esencia, su virilidad, se ve amenazada en su unidad. La clase, la edad, la raza o la preferencia sexual se convierten en factores de diferenciación masculina y los angloamericanos ya sólo hablan de masculinidad en plural."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993.
Siguiendo el ejemplo de las feministas que protestan contra los roles tradicionales que les han sido asignados, los hombres expresan su deseo de liberarse de las obligaciones de la illusio viril. En los EEUU, los teóricos de las ciencias humanas discuten sobre el ideal masculino, considerado como fuente de alienación y causa de desavenencia con las mujeres. En esos años 70 que vieron aparecer los primeros trabajos científicos sobre la masculinidad, predomina el tono de pasión que acompaña a toda denuncia. Una especie de furor impulsa a cuestionar la norma y a mostrar las contradicciones que ésta le impone al macho humano. Pero al placer de la denuncia y de la destrucción del modelo le sigue, en los años 80, un período de pesada y angustiosa incertidumbre. El hombre empieza a ser considerado más como un problema que como un hecho dado. La australiana Lynne Segal y la norteamericana Catherine Stimpon, dos especialistas en el tema, llegan a la misma conclusión: "El hombre se ha vuelto un verdadero misterio." Su esencia, su virilidad, se ve amenazada en su unidad. La clase, la edad, la raza o la preferencia sexual se convierten en factores de diferenciación masculina y los angloamericanos ya sólo hablan de masculinidad en plural."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993.
Fantasmas vegetales
FANTASMAS VEGETABLES
Que los árboles, arbustos y otras espacies vegetales también son capaces de sentir miedo, lo prueba el hecho de que existan las plantas fantasmas. Qué objeto tendría, en efecto, la súbita aparición de almas vegetales, su posibilidad de escapar por momentos del Otro Mundo, si sus congéneres no se asustaran de ellas.
Estos ectoplasmas, casi tan silenciosos como lo fueron en vida, emiten apenas un susurro apagado pero constante, como si sus hojas y sus ramas o tallos se entrechocaran suavemente al ritmo de un viento invisible: ningún movimiento agita las copas inmóviles y transparentes. Los fantasmas vegetales sólo pueden ser percibidos por seres de su mismo reino.
Que los hongos, setas y trufas posean asimismo la facultad de atemorizarse, es algo que hasta ahora no ha sido comprobado. Pero se investiga, señores, se investiga.
Ana María Shua, en Botánica del caos.
Que los árboles, arbustos y otras espacies vegetales también son capaces de sentir miedo, lo prueba el hecho de que existan las plantas fantasmas. Qué objeto tendría, en efecto, la súbita aparición de almas vegetales, su posibilidad de escapar por momentos del Otro Mundo, si sus congéneres no se asustaran de ellas.
Estos ectoplasmas, casi tan silenciosos como lo fueron en vida, emiten apenas un susurro apagado pero constante, como si sus hojas y sus ramas o tallos se entrechocaran suavemente al ritmo de un viento invisible: ningún movimiento agita las copas inmóviles y transparentes. Los fantasmas vegetales sólo pueden ser percibidos por seres de su mismo reino.
Que los hongos, setas y trufas posean asimismo la facultad de atemorizarse, es algo que hasta ahora no ha sido comprobado. Pero se investiga, señores, se investiga.
Ana María Shua, en Botánica del caos.
Mi perro
Mi Negro, el guardián de la cuadra, el que vino de la calle a cuidarnos a mis hijos e hija, a mi casa y a mí después de que mi Negrita se nos murió en el verano del 2006.
Mi Negro... acaba de matarlo el colectivo que pasa por la puerta de mi casa. Dijo una vecina que no fue culpa del chofer, que se estaba peleando con otro perro y se tiraron los dos bajo las ruedas. Los mató instantáneamente a los dos.
Mi hijo mayor y yo acabamos de enterrar al mío, y el otro perro sigue tirado en la vereda. Tengo que llorar ahora la muerte de mi bicho y llorarla por mí y por mi hijo y por mi hija y por mi hijito menor. Lloramos y no es posible escaparse.
Mi Negro... acaba de matarlo el colectivo que pasa por la puerta de mi casa. Dijo una vecina que no fue culpa del chofer, que se estaba peleando con otro perro y se tiraron los dos bajo las ruedas. Los mató instantáneamente a los dos.
Mi hijo mayor y yo acabamos de enterrar al mío, y el otro perro sigue tirado en la vereda. Tengo que llorar ahora la muerte de mi bicho y llorarla por mí y por mi hijo y por mi hija y por mi hijito menor. Lloramos y no es posible escaparse.
Las invasiones bárbaras
La peli debe ser buena, el francés canadiense se escuchaba genial, pero qué mal me hizo anoche. No quiero pensar en la muerte: ni en la del protagonista cuya enfermedad terminal hace que se replantee todo lo que hizo y lo que no hizo, ni en la mía, ni en la de mi mamá.
Quiero creer que tendré mucho tiempo para vivir. Y sé que ningún tiempo me será demasiado.
Quiero creer que tendré mucho tiempo para vivir. Y sé que ningún tiempo me será demasiado.
miércoles, 30 de julio de 2008
Resistiré
"Resistiré para seguir viviendo
me volveré de hierro para endurecer la piel.
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
resistiré, resistiré."
me volveré de hierro para endurecer la piel.
Y aunque los vientos de la vida soplen fuerte
resistiré, resistiré."
martes, 29 de julio de 2008
"Sé hombre"
" Ser hombre es una expresión que se usa más en imperativo que en indicativo. La orden, tantas veces oída de "Sé hombre", implica que no es algo que se dé por sentado y que la virilidad puede no ser tan natural como se pretende. Y significa, además, que el hecho de detentar un cromosoma Y u órganos sexuales masculinos no basta para circunscribir al macho humano. Ser hombre implica un trabajo, un esfuerzo. No sucede lo mismo con la mujer. Así como no suele oírse: "Sé una mujer", como un llamado al orden, la exhortación al niño, al adolescente, e incluso al hombre adulto es lugar común en la mayoría de las sociedades. Actuamos, sin tener plena conciencia de ello, como si la feminidad fuera algo natural e ineluctable y la masculinidad debiera adquirirse y pagarse caro. Desde el momento en que se le exigen al hombre pruebas de virilidad es porque ni él mismo ni los que lo rodean están convencidos de su identidad sexual. "Prueba que eres hombre" es el reto permanente al que se enfrenta cualquier ser humano de género masculino."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993.
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993.
lunes, 28 de julio de 2008
Don Quijote y Drumond de Andrade
CARLOS DRUMMOND de ANDRADE dixit :
DON Quijote
(Fragm.)
I
Soneto de la locura
Es rica, mi pobre casa, en quimeras
y voy sin destino lidiando espantos,
mi nombre ha de romper obscuras eras,
tal cual Pentapolín, rey Garamanta.
Ronda mi mente un tropel de batallas
jamás vistas en tierra, mar o infierno.
Si de la cocina escapa olor de ajo
me huele a aroma de la gloria eterna.
Doncellas a salvar, mil en la Tierra
y yo parto y mi rocín, chispa, grito,
fin a entuertos, héroe de seda y fierro,
y no duermo, angustiado, y ceno nubes
con la obsesión de que al fin la bendita
Edad de Oro de las alturas baje.
II
Consagración
Rocinante
pasta la hierba del sosiego.
La Mancha entera está en calma.
La llama oculta arde
en esta vehemente España interior.
De rodillas y ojos visionarios
me consagro caballero, andante, amante
de amor cortés para mi dama,
cristal perfecto de la perfección.
De aquí en adelante
he de girar, circunvagar, combatir
los errores, la falsedad
y cosechar, del pecho ensangrentado,
la palma esquiva y rara
que ha de ceñirme la frente
con las manos del Amor-Amante.
La fama
en la hierba rala
que Rocinante come
se guarda para mí,
la siento en todo,
en la sed que bebo
y en el viento que me arrastra.
III
El fino propósito
Caña de pescar
pescando en el aire,
saltamontes montado
en magro corcel,
espectro de grillo
ciñendo loriga,
hilo de coser
que tuerce la brisa,
relámpago
ingenuo
furor
de solitarias horas en vela
cuando el designio invade
la noche obscura.
Espolea
al caballo,
espolea
al sin fin.
IV
Convite a la gloria
Juntos en la polvareda de las encrucijadas
conquistaremos la gloria.
- ¿Y de qué me sirve?
-Nuestros nombres resonarán
en las campanas de bronce de la Historia
- ¿Y de qué me sirve?
- Nadie jamás, en ninguno de los puntos cardinales
será tan grande.
- ¿Y de qué me sirve?
- Las más inaccesibles princesas se curvarán
a nuestro paso
- ¿Y de qué me sirve?
- Por tu valor y por tu fervor
tendrás una isla de oro y esmeralda
- ¡Eso me sirve!
V
Uno en cuatro
A Z
b y
A&B Z&Y
Ab yZ
AByZ
cuatrigerminados
cuatrimiembra jornada
cuatripartida anhelo
cuatrivaliente búsqueda
ansia unificada
uncaballerouncaballounjumentounescudero
VI
El derrotado invencible
- ¡Gigantes!
(Molinos
de viento...)
- ¡Maldita
hechicería
signo
del ardid!
(Molinos y molinos
de viento...)
- ¡Gigantes!
Sus brazos
de acero
¿me quiebran
la espina,
me vuelven
harina?
Pero brilla
San Telmo
que rige
e ilumina
mi valor.
Adolorido
molido
caído
perdido
curtido
muerto
yo sigo
persigo
lo celene
intento:
por la justicia en el mundo
lucho, iracundo
VIII
Lana y piedra
- ¡Mira a Alifanfarón y a sus guerreros!
¡Mira a Brandabarbarán y a Miulina!
¡Ve a Micocolembo y a Timonel!
- Señor, yo sólo veo unos carneros.
La lanza en ristre avanza y hiere a la lana,
traspasa ovejas como si atravesase
el corazón de fieros enemigos
- Basta, señor, esta pelea es vana.
(No basta, no, hasta que la boca sangre
y salten los dientes,
se quiebren las costillas
y el cuerpo ruede
colchón de dolores
del héroe vencido,
no por Alí
sino a pedradas
de los pastores
enfurecidos.)
IX
Esdrujulerías de amor penitente
En esta tierra, páramo de mi soledad
a donde no llega la música
de la voz de Dulcinea
que por mí no suspira,
y que mal sabe que existo,
voy a hacer penitencia
de amor.
Voy a lamentar mis penas,
y a conmover a las piedras
lavándolas con lágrimas,
rompiéndolas a gritos,
voy a enloquecer a las águilas,
a cautivar hipogrifos
y a acariciar serpientes,
me arrancaré la vestimenta
de fierro y de grandeza
y sin calzones, ya desnudo
con los documentos del sexo
cínicamente expuestos,
para que aves y plantas
disfruten del espectáculo,
haré mil muecas,
la cabeza en el piso y los pies al aire
dando piruetas
saltos mortales vitales
de amor
de amor
de amor.
X
Petición genuflexa
¡Oh! terribel
azote del demonio.
¡Oh! benigno
defensor de humillados
parapeto y amparo de la honra
espejo de galantería
dueño de olorosas y machas virtudes
roca de la voluntad en movimiento
constante,
satisface, mi amo, este requerimiento.
La ínsula
la ínsula
la ínsula prometida
esa maldita ínsula
dámela con urgentísima presteza.
Cubro de besos vuestras manos
por mí y por Teresa
futura prima dama
Panza.
XII
Pleito y contentamiento
- La fatigada fiesta de correr
peligros sin moneda
ya me pesa en los huesos.
Exijo mi salario de locura
y la suma del tiempo de servicio.
- Amigo Sancho, vete a la mierda,
que no aprecio favores mercenarios
y puedo tener doscientos escuderos
sólo ambiciosos del renombre eterno.
- Señor, ¿dejaros? Nunca.
Ya me derrito en lloro arrepentido.
Sigo con vosotros, sigo
hasta el ultísimo peligro
sin otra paga que vuestro afecto.
Abracémonos pues, de almas lavadas,
que mi destino es ser
a vuestro lado
el caldo grueso junto al vino fino.
XIX
Soliloquio de la renuncia
Vuelvo por los caminos
en mi búsqueda;
que de mí yo me perdí
cuando me sentí gobierno.
Gobernar, qué tontería;
blanda prisión
de insomnios y cuidados.
¿De qué sirve vigilar
el interés de los hombres,
castigarlos o premiarlos,
si a Sancho el libre
labrador de otros tiempos
lo esclavizó el poder?
¿Si con su buey y su perro
su comarca niña
y todo lo que cupiera
en sus campos,
en ese imperio,
se gobernaría a sí mismo?
Por los caminos vuelvo
buscando a Sancho
para de nuevo Sancho
saberme y constatarme
con redoblado placer.
XX
En el camino de Zaragoza
Eran pastoras de sol
ninfas doradas
brotando de la corteza de los árboles
para cercarme
entre murmullos de plata líquida
y mariposas cintilantes.
Ahora, toros
furiobufantes
me envuelven, derrumban y pisan,
entre lanzas y arreos enemigos
y el tropel de un combate que no me hará callar:
En estos bosques proclamo la belleza
de ninfas y pastoras
y la belleza mayor, que el eco prolonga
de Dulcineaneaneanea.
XV
El recado
Caballero que cae del caballo
parado
y ¡plas! lastima el cuerpo en el suelo
raspado...
¿Fue por artes, tal vez, del escudero
culpado?
No. Su destino está para siempre
trazado:
Cae de espaldas o dando cabriolas
mareado.
De ese modo nos deja su triste
recado,
de saber, cada día, su juego
frustrado
y, otra vez, en el barro, inventarlo
mayor.
XXI
Nocturno antefinal
Duerme, Alonso Quijano.
Peleaste más de lo que ninguna pelea
(y perdiste).
Amaste más de lo que el amor se deja amar.
El ímpetu
el sereno
la desmesura,
fábulas que daban rumbo al sin rumbo
de tu vida llevada a golpes
y a culatazos,
¿de qué sirvió el todo de esa nada?
Villanos discuten y luchan a brazo partido
mientras duermes.
Neutras estatuas de alimañas velan
la arena obscura de tu sueño
desnudo de todo encantamiento.
Duerme, Alonso, andante
petrificado
caballero-desengaño.
Del libro:
DON Quijote
l DRUMMOND
l PORTINARI
Traducción de Edmundo Font
© Editora José Aguilar Ltda., Río de Janeiro, Brasil, 1960
D.R. © CONAFE, 1985. - México -
DON Quijote
(Fragm.)
I
Soneto de la locura
Es rica, mi pobre casa, en quimeras
y voy sin destino lidiando espantos,
mi nombre ha de romper obscuras eras,
tal cual Pentapolín, rey Garamanta.
Ronda mi mente un tropel de batallas
jamás vistas en tierra, mar o infierno.
Si de la cocina escapa olor de ajo
me huele a aroma de la gloria eterna.
Doncellas a salvar, mil en la Tierra
y yo parto y mi rocín, chispa, grito,
fin a entuertos, héroe de seda y fierro,
y no duermo, angustiado, y ceno nubes
con la obsesión de que al fin la bendita
Edad de Oro de las alturas baje.
II
Consagración
Rocinante
pasta la hierba del sosiego.
La Mancha entera está en calma.
La llama oculta arde
en esta vehemente España interior.
De rodillas y ojos visionarios
me consagro caballero, andante, amante
de amor cortés para mi dama,
cristal perfecto de la perfección.
De aquí en adelante
he de girar, circunvagar, combatir
los errores, la falsedad
y cosechar, del pecho ensangrentado,
la palma esquiva y rara
que ha de ceñirme la frente
con las manos del Amor-Amante.
La fama
en la hierba rala
que Rocinante come
se guarda para mí,
la siento en todo,
en la sed que bebo
y en el viento que me arrastra.
III
El fino propósito
Caña de pescar
pescando en el aire,
saltamontes montado
en magro corcel,
espectro de grillo
ciñendo loriga,
hilo de coser
que tuerce la brisa,
relámpago
ingenuo
furor
de solitarias horas en vela
cuando el designio invade
la noche obscura.
Espolea
al caballo,
espolea
al sin fin.
IV
Convite a la gloria
Juntos en la polvareda de las encrucijadas
conquistaremos la gloria.
- ¿Y de qué me sirve?
-Nuestros nombres resonarán
en las campanas de bronce de la Historia
- ¿Y de qué me sirve?
- Nadie jamás, en ninguno de los puntos cardinales
será tan grande.
- ¿Y de qué me sirve?
- Las más inaccesibles princesas se curvarán
a nuestro paso
- ¿Y de qué me sirve?
- Por tu valor y por tu fervor
tendrás una isla de oro y esmeralda
- ¡Eso me sirve!
V
Uno en cuatro
A Z
b y
A&B Z&Y
Ab yZ
AByZ
cuatrigerminados
cuatrimiembra jornada
cuatripartida anhelo
cuatrivaliente búsqueda
ansia unificada
uncaballerouncaballounjumentounescudero
VI
El derrotado invencible
- ¡Gigantes!
(Molinos
de viento...)
- ¡Maldita
hechicería
signo
del ardid!
(Molinos y molinos
de viento...)
- ¡Gigantes!
Sus brazos
de acero
¿me quiebran
la espina,
me vuelven
harina?
Pero brilla
San Telmo
que rige
e ilumina
mi valor.
Adolorido
molido
caído
perdido
curtido
muerto
yo sigo
persigo
lo celene
intento:
por la justicia en el mundo
lucho, iracundo
VIII
Lana y piedra
- ¡Mira a Alifanfarón y a sus guerreros!
¡Mira a Brandabarbarán y a Miulina!
¡Ve a Micocolembo y a Timonel!
- Señor, yo sólo veo unos carneros.
La lanza en ristre avanza y hiere a la lana,
traspasa ovejas como si atravesase
el corazón de fieros enemigos
- Basta, señor, esta pelea es vana.
(No basta, no, hasta que la boca sangre
y salten los dientes,
se quiebren las costillas
y el cuerpo ruede
colchón de dolores
del héroe vencido,
no por Alí
sino a pedradas
de los pastores
enfurecidos.)
IX
Esdrujulerías de amor penitente
En esta tierra, páramo de mi soledad
a donde no llega la música
de la voz de Dulcinea
que por mí no suspira,
y que mal sabe que existo,
voy a hacer penitencia
de amor.
Voy a lamentar mis penas,
y a conmover a las piedras
lavándolas con lágrimas,
rompiéndolas a gritos,
voy a enloquecer a las águilas,
a cautivar hipogrifos
y a acariciar serpientes,
me arrancaré la vestimenta
de fierro y de grandeza
y sin calzones, ya desnudo
con los documentos del sexo
cínicamente expuestos,
para que aves y plantas
disfruten del espectáculo,
haré mil muecas,
la cabeza en el piso y los pies al aire
dando piruetas
saltos mortales vitales
de amor
de amor
de amor.
X
Petición genuflexa
¡Oh! terribel
azote del demonio.
¡Oh! benigno
defensor de humillados
parapeto y amparo de la honra
espejo de galantería
dueño de olorosas y machas virtudes
roca de la voluntad en movimiento
constante,
satisface, mi amo, este requerimiento.
La ínsula
la ínsula
la ínsula prometida
esa maldita ínsula
dámela con urgentísima presteza.
Cubro de besos vuestras manos
por mí y por Teresa
futura prima dama
Panza.
XII
Pleito y contentamiento
- La fatigada fiesta de correr
peligros sin moneda
ya me pesa en los huesos.
Exijo mi salario de locura
y la suma del tiempo de servicio.
- Amigo Sancho, vete a la mierda,
que no aprecio favores mercenarios
y puedo tener doscientos escuderos
sólo ambiciosos del renombre eterno.
- Señor, ¿dejaros? Nunca.
Ya me derrito en lloro arrepentido.
Sigo con vosotros, sigo
hasta el ultísimo peligro
sin otra paga que vuestro afecto.
Abracémonos pues, de almas lavadas,
que mi destino es ser
a vuestro lado
el caldo grueso junto al vino fino.
XIX
Soliloquio de la renuncia
Vuelvo por los caminos
en mi búsqueda;
que de mí yo me perdí
cuando me sentí gobierno.
Gobernar, qué tontería;
blanda prisión
de insomnios y cuidados.
¿De qué sirve vigilar
el interés de los hombres,
castigarlos o premiarlos,
si a Sancho el libre
labrador de otros tiempos
lo esclavizó el poder?
¿Si con su buey y su perro
su comarca niña
y todo lo que cupiera
en sus campos,
en ese imperio,
se gobernaría a sí mismo?
Por los caminos vuelvo
buscando a Sancho
para de nuevo Sancho
saberme y constatarme
con redoblado placer.
XX
En el camino de Zaragoza
Eran pastoras de sol
ninfas doradas
brotando de la corteza de los árboles
para cercarme
entre murmullos de plata líquida
y mariposas cintilantes.
Ahora, toros
furiobufantes
me envuelven, derrumban y pisan,
entre lanzas y arreos enemigos
y el tropel de un combate que no me hará callar:
En estos bosques proclamo la belleza
de ninfas y pastoras
y la belleza mayor, que el eco prolonga
de Dulcineaneaneanea.
XV
El recado
Caballero que cae del caballo
parado
y ¡plas! lastima el cuerpo en el suelo
raspado...
¿Fue por artes, tal vez, del escudero
culpado?
No. Su destino está para siempre
trazado:
Cae de espaldas o dando cabriolas
mareado.
De ese modo nos deja su triste
recado,
de saber, cada día, su juego
frustrado
y, otra vez, en el barro, inventarlo
mayor.
XXI
Nocturno antefinal
Duerme, Alonso Quijano.
Peleaste más de lo que ninguna pelea
(y perdiste).
Amaste más de lo que el amor se deja amar.
El ímpetu
el sereno
la desmesura,
fábulas que daban rumbo al sin rumbo
de tu vida llevada a golpes
y a culatazos,
¿de qué sirvió el todo de esa nada?
Villanos discuten y luchan a brazo partido
mientras duermes.
Neutras estatuas de alimañas velan
la arena obscura de tu sueño
desnudo de todo encantamiento.
Duerme, Alonso, andante
petrificado
caballero-desengaño.
Del libro:
DON Quijote
l DRUMMOND
l PORTINARI
Traducción de Edmundo Font
© Editora José Aguilar Ltda., Río de Janeiro, Brasil, 1960
D.R. © CONAFE, 1985. - México -
Los argentinos y el sexismo, por Mempo Giardinelli
Los Argentinos y el Sexismo
Por Mempo Giardinelli
Como casi todos los pueblos, los argentinos consideramos a la mujer, a priori, como un objeto. Objeto de deseo, instrumento para las pasiones masculinas, sujeto de moralina e hipocresía y depositaria inconsulta de valores esencialmente masculinos (o decretados por el macho de la especie), existe además entre nosotros la clásica diferenciación entre "la mujer santa" (madre, hermana, novia, esposa, hija) y la "puta" cualidad esta que se le atribuye a todas las demás.
Estos supuestos "valores" de los que la mujer es depositaria, mensajera, y también educadora y trasmisora, le fueron confiados por designio de la tradición española: la escolástica más reaccionaria que se difundió por estas tierras durante generaciones y cuya conservación y predica ha estado y está a cargo de la concepción más ultramontana del catolicismo vernáculo. Esa concepción es la que somete a la mujer al puro rol de imagen, y ni siquiera imagen propia, sino de la imagen que de ella tienen los varones: virgen, decente, pura, mansa, pasiva, silenciosa, capaz de ser sufrida, estoica, pudorosa, protectora, madre…
La mujer es una "idola" o sea una falsa diosa. En ciertos casos, cuando sus cuerpos son exuberantes pasan a ser "potras", "yeguas".
La mujer, como todos los ídolos, es propietaria de "fuerzas magnéticas"…la mujer no busca…atrae y el centro de atracción es su sexo, oculto, pasivo…de ahí surge la idea de la "maldad", de la mujer asociada a la actividad, la que busca es la puta…la que abandona, la infiel…la que tiene voluntad y procede en consecuencia es "la bruja" la "jodida" o simplemente "esa puta de mierda" esa "histérica de mierda".
Nosotros hemos sidos educados con estas concepciones, y aún se imparten, lamentablemente, estos "modelos".
En mi caso, fui aprendiendo a conocer a la mujer, y continuo haciéndolo, por lo que me considero un poco más hombre…fui desde misógino a machista, luego mujeriego, producto estas "condiciones" de la educación que recibimos, la "educación machista, sexista, autoritaria y represora" tuve muchas mujeres, me case y me separe… incapaz de poder entender, de dar sin pedir nada a cambio, y lo peor de todo, incapaz de escuchar la voz de mi propia ternura…fui un infeliz!
El machismo es una "lacra" cuyas consecuencias no solo sufren las mujeres, los hombres también lo padecemos, porque nos deja siempre solos, en un inmenso páramo de incertidumbre, incomprensión y autoritarismo.
Es sabido que somos diferentes, morfológicamente diferentes, y una diferencia es por sobre todo, un territorio desconocido que siempre es fascinante descubrir .
Nos educan para rechazar…esta sociedad pacata, conservadora (a propósito ¿Qué es lo que quiere conservar?) nos educa para la "unicidad", para los dogmas que no admiten diferencias.
Creo que es mejor, y éticamente superior, procurar descubrir lo desconocido, indagar en lo "diferente" en "lo otro", ese es el camino del conocimiento, la cultura es un camino hacia el conocimiento, el desconocimiento es un síntoma de la ignorancia , su delación más vil.
Para los hombres vernos en la mujer es la mejor ocasión para "aprender a mirar" y "mirar-nos", saber ver siempre es una aventura, pero hay que tener rigor intelectual o al menos osadía para ir al encuentro de lo "desconocido".
Se sabe que lo desconocido conlleva el inevitable rechazo, pero debemos superarlo, ya que todo rechazo es reaccionario, "rechazar es trabajar por la ignorancia".
Tal vez así, cuando dejemos de rechazar llegaremos a un estadio ideal, nos demos cuenta que un hombre puede ser "feminista" como una mujer "varonista" y conocernos, completarnos, complementarnos alejados de toda connotación "sexista" rechazante y finalmente autoritaria.
Esta lejos ese día, pero llegara el momento en que "feminismo" y varonismo" serán dos adjetivos prescindibles y entonces, cuando ya no nos divida sexismo alguno, porque convengamos, "las virtudes como las limitaciones no saben de sexo" seremos más humanos.
Los hombres que pretendemos dejar nuestro "mandato machista" debemos estar alertas, debemos trabajar y prepararnos intelectualmente para abolirlo, porque no hay más excepcionalidad que una mente lúcida, ni más peculiaridad que una inteligencia alerta, debemos hacerlo aún a sabiendas que quizás nunca conseguiremos una "abolición completa".
Los hombres también sufrimos las consecuencias del machismo, por eso creo que la mujer no debe "perdonarnos por no saber lo que hacemos" pero tampoco condenarnos por nuestra insensatez, nuestra ignorancia. Sería interesante entonces que la mujer nos ayudara, el machismo es como esas enfermedades incurables, o como el alcoholismo, el tabaquismo, etc. el hombre debe vivir bajo un estricto control de su conducta, un férreo autocontrol que le llevara una gran parte de su vida.
El machismo no es sino una de las caras del miedo, no tener la osadía de mirar el mundo en forma diferente, no aceptar al otro como diferente, a la mujer como diferente, es de una cobardía intelectual, al menos para mí, inadmisible.
Sino entendemos que tanto machismo como feminismo son la misma enfermedad "el temor a descubrir, a descubrirnos" a lo diferente, entonces no despojaremos a estas actitudes de la lacra que conllevan y jamás lograremos superarnos, ser "mas humanos".
Por Mempo Giardinelli
Como casi todos los pueblos, los argentinos consideramos a la mujer, a priori, como un objeto. Objeto de deseo, instrumento para las pasiones masculinas, sujeto de moralina e hipocresía y depositaria inconsulta de valores esencialmente masculinos (o decretados por el macho de la especie), existe además entre nosotros la clásica diferenciación entre "la mujer santa" (madre, hermana, novia, esposa, hija) y la "puta" cualidad esta que se le atribuye a todas las demás.
Estos supuestos "valores" de los que la mujer es depositaria, mensajera, y también educadora y trasmisora, le fueron confiados por designio de la tradición española: la escolástica más reaccionaria que se difundió por estas tierras durante generaciones y cuya conservación y predica ha estado y está a cargo de la concepción más ultramontana del catolicismo vernáculo. Esa concepción es la que somete a la mujer al puro rol de imagen, y ni siquiera imagen propia, sino de la imagen que de ella tienen los varones: virgen, decente, pura, mansa, pasiva, silenciosa, capaz de ser sufrida, estoica, pudorosa, protectora, madre…
La mujer es una "idola" o sea una falsa diosa. En ciertos casos, cuando sus cuerpos son exuberantes pasan a ser "potras", "yeguas".
La mujer, como todos los ídolos, es propietaria de "fuerzas magnéticas"…la mujer no busca…atrae y el centro de atracción es su sexo, oculto, pasivo…de ahí surge la idea de la "maldad", de la mujer asociada a la actividad, la que busca es la puta…la que abandona, la infiel…la que tiene voluntad y procede en consecuencia es "la bruja" la "jodida" o simplemente "esa puta de mierda" esa "histérica de mierda".
Nosotros hemos sidos educados con estas concepciones, y aún se imparten, lamentablemente, estos "modelos".
En mi caso, fui aprendiendo a conocer a la mujer, y continuo haciéndolo, por lo que me considero un poco más hombre…fui desde misógino a machista, luego mujeriego, producto estas "condiciones" de la educación que recibimos, la "educación machista, sexista, autoritaria y represora" tuve muchas mujeres, me case y me separe… incapaz de poder entender, de dar sin pedir nada a cambio, y lo peor de todo, incapaz de escuchar la voz de mi propia ternura…fui un infeliz!
El machismo es una "lacra" cuyas consecuencias no solo sufren las mujeres, los hombres también lo padecemos, porque nos deja siempre solos, en un inmenso páramo de incertidumbre, incomprensión y autoritarismo.
Es sabido que somos diferentes, morfológicamente diferentes, y una diferencia es por sobre todo, un territorio desconocido que siempre es fascinante descubrir .
Nos educan para rechazar…esta sociedad pacata, conservadora (a propósito ¿Qué es lo que quiere conservar?) nos educa para la "unicidad", para los dogmas que no admiten diferencias.
Creo que es mejor, y éticamente superior, procurar descubrir lo desconocido, indagar en lo "diferente" en "lo otro", ese es el camino del conocimiento, la cultura es un camino hacia el conocimiento, el desconocimiento es un síntoma de la ignorancia , su delación más vil.
Para los hombres vernos en la mujer es la mejor ocasión para "aprender a mirar" y "mirar-nos", saber ver siempre es una aventura, pero hay que tener rigor intelectual o al menos osadía para ir al encuentro de lo "desconocido".
Se sabe que lo desconocido conlleva el inevitable rechazo, pero debemos superarlo, ya que todo rechazo es reaccionario, "rechazar es trabajar por la ignorancia".
Tal vez así, cuando dejemos de rechazar llegaremos a un estadio ideal, nos demos cuenta que un hombre puede ser "feminista" como una mujer "varonista" y conocernos, completarnos, complementarnos alejados de toda connotación "sexista" rechazante y finalmente autoritaria.
Esta lejos ese día, pero llegara el momento en que "feminismo" y varonismo" serán dos adjetivos prescindibles y entonces, cuando ya no nos divida sexismo alguno, porque convengamos, "las virtudes como las limitaciones no saben de sexo" seremos más humanos.
Los hombres que pretendemos dejar nuestro "mandato machista" debemos estar alertas, debemos trabajar y prepararnos intelectualmente para abolirlo, porque no hay más excepcionalidad que una mente lúcida, ni más peculiaridad que una inteligencia alerta, debemos hacerlo aún a sabiendas que quizás nunca conseguiremos una "abolición completa".
Los hombres también sufrimos las consecuencias del machismo, por eso creo que la mujer no debe "perdonarnos por no saber lo que hacemos" pero tampoco condenarnos por nuestra insensatez, nuestra ignorancia. Sería interesante entonces que la mujer nos ayudara, el machismo es como esas enfermedades incurables, o como el alcoholismo, el tabaquismo, etc. el hombre debe vivir bajo un estricto control de su conducta, un férreo autocontrol que le llevara una gran parte de su vida.
El machismo no es sino una de las caras del miedo, no tener la osadía de mirar el mundo en forma diferente, no aceptar al otro como diferente, a la mujer como diferente, es de una cobardía intelectual, al menos para mí, inadmisible.
Sino entendemos que tanto machismo como feminismo son la misma enfermedad "el temor a descubrir, a descubrirnos" a lo diferente, entonces no despojaremos a estas actitudes de la lacra que conllevan y jamás lograremos superarnos, ser "mas humanos".
Elogio de la mujer brava, por Héctor Abad
Elogio de la mujer brava
Por: Héctor Abad
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.
Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!!!!!
Por: Héctor Abad
A los hombres machistas, que somos como el 96 por ciento de la población masculina, nos molestan las mujeres de carácter áspero, duro, decidido. Tenemos palabras denigrantes para designarlas: arpías, brujas, viejas, traumadas, solteronas, amargadas, marimachas, etc. En realidad, les tenemos miedo y no vemos la hora de hacerles pagar muy caro su desafío al poder masculino que hasta hace poco habíamos detentado sin cuestionamientos. A esos machistas incorregibles que somos, machistas ancestrales por cultura y por herencia, nos molestan instintivamente esas fieras que en vez de someterse a nuestra voluntad, atacan y se defienden.
La hembra con la que soñamos, un sueño moldeado por siglos de prepotencia y por genes de bestias (todavía infrahumanos), consiste en una pareja joven y mansa, dulce y sumisa, siempre con una sonrisa de condescendencia en la boca. Una mujer bonita que no discuta, que sea simpática y diga frases amables, que jamás reclame, que abra la boca solamente para ser correcta, elogiar nuestros actos y celebrarnos bobadas. Que use las manos para la caricia, para tener la casa impecable, hacer buenos platos, servir bien los tragos y acomodar las flores en floreros. Este ideal, que las revistas de moda nos confirman, puede identificarse con una especie de modelito de las que salen por televisión, al final de los noticieros, siempre a un milímetro de quedar en bola, con curvas increíbles (te mandan besos y abrazos, aunque no te conozcan), siempre a tu entera disposición, en apariencia como si nos dijeran "no más usted me avisa y yo le abro las piernas", siempre como dispuestas a un vertiginoso desahogo de líquidos seminales, entre gritos ridículos del hombre (no de ellas, que requieren más tiempo y se quedan a medias).
A los machistas jóvenes y viejos nos ponen en jaque estas nuevas mujeres, las mujeres de verdad, las que no se someten y protestan y por eso seguimos soñando, más bien, con jovencitas perfectas que lo den fácil y no pongan problema. Porque estas mujeres nuevas exigen, piden, dan, se meten, regañan, contradicen, hablan y sólo se desnudan si les da la gana. Estas mujeres nuevas no se dejan dar órdenes, ni podemos dejarlas plantadas, o tiradas, o arrinconadas, en silencio y de ser posible en roles subordinados y en puestos subalternos. Las mujeres nuevas estudian más, saben más, tienen más disciplina, más iniciativa y quizá por eso mismo les queda más difícil conseguir pareja, pues todos los machistas les tememos.
Pero estas nuevas mujeres, si uno logra amarrar y poner bajo control al burro machista que llevamos dentro, son las mejores parejas. Ni siquiera tenemos que mantenerlas, pues ellas no lo permitirían porque saben que ese fue siempre el origen de nuestro dominio. Ellas ya no se dejan mantener, que es otra manera de comprarlas, porque saben que ahí -y en la fuerza bruta- ha radicado el poder de nosotros los machos durante milenios. Si las llegamos a conocer, si logramos soportar que nos corrijan, que nos refuten las ideas, nos señalen los errores que no queremos ver y nos desinflen la vanidad a punta de alfileres, nos daremos cuenta de que esa nueva paridad es agradable, porque vuelve posible una relación entre iguales, en la que nadie manda ni es mandado. Como trabajan tanto como nosotros (o más) entonces ellas también se declaran hartas por la noche y de mal humor, y lo más grave, sin ganas de cocinar. Al principio nos dará rabia, ya no las veremos tan buenas y abnegadas como nuestras santas madres, pero son mejores, precisamente porque son menos santas (las santas santifican) y tienen todo el derecho de no serlo.
Envejecen, como nosotros, y ya no tienen piel ni senos de veinteañeras (mirémonos el pecho también nosotros y los pies, las mejillas, los poquísimos pelos), las hormonas les dan ciclos de euforia y mal genio, pero son sabias para vivir y para amar y si alguna vez en la vida se necesita un consejo sensato (se necesita siempre, a diario), o una estrategia útil en el trabajo, o una maniobra acertada para ser más felices, ellas te lo darán, no las peladitas de piel y tetas perfectas, aunque estas sean la delicia con la que soñamos, un sueño que cuando se realiza ya ni sabemos qué hacer con todo eso.
Los varones machistas, somos animalitos todavía y es inútil pedir que dejemos de mirar a las muchachitas perfectas. Los ojos se nos van tras ellas, tras las curvas, porque llevamos por dentro un programa tozudo que hacia allá nos impulsa, como autómatas. Pero si logramos usar también esa herencia reciente, el córtex cerebral, si somos más sensatos y racionales, si nos volvemos más humanos y menos primitivos, nos daremos cuenta de que esas mujeres nuevas, esas mujeres bravas que exigen, trabajan, producen, joden y protestan, son las más desafiantes y por eso mismo las más estimulantes, las más entretenidas, las únicas con quienes se puede establecer una relación duradera, porque está basada en algo más que en abracitos y besos, o en coitos precipitados seguidos de tristeza. Esas mujeres nos dan ideas, amistad, pasiones y curiosidad por lo que vale la pena, sed de vida larga y de conocimiento.
Vamos hombres, por esas mujeres bravas!!!!!!!!!!!!!
Alfonsina para mis amigos y amigas feministas
Suelo enredarme con placer en discusiones más o menos violentas (vehementes, diría mi viejo)sobre qué es y qué no es el feminismo. Pero el otro día mi amigo Matt, feminista él no asumido, no sólo intentó negar su propio feminismo sino demostrarme que YO no soy feminista. Pobre, tuve que explicarle que se puede ser feminista y buena persona, feminista y bonita, feminista y heterosexual, pobre. Para él y para alguna que otra amiga que aún corcovea ante la "etiquetita" va este texto de Alfonsina Storni escrito en 1919.
"La palabra feminista, "tan fea", aun ahora, suele hacer cosquillas en almas humanas.
Cuando se dice "feminista", para áquellas, se encarama por sobre la palabra una cara condientes ásperos, una voz chillona.
Sin embargo no hay mujer normal de nuestros días que no sea más o menos feminista.
Podrá no desear participar en la lucha política, pero desde el momento que piensa y discute en voz alta las ventajas o errores del feminismo, es ya feminista, pues feminismo es el ejercicio del pensamiento de la mujer, en cualquier campo de la actividad.
Es pues la razonadora antifeminista una feminista, pues dejaría de ser tal, no teniendo opinión intelectual alguna."
Storni Alfonsina. "Nosotras... y la piel". ED Alfaguara. Bs As 1998.
"La palabra feminista, "tan fea", aun ahora, suele hacer cosquillas en almas humanas.
Cuando se dice "feminista", para áquellas, se encarama por sobre la palabra una cara condientes ásperos, una voz chillona.
Sin embargo no hay mujer normal de nuestros días que no sea más o menos feminista.
Podrá no desear participar en la lucha política, pero desde el momento que piensa y discute en voz alta las ventajas o errores del feminismo, es ya feminista, pues feminismo es el ejercicio del pensamiento de la mujer, en cualquier campo de la actividad.
Es pues la razonadora antifeminista una feminista, pues dejaría de ser tal, no teniendo opinión intelectual alguna."
Storni Alfonsina. "Nosotras... y la piel". ED Alfaguara. Bs As 1998.
Lost. Cuarta temporada
Acabo de terminarla. Lo hicieron otra vez: todos los hilos sueltos, los de las temporadas anteriores y muchos más, y yo desesperada por más.
Tengo vacaciones pero también quiero verano
"Todos sabemos que fue
un verano descalzo y rubio
que arrastraba entre los pies
gotas claras del mar oscuro."
un verano descalzo y rubio
que arrastraba entre los pies
gotas claras del mar oscuro."
domingo, 27 de julio de 2008
La identidad masculina
" XY es la fómula cromosómica del hombre. (...) Pero aunque XY es la condición fundamental para que se dé un ser humano masculino, no basta para caracterizarlo. (...) Entre XY y la conciencia de identidad masculina, que marca el fin de la evolución del hombre, el camino es largo y está sembrado de dificultades. Contrariamente a lo que siempre se ha creído, es más largo y más difícil que ese mismo proceso en la mujer.
Hasta hace poco la mujer era considerada como el lado oscuro de la humanidad y a nadie se le ocurría preguntarse por el hombre. La masculinidad parecía ser algo evidente: luminosa, natural y contraria a la feminidad. Pero las últimas tres décadas hicieron volar en pedazos esas convicciones milenarias. Desde el momento en que las mujeres decidieron redefinirse, forzaron a los hombres a hacer otro tanto. XY sigue siendo la constante, pero la identidad masculina ya no es lo que era, lo que prueba que no estaba inscrita en mármol.
Enfrentarse a las convicciones más íntimas es un proceso necesariamente largo y doloroso. Basta echarle una mirada a las novelas masculinas de los últimos años para convencerse de ello. Pero este trabajo de deconstrucción no se da por azar; tiene lugar cuando el modelo dominante ha mostrado sus limitaciones. Y eso, exactamente, es lo que ha pasado con el modelo masculino tradicional, desfasado con respecto a la evolución de las mujeres y fuente de una verdadera mutilación de la que los hombres empiezan a tomar conciencia. El antiguo hombre está a punto de desaparecer para darle paso a uno nuevo, diferente, que apenas empezamos a vislumbrar."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993
Hasta hace poco la mujer era considerada como el lado oscuro de la humanidad y a nadie se le ocurría preguntarse por el hombre. La masculinidad parecía ser algo evidente: luminosa, natural y contraria a la feminidad. Pero las últimas tres décadas hicieron volar en pedazos esas convicciones milenarias. Desde el momento en que las mujeres decidieron redefinirse, forzaron a los hombres a hacer otro tanto. XY sigue siendo la constante, pero la identidad masculina ya no es lo que era, lo que prueba que no estaba inscrita en mármol.
Enfrentarse a las convicciones más íntimas es un proceso necesariamente largo y doloroso. Basta echarle una mirada a las novelas masculinas de los últimos años para convencerse de ello. Pero este trabajo de deconstrucción no se da por azar; tiene lugar cuando el modelo dominante ha mostrado sus limitaciones. Y eso, exactamente, es lo que ha pasado con el modelo masculino tradicional, desfasado con respecto a la evolución de las mujeres y fuente de una verdadera mutilación de la que los hombres empiezan a tomar conciencia. El antiguo hombre está a punto de desaparecer para darle paso a uno nuevo, diferente, que apenas empezamos a vislumbrar."
Badinter, Elisabeth. "XY, la identidad masculina". Colección Literatura y ensayo. Ed. Norma. Colombia. 1993
Hellboy II
Todavía no me la vi, pero quedé deslumbrada con esta reseña de un bloguero amigo: Omar Delgado. (Su lugar se llama: El señor de la noche, por si tienen ganas de pasar)
Reseña de Hellboy II: The golden army.
Si nuestros gobernantes no fueran los oligofrénicos codiciosos que son, inmediatamente mandarían llamar a Guillermo del Toro de regreso a México para darle los excedentes petroleros como presupuesto para sus peliculas. Si alguno de esos politiquetes, obsesionados con la venta de lo que queda del país, tuviera aunque sea unos gramos de materia gris en su hueco cráneo, se daría cuenta de que al gordo hay que re-nacionalizarlo y declararlo tesoro nacional.
Y es que el tapatío, así como lo ven, si sigue por ese camino, pronto será una de esas leyendas del celuloide tales como Alfred Hitckock, Akira Kurosawa o John Houston: un verdadero history teller del celuloide capaz de elaborar fábulas universales sin importar géneros ni presupuestos. Prueba de ello es su más reciente película, la magnífica Hellboy II.
La historia de Hellboy II: el ejercito dorado inicia justo después del fin de la primera parte: Rojo y Liz Sherman ya son una pareja -con todos sus múltiples y muy ardientes problemas-, Abe Sapien sigue obsesionado con los libros y con la música de Vivaldi y Tom Manning, el sustituto del profesor Broom, continúa sudando la gota gorda al tratar de mantener el secreto de la agencia de investigación paranormal. Es en este escenario cuando un príncipe Elfo de nombre Nuada le declara la guerra a la humanidad y trata de exterminarla utilizando el arma más temible con la que cuenta la nación de las hadas: El Ejercito Dorado.
Sabido es que los personajes de la mitología de Hellboy provienen del ya legendario comic de Mike Mignola (coautor del guión de la presente película, por cierto), que Hellboy es un demonio enviado a iniciar el apocalípsis y que gracias a la tutela del Profesor Broom el diablo de niño decide pasarse del lado de los que debía destruir. Sin embargo, Del Toro tuvo el gran acierto de proveer de densidad casi shakespiriana a unos personajes que en la obra de Mignola eran unidimensionales. Si en la primera entrega de Hellboy Del Toro tuvo que ceñirse a un guión más apretado (debido, entre otras cosas, a que tenía que explicar perfectamente el mito creacional del personaje) Ahora Rojo, Liz Sherman, Abe Sapien y tropa que los acompaña aparecen más sueltos y desarrollados. En esta segunda película el tapatío los presenta como seres con conflictos reales que se enfrentan al terrible dilema de escoger entre aquellos que finalmente les son más cercanos (los monstruos, hadas, diablos y ángeles), o los seres humanos, depredadores aún más temibles que cualquiera de las abominaciones a las que combaten.
Del Toro, en el film, dota al mundo Feérico de esa oscuridad presente en los cuentos celtas originales (atmósfera que, por otro lado, también está presente en su anterior trabajo: El laberinto del Fauno). Las hadas del tapatío no son para nada hermosas ni dulces, sino que son criaturas cazadoras y sanguinarias. De igual manera, los elfos -tan ensalzados en las obras de Tolkien-, aqui son feroces guerreros dispuestos a terminar con el género humano, aunque no sin motivo. Quizá esa es una de las virtudes más grandes de la película: el demostrar que aún el "villano", más cruel tiene razones firmes para ser como es. El príncipe Nuada sólo esta tratando de preservar su mundo de una humanidad cada vez más voraz y perversa y, por ello, Hellboy en algún momento se llega a reflejar en él. Finalmente, ambos son seres rechazados por una raza humana temerosa e ignorante.
Otra de las características más notables del panzón de Guadalajara es su capacidad de dotar a cada uno de sus trabajos de su impronta personal, no presente solo en sus leit motivs -los insectos, los engranajes, las runas-, sino también en ese medio ambiente emocional con el que está impregnada toda la historia. Quizá es por ello que cualquier mexicano, haya leído o no la obra de Mignola, se refleja perfectamente en los personajes. Aquí, Abe Sapien y Rojo dejan el trabajo para irse a chelear para curarse sus penas de amores, algo perfectamente entendible para nosotros, pero impensable para otras culturas; aquí, una furibunda Liz Sherman hace volar una puerta de acero de diez toneladas como si fuera un sartén porque su viejo tiene un desmadre en la casa. Todos ellos, detalles tan cotidianos y entrañables que no dejan de conmover al más exquisito.
Pero principalmente, Hellboy II destaca de entre todas las demás películas del género de superhéroes gracias a la capacidad de Del Toro de inocular conceptos profundos en historias en apariencia ligeras. Incluso en sus trabajos más comerciales (Blade II y las dos entregas de H.B), el gordo sabe darse sus mañas para deslizar preguntas incómodas en el guión, preguntas que nos hacen cuestionarnos, tal y como lo hace el príncipe elfo, ¿Cuál de los dos holocaustos prefieren?
O, dicho de otra manera, ¿Quienes son los verdaderos monstuos, ellos o nosotros?
Véanla o se los carga el elfo.
Omar Delgado
2008
Reseña de Hellboy II: The golden army.
Si nuestros gobernantes no fueran los oligofrénicos codiciosos que son, inmediatamente mandarían llamar a Guillermo del Toro de regreso a México para darle los excedentes petroleros como presupuesto para sus peliculas. Si alguno de esos politiquetes, obsesionados con la venta de lo que queda del país, tuviera aunque sea unos gramos de materia gris en su hueco cráneo, se daría cuenta de que al gordo hay que re-nacionalizarlo y declararlo tesoro nacional.
Y es que el tapatío, así como lo ven, si sigue por ese camino, pronto será una de esas leyendas del celuloide tales como Alfred Hitckock, Akira Kurosawa o John Houston: un verdadero history teller del celuloide capaz de elaborar fábulas universales sin importar géneros ni presupuestos. Prueba de ello es su más reciente película, la magnífica Hellboy II.
La historia de Hellboy II: el ejercito dorado inicia justo después del fin de la primera parte: Rojo y Liz Sherman ya son una pareja -con todos sus múltiples y muy ardientes problemas-, Abe Sapien sigue obsesionado con los libros y con la música de Vivaldi y Tom Manning, el sustituto del profesor Broom, continúa sudando la gota gorda al tratar de mantener el secreto de la agencia de investigación paranormal. Es en este escenario cuando un príncipe Elfo de nombre Nuada le declara la guerra a la humanidad y trata de exterminarla utilizando el arma más temible con la que cuenta la nación de las hadas: El Ejercito Dorado.
Sabido es que los personajes de la mitología de Hellboy provienen del ya legendario comic de Mike Mignola (coautor del guión de la presente película, por cierto), que Hellboy es un demonio enviado a iniciar el apocalípsis y que gracias a la tutela del Profesor Broom el diablo de niño decide pasarse del lado de los que debía destruir. Sin embargo, Del Toro tuvo el gran acierto de proveer de densidad casi shakespiriana a unos personajes que en la obra de Mignola eran unidimensionales. Si en la primera entrega de Hellboy Del Toro tuvo que ceñirse a un guión más apretado (debido, entre otras cosas, a que tenía que explicar perfectamente el mito creacional del personaje) Ahora Rojo, Liz Sherman, Abe Sapien y tropa que los acompaña aparecen más sueltos y desarrollados. En esta segunda película el tapatío los presenta como seres con conflictos reales que se enfrentan al terrible dilema de escoger entre aquellos que finalmente les son más cercanos (los monstruos, hadas, diablos y ángeles), o los seres humanos, depredadores aún más temibles que cualquiera de las abominaciones a las que combaten.
Del Toro, en el film, dota al mundo Feérico de esa oscuridad presente en los cuentos celtas originales (atmósfera que, por otro lado, también está presente en su anterior trabajo: El laberinto del Fauno). Las hadas del tapatío no son para nada hermosas ni dulces, sino que son criaturas cazadoras y sanguinarias. De igual manera, los elfos -tan ensalzados en las obras de Tolkien-, aqui son feroces guerreros dispuestos a terminar con el género humano, aunque no sin motivo. Quizá esa es una de las virtudes más grandes de la película: el demostrar que aún el "villano", más cruel tiene razones firmes para ser como es. El príncipe Nuada sólo esta tratando de preservar su mundo de una humanidad cada vez más voraz y perversa y, por ello, Hellboy en algún momento se llega a reflejar en él. Finalmente, ambos son seres rechazados por una raza humana temerosa e ignorante.
Otra de las características más notables del panzón de Guadalajara es su capacidad de dotar a cada uno de sus trabajos de su impronta personal, no presente solo en sus leit motivs -los insectos, los engranajes, las runas-, sino también en ese medio ambiente emocional con el que está impregnada toda la historia. Quizá es por ello que cualquier mexicano, haya leído o no la obra de Mignola, se refleja perfectamente en los personajes. Aquí, Abe Sapien y Rojo dejan el trabajo para irse a chelear para curarse sus penas de amores, algo perfectamente entendible para nosotros, pero impensable para otras culturas; aquí, una furibunda Liz Sherman hace volar una puerta de acero de diez toneladas como si fuera un sartén porque su viejo tiene un desmadre en la casa. Todos ellos, detalles tan cotidianos y entrañables que no dejan de conmover al más exquisito.
Pero principalmente, Hellboy II destaca de entre todas las demás películas del género de superhéroes gracias a la capacidad de Del Toro de inocular conceptos profundos en historias en apariencia ligeras. Incluso en sus trabajos más comerciales (Blade II y las dos entregas de H.B), el gordo sabe darse sus mañas para deslizar preguntas incómodas en el guión, preguntas que nos hacen cuestionarnos, tal y como lo hace el príncipe elfo, ¿Cuál de los dos holocaustos prefieren?
O, dicho de otra manera, ¿Quienes son los verdaderos monstuos, ellos o nosotros?
Véanla o se los carga el elfo.
Omar Delgado
2008
Verde, amarillo y rojo
Uuuhhhohhhh uuuhhhhoooohhhhh oohh yeahhh
uuhhhhhohhhhh uhhhhohhhhh mmmmmmmm
Como admiro tu belleza
Inmenza naturaleza Tierra
de abundantes aguas
Crece el arbol de la vida
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi corazon late por ti
Uuhhh oohhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Nuestra tierra es un ser vivo
Tierna madre con sus hijos
Canta un salmo en alabanza
Arcoiris de esperanza
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi espíritu vive por ti
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo ooohhhh
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi espíritu vive por ti
GONDWANA (Del CD que me regalo Ju)
uuhhhhhohhhhh uhhhhohhhhh mmmmmmmm
Como admiro tu belleza
Inmenza naturaleza Tierra
de abundantes aguas
Crece el arbol de la vida
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi corazon late por ti
Uuhhh oohhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Uuuhh ohhhhh verde amarillo y rojo
Nuestra tierra es un ser vivo
Tierna madre con sus hijos
Canta un salmo en alabanza
Arcoiris de esperanza
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi espíritu vive por ti
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo
Verde amarillo y rojo
Eres mi estrella que brilla en el cielo ooohhhh
Equilibrio en lo creado
Ya al maite ha iluminado
Solo igual a la certeza
Mi espíritu vive por ti
GONDWANA (Del CD que me regalo Ju)
La verdad
"Si un día te has sentido enamorada
no, no digas que le quieres, callalo.
Él me ha dicho si no estás tú,
¿qué voy a hacer si no estás tú?
Y he sabido que es peligroso
decir siempre la verdad."
no, no digas que le quieres, callalo.
Él me ha dicho si no estás tú,
¿qué voy a hacer si no estás tú?
Y he sabido que es peligroso
decir siempre la verdad."
jueves, 24 de julio de 2008
Ofelia, de Juan Gelman
Ofelia
"Esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos
de la ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón. "
Juan Gelman
"Esta ofelia no es la prisionera de su propia voluntad
ella sigue a su cuerpo
espléndido como un golpe de vino en medio de los hombres
su cuerpo estilo renacimiento lleno de sol de Italia pasa por buenos aires
ofelia yo en tus pechos fundaría ciudades y ciudades de besos
hermosas libres con su sombra a repartir con los amantes mundiales
ofelia por tus pechos pasa como un temblor de caballadas a medianoche por Florencia
tus pechos altos duros come il palazzo vecchio
una tarde de verano de 1957
iba yo rodeado de tus pechos sin saberlo
era igual la delicia la turbación el miedo
las sombras empezaban a andar por las callejas con un olor desconocido
algo como tus pechos después de haber amado
eras oscura ofelia para entonces y enormemente triste
una adivinación una catástrofe
un oleaje de olvido después de la ternura
una especie de culpa sin castigo
de furia en paz con su gran guerra
andabas por Florencia con tus pechos yendo y viniendo por las sombras
con saudade de mí seguramente
tu hombro izquierdo digamos
lloraba a tus espaldas o largaba sus ansias lentas en el crepúsculo y ellas venían a mi sangre
o eran un temblor como un presagio
gracias te sean dadas ojos míos
yo les beso las manos bésoles muy los pies
gracias narices muchas gracias oídos con que escucho los ruidos
de la ofelia
antes apenas era una ciudad de Italia
sus tiros me llenaban de otra desgracia el corazón. "
Juan Gelman
El viso romàntico no ayuda
"...nuestra cultura otorga un viso romàntico al sufrimiento por amor y a la adicción a una relación. Desde las canciones populares hasta la ópera, desde la literatura clásica hasta los romances arlequinescos, desde las telenovelas diarias hasta los filmes y obras de teatro aclamadas por la crítica,estamos rodeados por innumerables ejemplos de relaciones inmaduras e insatisfactorias que se ven glorificadas y ensalzadas. Una y otra vez, esos modelos culturales nos inculcan que la profundidad del amor se puede medir por el dolor que causa y que aquellos que sufren de verdad, aman de verdad. Cuando un cantante canta con voz suave y melancólica acerca de no poder dejar de amar a alguien a pesar de lo mucho que eso lo hace sufrir, hay algo en nosotros -tal vez a fuerza de vernos repetidamente expuestos a ese punto de vista- que acepta que lo que ezpresa el cantante es lo correcto. Aceptamos que ese sufrimiento es parte natural del amor y que la voluntad de sufrir por amor es un rasgo positivo en lugar de negativo."
(De "Mujeres que aman demasiado", de Robin Norwood. Ed Vergara).
(Y yo leyendo "Cumbres borrascosas". ¿Bovarismo? ¿A mi vida llena de ficciòn le ha faltado vida real-real?
(De "Mujeres que aman demasiado", de Robin Norwood. Ed Vergara).
(Y yo leyendo "Cumbres borrascosas". ¿Bovarismo? ¿A mi vida llena de ficciòn le ha faltado vida real-real?
Vindicaciòn de la autoayuda
Lamento decepcionar a aquellos y aquellas que creen (aùn) que mi capacidad intelectual es proporcional, equiparable o hasta incluso relacionable, con mi inteligencia emocional. No. ¡Leo, disfruto y crezco leyendo libros de autoayuda! Sì.
Convengamos que hay de todo: hay de los que generaron nuestros fundados prejuicios sobre cerebros lavados y psuedo psicòlogos intentando arreglarte la vida en veinte pasos simples como los de "Hàgalo usted mismo". Pero tambièn hay de los que me dejan pensar en toda la educaciòn sentimental que no he tenido, todas las amigas que no me han contado sus vidas y todas las personas que se parecen a mì, que sufren lo mismo que yo, que quieren lo mismo que yo, que buscan respuestas en todos lados: en la CF, o en "Mujeres que aman demasiado", en el super, en el yoping, en el alcohol o el fazo, en los hijos e hijas, en los viajes, en el laburo...
¡Hasta me siento normal!
Convengamos que hay de todo: hay de los que generaron nuestros fundados prejuicios sobre cerebros lavados y psuedo psicòlogos intentando arreglarte la vida en veinte pasos simples como los de "Hàgalo usted mismo". Pero tambièn hay de los que me dejan pensar en toda la educaciòn sentimental que no he tenido, todas las amigas que no me han contado sus vidas y todas las personas que se parecen a mì, que sufren lo mismo que yo, que quieren lo mismo que yo, que buscan respuestas en todos lados: en la CF, o en "Mujeres que aman demasiado", en el super, en el yoping, en el alcohol o el fazo, en los hijos e hijas, en los viajes, en el laburo...
¡Hasta me siento normal!
La guerra de las galaxias. La venganza de los sith
Espectacular. El nacimiento de una leyenda, de un personaje leyendario. La vieja-siempre renovada lucha del bien y el mal en uno mismo, en un mismo cuerpo, en un mismo personaje, en un mismo universo. La sumisiòn y la independencia, la obediencia o la rebeliòn, el poder de decidir y el miedo a hacerlo, la posibilidad de ver el futuro y la imposibilidad de aceptarlo, de aceptar aùn que una misma lo està creando. ¿O no?
martes, 22 de julio de 2008
Voy a ir a la Facu
¡Acabo de anotarme en UBA XXI para hecer tres materias, las primeras, del CBC (ciclo Bàsico comùn, para mis amigos y amigas extranjeras).
Quiero hacer la carrera de Letras en Buenos Aires desde los 16 años. A los 18 mis viejos decidieron pagarme la Facultad privada en Moròn y yo aceptè porque viajar e Capital era complicado y la UBA es una desorganizaciòn y todo eso. Pero sòlo hice un año, 8 materias en un año, y despuès larguè todo a la mierda.
Doce años me costò volver a estudiar pero ya no fue la universidad sino el pedorro profesorado que me dio el "papelito" para laburar.
Mi fantasìa de estar en Filo sigue intacta.
Gracias a mis alumnas, amigas tan jòvenes y sabias, y a mis compañeras de deseo que me alientan en esto.
Quiero hacer la carrera de Letras en Buenos Aires desde los 16 años. A los 18 mis viejos decidieron pagarme la Facultad privada en Moròn y yo aceptè porque viajar e Capital era complicado y la UBA es una desorganizaciòn y todo eso. Pero sòlo hice un año, 8 materias en un año, y despuès larguè todo a la mierda.
Doce años me costò volver a estudiar pero ya no fue la universidad sino el pedorro profesorado que me dio el "papelito" para laburar.
Mi fantasìa de estar en Filo sigue intacta.
Gracias a mis alumnas, amigas tan jòvenes y sabias, y a mis compañeras de deseo que me alientan en esto.
Lost. Cuarta temporada
Bueno: Ya me ven: Atrapada una vez màs por la serie que màs adicciòn me ha provocado hasta ahora. A pesar de las decepciones y los kilos de puteadas que me han causado las temporadas anteriores vuelvo a disfrutar de los misterios sin resolver (irresolubles, ya creo), de los avances y retrocesos de la historia, de los callejones sin salida, y me quedan dos capìtulos para terminar el ùltimo de los DVD y ya estoy resignada a sufrir de abstinencia en los pròximos meses.
La guerra de las galaxias. El ataque de los clones
Excelente otra vez ir sumando aventuras y episodios. Los hèroes y sus conflictos afectivos: su necesidad de no tenerlos es su mayor conflicto.
Me gustò tanto que no tengo ganas de monologar sobre el personaje de la madre ni de la senadora. Y... a veces me relajo y disfruto de los placeres que me provoca mi matriz humana ancestral de heroìsmo masculino.
Me gustò tanto que no tengo ganas de monologar sobre el personaje de la madre ni de la senadora. Y... a veces me relajo y disfruto de los placeres que me provoca mi matriz humana ancestral de heroìsmo masculino.
La guerra de las galaxias. Episodio I
La habìa visto hace mucho. En otra de mis vidas. No me acordaba nada.
Un placer las imàgenes, las distintas formas de vida, el placer de mi hijo Rafael porque tenerla, por que mi amigo Martìn de las haya regalado, el placer de la aventura, de los mundos diferentes. El placer del camino del hèroe puesto en marcha.
Un placer las imàgenes, las distintas formas de vida, el placer de mi hijo Rafael porque tenerla, por que mi amigo Martìn de las haya regalado, el placer de la aventura, de los mundos diferentes. El placer del camino del hèroe puesto en marcha.
domingo, 20 de julio de 2008
Pesadilla
El otro dìa soñè con mi ex. Sì, mi ex marido, el padre de mis tres hijos, del que logrè huir hace cinco años.
Soñè que tenìa que volver a casarme con èl. Y ni mi mamà se oponìa (¿Y ahora quièn podrà defenderme?)
Pero como soy una chica sanita, que ha hecho terapia durante largos años, el sueño terminaba con que estàbamos en la puerta de la iglesia y èl me prohibìa usar "deallì en adelante": ¡Esas remeras de Los piojos!
Y yo lo puteaba de arriba a abajo, lo mandaba bien a la concha de su madre y salìa corriendo.
(Detalle de divàn: Èl aparecìa sin dientes, y con los pocos que tenìa todos sucios y rotos. Dice mi psicoloca que por fin lo veo como el castrado que es, porque la caìda de los dientes es sìmbolo inconciente de la castraciòn. Chupate esa mandarina: que creativo anda mi inconciente.)
Soñè que tenìa que volver a casarme con èl. Y ni mi mamà se oponìa (¿Y ahora quièn podrà defenderme?)
Pero como soy una chica sanita, que ha hecho terapia durante largos años, el sueño terminaba con que estàbamos en la puerta de la iglesia y èl me prohibìa usar "deallì en adelante": ¡Esas remeras de Los piojos!
Y yo lo puteaba de arriba a abajo, lo mandaba bien a la concha de su madre y salìa corriendo.
(Detalle de divàn: Èl aparecìa sin dientes, y con los pocos que tenìa todos sucios y rotos. Dice mi psicoloca que por fin lo veo como el castrado que es, porque la caìda de los dientes es sìmbolo inconciente de la castraciòn. Chupate esa mandarina: que creativo anda mi inconciente.)
Mis amigos
Mis amigos son unos atorrantes
se exhiben sin pudor, beben a morro,
se pasan las consignas por el forro
y se mofan de cuestiones importantes.
Mis amigos son unos sinvergüenzas
que palpan a las damas el trasero,
que hacen en los lavabos agujeros
y les echan a patadas de las fiestas.
Mis amigos son unos desahogados
que orinan a mitad d la vereda,
contestan sin que nadie les pregunte
y juegan a los chinos sin monedas.
Mis amigos son unos malhechores
convictos de atrapar sueños al vuelo
que aplauden cuando el sol se trepa al cielo
y me abren su corazón como las flores.
Mis amigos son sueños imprevistos
que buscan sus piedras filosofales,
rodando por sórdidos arrabales
donde bajan los dioses sin ser vistos.
Mis amigos son gente cumplidora
que acuden cuando saben que yo espero.
si les roza la muerte disimulan,
para ellos la amistad es lo primero.
Mi santa madre
me lo decía
cuidate mucho Juanito,
de las malas compañías.
Por eso es que a mis amigos
los mido con vara rasa
y los tengo muy escogidos,
son:
lo mejor de cada casa.
Joan Manuel Serrat
se exhiben sin pudor, beben a morro,
se pasan las consignas por el forro
y se mofan de cuestiones importantes.
Mis amigos son unos sinvergüenzas
que palpan a las damas el trasero,
que hacen en los lavabos agujeros
y les echan a patadas de las fiestas.
Mis amigos son unos desahogados
que orinan a mitad d la vereda,
contestan sin que nadie les pregunte
y juegan a los chinos sin monedas.
Mis amigos son unos malhechores
convictos de atrapar sueños al vuelo
que aplauden cuando el sol se trepa al cielo
y me abren su corazón como las flores.
Mis amigos son sueños imprevistos
que buscan sus piedras filosofales,
rodando por sórdidos arrabales
donde bajan los dioses sin ser vistos.
Mis amigos son gente cumplidora
que acuden cuando saben que yo espero.
si les roza la muerte disimulan,
para ellos la amistad es lo primero.
Mi santa madre
me lo decía
cuidate mucho Juanito,
de las malas compañías.
Por eso es que a mis amigos
los mido con vara rasa
y los tengo muy escogidos,
son:
lo mejor de cada casa.
Joan Manuel Serrat
sábado, 19 de julio de 2008
Desconectada
No tengo lìnea telefònica desde el lunes y parece que se afanaron los cables de todo el barrio y faltarà servicio durante varios dìas. Acà estoy en lo de mi amigo Martìn escribiendo esto en vez de festejarle el cumple.
No me extrañen que andarè por cybers y casas ajenas.
No me extrañen que andarè por cybers y casas ajenas.
sábado, 12 de julio de 2008
Mujer de nadie
" Mi vida es mía
y de nadie más,
yo voy a decidir:
en mi locura,
mis aventuras,
mi libertad, mi fin."
y de nadie más,
yo voy a decidir:
en mi locura,
mis aventuras,
mi libertad, mi fin."
miércoles, 9 de julio de 2008
Para cubrir el muslo
QUIJOTE
La palabra quijote se usaba en España por lo menos dos siglos antes de que naciera Cervantes, bajo la forma quixote, la misma empleada en la obra de Cervantes. En efecto, la palabra ya aparece registrada en 1335 como nombre de una ‘pieza del arnés destinada a cubrir el muslo’. La voz parece provenir del antiguo cuxot y éste, del catalán cuixot, con el mismo significado, derivado de cuixa 'muslo', que se formó a partir del latín coxa 'muslo' y sufrió el influjo de ‘quijada’.
Era un elemento de protección en la lucha, como se desprende de este texto de Gonzalo Fernández de Oviedo (1535):
E el don Alonso diole tal encuentro que pasó al françés la coraça e le metió la lança por el cuerpo, e antes que llegase a su escuadrón cayó muerto del cauallo. Auiendo encontrado a don Alonso por el muslo e pasádole el quixote e la pierna de parte a parte, e metídole al cauallo por la barriga tanta parte de la lança que quedó con el asta cosido el don Alonso con su cauallo, de tal manera que como boluió e se rrecogió con los nuestros fue nesçessario para le apear del cauallo aserrar la lança presto, e así se hizo.
El quijote era una prenda propia de caballeros andantes, por lo que Cervantes recurrió a ella cuando tuvo que dar un nombre de guerra a su héroe Alonso Quijano.
La palabra quijote se usaba en España por lo menos dos siglos antes de que naciera Cervantes, bajo la forma quixote, la misma empleada en la obra de Cervantes. En efecto, la palabra ya aparece registrada en 1335 como nombre de una ‘pieza del arnés destinada a cubrir el muslo’. La voz parece provenir del antiguo cuxot y éste, del catalán cuixot, con el mismo significado, derivado de cuixa 'muslo', que se formó a partir del latín coxa 'muslo' y sufrió el influjo de ‘quijada’.
Era un elemento de protección en la lucha, como se desprende de este texto de Gonzalo Fernández de Oviedo (1535):
E el don Alonso diole tal encuentro que pasó al françés la coraça e le metió la lança por el cuerpo, e antes que llegase a su escuadrón cayó muerto del cauallo. Auiendo encontrado a don Alonso por el muslo e pasádole el quixote e la pierna de parte a parte, e metídole al cauallo por la barriga tanta parte de la lança que quedó con el asta cosido el don Alonso con su cauallo, de tal manera que como boluió e se rrecogió con los nuestros fue nesçessario para le apear del cauallo aserrar la lança presto, e así se hizo.
El quijote era una prenda propia de caballeros andantes, por lo que Cervantes recurrió a ella cuando tuvo que dar un nombre de guerra a su héroe Alonso Quijano.
Mi primer poema
Clásico de José Martí, me lo enseñó, de memoria, mi seño de tercer grado: Blanca Rosa (nunca un nombre más apropiado). De ella me acuerdo que para el día de la maestra mi mamá le regaló (me hizo regalarle) las obras completas de Borges (o ella o mi mamá eran raras y yo su resultado) y que cuando me puso una mala nota en el cuaderno por tirarle una goma por la cabeza a un compañerito, vino hasta el auto de mi mamá y, delenate mío, se disculpó por lo inédito de la falta (de ella y mía).
"Cultivo una rosa blanca
en julio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo
cardos ni ortigas cultivo,
cultivo una rosa blanca."
"Cultivo una rosa blanca
en julio como enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.
Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo
cardos ni ortigas cultivo,
cultivo una rosa blanca."
Si tuviera treinta
El título se refiere a una chica de 13 que encerrada en el placard de su casa desea tener treinta años, ser hermosa y exitosa. Para huir de un enamorado infantil y cargoso y de unas amigas que la torturan. La comedia se deja ver, la moraleja es obvia: el enamorado gordito de la infancia resulta ser, a los treinta un bombonazo bueno como el pan al que ella debe reconquistar. El problema es que paras er hermosa, rica y exitosa se ha transformado en mala persona. El camino es deshacer los errores y volver al closet de los 13 años para elegir mejor al salir.
Ojalá la vida pudiera rebobinarse como en estas historias (Cuento de Navidad, Al diablo con el diablo), ojalá una pudiera ver todas las opciones de sí misma que hubieran producido las diferentes encrucijadas elegidas a lo largo de la vida.
La reflexión no tan didáctica tiene que ver con los modelos de éxito femenino: carrera y maldad o casamiento y bondad. Ojo al piojo.
Ojalá la vida pudiera rebobinarse como en estas historias (Cuento de Navidad, Al diablo con el diablo), ojalá una pudiera ver todas las opciones de sí misma que hubieran producido las diferentes encrucijadas elegidas a lo largo de la vida.
La reflexión no tan didáctica tiene que ver con los modelos de éxito femenino: carrera y maldad o casamiento y bondad. Ojo al piojo.
jueves, 3 de julio de 2008
Andrés Neuman: Aforismos alrdedor del arte y la escritura
Reproduzco iluminaciones iluminadas extraídas de la página oficial de Andrés Neuman.
Libro I
Somos testigos de lo que no vemos.
*
Al paciente le queda cada vez más tiempo.
*
Mirar es una antología.
*
Cada vez que nace un héroe, muere un ciudadano.
*
Permanecer indiferente es comprometedor.
*
La maldad no se elige: la llevamos dentro. Por eso oponerse a ella constituye un refinado acto de libertad.
*
Los valientes son cobardes furiosos.
*
La razón, ciertamente, naufraga. Pero sabe nadar.
*
También nos enamoran las ideas.
*
Amar es una obra de arte.
Libro II
Darle sentido a lo inevitable: esa es la diferencia entre la depresión y el arte.
*
La imaginación completa la verdad.
*
La forma es un ser vivo.
*
El sentido no precede a la obra: es su conquista.
*
Desprotegida y grande: la sencillez.
*
Las ideas son los frutos exquisitos de las crisis.
*
Los opuestos no son contrarios.
*
No hay arte sin piedad.
*
En el arte, al final, nada queda librado al azar. Y eso el azar lo sabe.
*
El lector no tiene la culpa.
Libro III
La palabra poética es y dice al mismo tiempo.
*
Hay más literatura en la vida de cualquier lector que en las lecturas de cualquier vida.
*
Corregir es el aprendizaje más terrible: ¿cómo es posible que, para escribir apenas un poco mejor, tengamos que entender que escribimos tan mal?
*
Un texto no parte de un punto de vista: lo alcanza poco a poco.
*
Sinceridad: elegir el personaje adecuado.
*
La relación de un autor con sus personajes es moralmente la misma que mantiene con su prójimo.
*
El cuento es un dardo. La novela, un radar.
*
Leer como si, dentro de un minuto, nos fueran a apagar la luz.
*
Todo resumen es una exageración.
*
Escribir nos merece la alegría.
Diario de un aforista
REVOLUCIÓN DEL TIEMPO
Uno de los poderes prodigiosos que tiene la escritura es la posibilidad de reconstruir el pasado: no solamente volver atrás para representarlo, sino también para transformarlo. Recordar escribiendo es un acto de utopía retrospectiva. La representación literaria de la memoria sucede en un espacio de libertad, en un cruce de planos temporales donde el testigo tiene capacidad de decisión. Por eso en literatura la nostalgia tiene trampa: muchas veces el autor rescata aquello que no pudo vivir. Ir en busca del tiempo perdido no significa simplemente regresar, sino elegir de nuevo los senderos. Conquistar otra memoria. Adelantarse al pasado. En cuanto al tiempo futuro (y aunque ningún escritor sea un profeta), el valor profético de la escritura misma me parece indudable. En este sentido, toda literatura pertenece a la ciencia ficción. O quizá la ciencia ficción haya querido centrarse en una de las funciones básicas de la escritura: recordarnos el futuro. Evocar unos tiempos que quién sabe si vendrán.
Libro I
Somos testigos de lo que no vemos.
*
Al paciente le queda cada vez más tiempo.
*
Mirar es una antología.
*
Cada vez que nace un héroe, muere un ciudadano.
*
Permanecer indiferente es comprometedor.
*
La maldad no se elige: la llevamos dentro. Por eso oponerse a ella constituye un refinado acto de libertad.
*
Los valientes son cobardes furiosos.
*
La razón, ciertamente, naufraga. Pero sabe nadar.
*
También nos enamoran las ideas.
*
Amar es una obra de arte.
Libro II
Darle sentido a lo inevitable: esa es la diferencia entre la depresión y el arte.
*
La imaginación completa la verdad.
*
La forma es un ser vivo.
*
El sentido no precede a la obra: es su conquista.
*
Desprotegida y grande: la sencillez.
*
Las ideas son los frutos exquisitos de las crisis.
*
Los opuestos no son contrarios.
*
No hay arte sin piedad.
*
En el arte, al final, nada queda librado al azar. Y eso el azar lo sabe.
*
El lector no tiene la culpa.
Libro III
La palabra poética es y dice al mismo tiempo.
*
Hay más literatura en la vida de cualquier lector que en las lecturas de cualquier vida.
*
Corregir es el aprendizaje más terrible: ¿cómo es posible que, para escribir apenas un poco mejor, tengamos que entender que escribimos tan mal?
*
Un texto no parte de un punto de vista: lo alcanza poco a poco.
*
Sinceridad: elegir el personaje adecuado.
*
La relación de un autor con sus personajes es moralmente la misma que mantiene con su prójimo.
*
El cuento es un dardo. La novela, un radar.
*
Leer como si, dentro de un minuto, nos fueran a apagar la luz.
*
Todo resumen es una exageración.
*
Escribir nos merece la alegría.
Diario de un aforista
REVOLUCIÓN DEL TIEMPO
Uno de los poderes prodigiosos que tiene la escritura es la posibilidad de reconstruir el pasado: no solamente volver atrás para representarlo, sino también para transformarlo. Recordar escribiendo es un acto de utopía retrospectiva. La representación literaria de la memoria sucede en un espacio de libertad, en un cruce de planos temporales donde el testigo tiene capacidad de decisión. Por eso en literatura la nostalgia tiene trampa: muchas veces el autor rescata aquello que no pudo vivir. Ir en busca del tiempo perdido no significa simplemente regresar, sino elegir de nuevo los senderos. Conquistar otra memoria. Adelantarse al pasado. En cuanto al tiempo futuro (y aunque ningún escritor sea un profeta), el valor profético de la escritura misma me parece indudable. En este sentido, toda literatura pertenece a la ciencia ficción. O quizá la ciencia ficción haya querido centrarse en una de las funciones básicas de la escritura: recordarnos el futuro. Evocar unos tiempos que quién sabe si vendrán.
miércoles, 2 de julio de 2008
Queja femenina
"No es que nada nos venga bien. Hay que ver entre qué hay que elegir."
(De la presentación del libro "No sabés lo que me hizo", de Sandra Russo. Nueva colección junto con Página 12)
(De la presentación del libro "No sabés lo que me hizo", de Sandra Russo. Nueva colección junto con Página 12)
martes, 1 de julio de 2008
Poemas chinos de Alberto Laiseca
Despedida flotante
Hace once años que partiste.
Nadie toca ese laúd pintado de rojo
pero yo todavía escucho su despedida flotante.
Los caballos pasaron ayer frente a la casa donde vivo;
sin embargo, el coral aún tintinea sobre mi mesa.
La tarde no ha terminado
y el campesino sigue empeñado en el arrozal.
Ni la más severa disciplina logró dispersar la niebla de la mañana,
que conservo en el hueco de mi mano.
Yang Ch'eng. Dinastía T'ang.
Hace once años que partiste.
Nadie toca ese laúd pintado de rojo
pero yo todavía escucho su despedida flotante.
Los caballos pasaron ayer frente a la casa donde vivo;
sin embargo, el coral aún tintinea sobre mi mesa.
La tarde no ha terminado
y el campesino sigue empeñado en el arrozal.
Ni la más severa disciplina logró dispersar la niebla de la mañana,
que conservo en el hueco de mi mano.
Yang Ch'eng. Dinastía T'ang.
En las sombras
De terror pedorrísima. Pero tiene algo inquietante, quizás sea lo mostruoso del retorno del hijo a la vida, de la desesperación del recurrir al rito satánico para que vuelva. Mal hecha, malas imágenes, situaciones repetidas, clichés y sin sacudidas sorpresivas, pero algo inquietante había en alguna parte.
Me gustó el final: edípico... ¿Justo?
Me gustó el final: edípico... ¿Justo?
Romance de la linda Melisenda
ROMANCE DE LA LINDA MELISENDA
Todas las gentes dormían
en las que Dios había parte;
mas no duerme Melinsenda,
la hija del emperante,
que amores del conde Ayuelos
no la dejan reposar.
Salto diera de la cama
como la parió su madre,
vistiérase una alcandora
no hallando su brial,
vase por los palacios
donde sus damas están.
Dando palmadas en ellas,
las empezó a llamar:
–¡Si dormides, mis doncellas,
si dormides redordad!
Las que sabedes de amores
consejo me querais dar;
las que de amor no sabedes
tengádesme poridad,
que amores del conde Ayuelos
no me dejan reposar.
Allí hablara una vieja,
vieja es de antiguedad:
–Mientras sois moza, mi fija,
placer vos querades dar;
que si esperáis la vejez
no vos querrá un rapaz.
Desque esto oyó Melisenda
no quiso más esperar,
vase a buscar al conde
a los palacios do está;
a sombra va de tejados,
que no la conozca nadie.
Encontró con Hernandillo,
el alguacil de su padre;
desque la vido ir sola
empezó a santiguare:
–¿Qué es aquesto, Melisenda,
esto que podría estar?
¡O vos tenéis mal de amores,
o os quereis loca tornar!
–Que no tengo mal de amores,
ni tengo por quien penar;
mas cuando yo era pequeña
tuve una enfermedad,
prometí tener novenas
allá en San juan de Letrán:
las dueñas iban de día,
doncellas agora van.
Desque eso oyera Hernandillo
puso fin a su hablar.
La infanta mal enojada,
queriendo dél se vengar:
Prestásesme ora, Hernando;
prestásesme tu puñal,
que miedo me tengo, miedo
de los perros de la calle.
Tomó el puñal por la punta,
los cabos le fuera dar;
dióle ella tal puñalada,
que en el suelo muerto cae.
"Ahora vete tú, Hernandillo,
y cuéntale al rey mi padre."
Y vase para el palacio
a do el conde Ayuelos está.
Las puertas halló cerradas
no encontró por dónde entrar;
con arte de encantamiento
ábrelas de para en par;
siete antorchas que allí arden
todas las fuera a apagar.
Despertado se había el conde
con un temor atan grande:
–¡Ay, válasme, Dios del cielo
y Santa María su madre!
¿Si eran mis enemigos
que me vienen a matar,
o eran los mis pecados
que me vienen a tentar?
La Melisenda, discreta,
le empezara de hablar:
–No te congojes, señor,
no quieras pavor tomar,
que yo soy una morica
venida de allende el mar.
Mi cuerpo tengo tan blanco
como un fino cristal;
mis dientes tan menudicos,
menudos como la sal;
mi boca tan colorada
como un fino coral.
Así fablara el buen conde
tal respuesta le fue a dar:
–Juramento tengo hecho,
y en un libro misal,
que mujer que a mí demande
nunca mi cuerpo negalle,
si no era a la Melisenda,
la hija del emperante.
Entonces la Melisenda
comenzóle a besar
y en las tinieblas oscuras
de Venus es el jugar.
Cuando vino la mañana
que quería alborear,
hizo abrir las sus ventanas,
por la morica mirar;
vido que era Melisenda,
y empezóle de hablar:
–¡Señora, cuán bueno fuera
a esta noche me matar,
antes de haber cometido
aqueste tan grande mal!
Fuérase al emperador
por habérselo contar;
las rodillas por el suelo
le comienza de hablar:
–Una nueva vos traía
dolorosa de contar;
mas catad aquí la espada
que en mi lo podréis vengar;
que esta noche Melisenda
en mis palacios fue a entrar;
díxome que era morica,
morica de allén la mar,
y que venía conmigo
a dormir y a folgar.
¡Y entonces yo desdichado
cabe mí la dexé echar!
Allí fabló el emperador,
tal respuesta le fue a dar:
–Tira, tira allá tu espada,
que no te quiero fer mal;
mas si tú la quieres, conde,
por mujer se te dará.
–Pláceme –dixiera el conde–,
pláceme de voluntad,
lo que vuestra alteza mande
veisme aquí a vuestro mandar.
Hacen venir un obispo
para allí los desposar;
ricas fiestas se hicieron
con mucha solemnidad.
(¡Cómo me gusta ella: su insomnio, su pedido de consejo, su decisión, su magia, su mentira, su deseo! ¡Qué nabos me parecen el conde y el rey! Dice Ramón Menéndez Pidar que esta aventura de mujer que entra a escondidas en lecho de hombre que al reconocerla se apena se repite en muchas "Chanson de geste", Cantares de gesta, de aventuras del Medioevo. Después dicen que la crisis de la masculinidad es el mal de nuestros últimos años...)
Todas las gentes dormían
en las que Dios había parte;
mas no duerme Melinsenda,
la hija del emperante,
que amores del conde Ayuelos
no la dejan reposar.
Salto diera de la cama
como la parió su madre,
vistiérase una alcandora
no hallando su brial,
vase por los palacios
donde sus damas están.
Dando palmadas en ellas,
las empezó a llamar:
–¡Si dormides, mis doncellas,
si dormides redordad!
Las que sabedes de amores
consejo me querais dar;
las que de amor no sabedes
tengádesme poridad,
que amores del conde Ayuelos
no me dejan reposar.
Allí hablara una vieja,
vieja es de antiguedad:
–Mientras sois moza, mi fija,
placer vos querades dar;
que si esperáis la vejez
no vos querrá un rapaz.
Desque esto oyó Melisenda
no quiso más esperar,
vase a buscar al conde
a los palacios do está;
a sombra va de tejados,
que no la conozca nadie.
Encontró con Hernandillo,
el alguacil de su padre;
desque la vido ir sola
empezó a santiguare:
–¿Qué es aquesto, Melisenda,
esto que podría estar?
¡O vos tenéis mal de amores,
o os quereis loca tornar!
–Que no tengo mal de amores,
ni tengo por quien penar;
mas cuando yo era pequeña
tuve una enfermedad,
prometí tener novenas
allá en San juan de Letrán:
las dueñas iban de día,
doncellas agora van.
Desque eso oyera Hernandillo
puso fin a su hablar.
La infanta mal enojada,
queriendo dél se vengar:
Prestásesme ora, Hernando;
prestásesme tu puñal,
que miedo me tengo, miedo
de los perros de la calle.
Tomó el puñal por la punta,
los cabos le fuera dar;
dióle ella tal puñalada,
que en el suelo muerto cae.
"Ahora vete tú, Hernandillo,
y cuéntale al rey mi padre."
Y vase para el palacio
a do el conde Ayuelos está.
Las puertas halló cerradas
no encontró por dónde entrar;
con arte de encantamiento
ábrelas de para en par;
siete antorchas que allí arden
todas las fuera a apagar.
Despertado se había el conde
con un temor atan grande:
–¡Ay, válasme, Dios del cielo
y Santa María su madre!
¿Si eran mis enemigos
que me vienen a matar,
o eran los mis pecados
que me vienen a tentar?
La Melisenda, discreta,
le empezara de hablar:
–No te congojes, señor,
no quieras pavor tomar,
que yo soy una morica
venida de allende el mar.
Mi cuerpo tengo tan blanco
como un fino cristal;
mis dientes tan menudicos,
menudos como la sal;
mi boca tan colorada
como un fino coral.
Así fablara el buen conde
tal respuesta le fue a dar:
–Juramento tengo hecho,
y en un libro misal,
que mujer que a mí demande
nunca mi cuerpo negalle,
si no era a la Melisenda,
la hija del emperante.
Entonces la Melisenda
comenzóle a besar
y en las tinieblas oscuras
de Venus es el jugar.
Cuando vino la mañana
que quería alborear,
hizo abrir las sus ventanas,
por la morica mirar;
vido que era Melisenda,
y empezóle de hablar:
–¡Señora, cuán bueno fuera
a esta noche me matar,
antes de haber cometido
aqueste tan grande mal!
Fuérase al emperador
por habérselo contar;
las rodillas por el suelo
le comienza de hablar:
–Una nueva vos traía
dolorosa de contar;
mas catad aquí la espada
que en mi lo podréis vengar;
que esta noche Melisenda
en mis palacios fue a entrar;
díxome que era morica,
morica de allén la mar,
y que venía conmigo
a dormir y a folgar.
¡Y entonces yo desdichado
cabe mí la dexé echar!
Allí fabló el emperador,
tal respuesta le fue a dar:
–Tira, tira allá tu espada,
que no te quiero fer mal;
mas si tú la quieres, conde,
por mujer se te dará.
–Pláceme –dixiera el conde–,
pláceme de voluntad,
lo que vuestra alteza mande
veisme aquí a vuestro mandar.
Hacen venir un obispo
para allí los desposar;
ricas fiestas se hicieron
con mucha solemnidad.
(¡Cómo me gusta ella: su insomnio, su pedido de consejo, su decisión, su magia, su mentira, su deseo! ¡Qué nabos me parecen el conde y el rey! Dice Ramón Menéndez Pidar que esta aventura de mujer que entra a escondidas en lecho de hombre que al reconocerla se apena se repite en muchas "Chanson de geste", Cantares de gesta, de aventuras del Medioevo. Después dicen que la crisis de la masculinidad es el mal de nuestros últimos años...)
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
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