"Pizarnik elije apenas un puñado de imágenes y las desarrolla hasta extenuarlas, como quien roe un hueso hasta la médula, como quien pule lo que brilla hasta el enceguecimiento. Una de esas imágenes es la del pájaro: el “pájaro profeta”, “los pájaros queman el viento”, “mi infancia y su perfume/ a pájaro acariciado”, “el sermón del pájaro”, el “pájaro sabio en amor”, “un pájaro muerto llamado azul”, “la mudez de pájaros y viento”, “Yo no sé de pájaros” son algunas de las proyecciones sintagmáticas de esa unidad paradigmática en su Poesía completa.
El primer poema de Las aventuras perdidas (1958) se llama “La jaula”. En el mismo libro, “El despertar”, dedicado a León Ostrov, se lee: “Señor/ la jaula se ha vuelto pájaro/ y se ha volado” (Pizarnik, 2001, p. 92). No hace falta más para trazar la onda mnemónica que arrastra a los textos de Pizarnik. Kafka había escrito un aforismo que decía “Una jaula salió en busca de un pájaro” y en diciembre de 1954 “floralejandrapizarnik” había firmado su ejemplar de Kafka, o el pájaro y la jaula (Gándara, 1943), un estudio trascendentalista sobre la obra de Kafka. Así como reconocemos a Kafka en sus precursores (los presocráticos, Kierkegaard), así se deja él mismo leer como un precursor de Pizarnik.
Y entre Pizarnik y Kafka, qué duda cabe, está Borges. Más allá de toda nuestra distancia en relación con Jorge Borges hay que decir
que sin su magisterio no habríamos leído a Kafka. Y no seríamos nosotros. Y así nos iría."
Daniel Link. Clase del 30 de marzo para sus maravillados alupnos y alupnas (virtuales algunas) de Literatura del siglo XX.
martes, 31 de marzo de 2015
Ayer hablábamos con las chicas
Con Celia, Nuria y Silvana. En el patio de mi casa, delante de mi torta de cumpleaños. De mi asquerosa monogamia física, la que no me deja calentarme más que con un solo hombre, más allá de todo lo que me gusta la gente y teorizar sobre el amor y la amistad.
Entonces, a la noche, mi inconciente reparador, el que no me deja mentir y me avisa cuando boludeo, me hizo soñar que de repente, de golpe, sorpresivamente, al otro día de esta conversación con las chicas (o sea hoy) yo estaba no sé dónde, hablando con no sé quién y, por detrás del hombro de quien me hablaba, se me aparecía un hombre como de 30 años, cara blanca, pelo negro, barba apenas, sonrisa no boba, boca generosa, ojos oscuros, explicándome algo que él había hecho, una obra de arte que él había hecho, no sé si era una escultura o una pintura o algo así. Y yo decía: Apa, a éste sí me lo cogería y justo ayer les decía a las chicas que era imposible.
Entonces, a la noche, mi inconciente reparador, el que no me deja mentir y me avisa cuando boludeo, me hizo soñar que de repente, de golpe, sorpresivamente, al otro día de esta conversación con las chicas (o sea hoy) yo estaba no sé dónde, hablando con no sé quién y, por detrás del hombro de quien me hablaba, se me aparecía un hombre como de 30 años, cara blanca, pelo negro, barba apenas, sonrisa no boba, boca generosa, ojos oscuros, explicándome algo que él había hecho, una obra de arte que él había hecho, no sé si era una escultura o una pintura o algo así. Y yo decía: Apa, a éste sí me lo cogería y justo ayer les decía a las chicas que era imposible.
Mijita lectora cortazariana
No pude resistir la tentación de afanar estas dos fotos de face ajeno. Cómo odio esa regla represiva que dice que los hijos e hijas se averguenzan de la baba de su madre.
Mi épica torta-flan
Ayer conocí la torta-flan. Es una maravilla que Silvana Albertina Oyarzabal te hace cuando te quiere mucho y cumplís años (muchos).
Cuenta la leyenda que la tortaflan de Silvana Albertina Oyarzabal incluye un pase mágico con repasador y cicatriz en el brazo.
Mi tortaflan de cumpleaños que me hizo Silvana Albertina Oyarzabal está tan rica (ahora que es el día después y está solita para mí) que me sirvo una porción enorme y me quedo ahí comíendola al lado de la heladera porque no da ni perder tiempo en ir a sentarse.
Cuenta la leyenda que la tortaflan de Silvana Albertina Oyarzabal incluye un pase mágico con repasador y cicatriz en el brazo.
Mi tortaflan de cumpleaños que me hizo Silvana Albertina Oyarzabal está tan rica (ahora que es el día después y está solita para mí) que me sirvo una porción enorme y me quedo ahí comíendola al lado de la heladera porque no da ni perder tiempo en ir a sentarse.
Más de lo mismo
Gustavo no vino ni me llamó para mi cumpleaños. Y ni me duele ya. Viví así toda mi vida. Ese año tuve navidá y año nuevo y su cumple, otro año será el mío. O no, porque total...
Cuando la memoria ya no pueda
VALERIA PARISO
Como si no hubiera continuidad en la memoria/ la alegría aparece de a ratos. / De a ratos todavía
tiembla un pájaro dormido en la mitad del miedo/ -Así no se puede soñar- nos dice el árbol/
traigan viento/agua/ dos que se amen como un niño por venir/ dos en un mismo cuerpo que no
pueda ser interrumpido/ que se amen aún sobre el espanto y la esperanza/ que se amen bien y
cuando la memoria/ ya no pueda reconstruir la catástrofe con final feliz/ se paren /sobre sus
huesos/ y dignos/ de sí y de la historia/ sepan juntos olvidarse para siempre.
Como si no hubiera continuidad en la memoria/ la alegría aparece de a ratos. / De a ratos todavía
tiembla un pájaro dormido en la mitad del miedo/ -Así no se puede soñar- nos dice el árbol/
traigan viento/agua/ dos que se amen como un niño por venir/ dos en un mismo cuerpo que no
pueda ser interrumpido/ que se amen aún sobre el espanto y la esperanza/ que se amen bien y
cuando la memoria/ ya no pueda reconstruir la catástrofe con final feliz/ se paren /sobre sus
huesos/ y dignos/ de sí y de la historia/ sepan juntos olvidarse para siempre.
lunes, 30 de marzo de 2015
Salir a pasear es incompatible con mi amor
Desgraciadamente. El pelotudo dice que no podemos ir juntos a ningún lado porque miro tipos. Y a mí me gusta tanto mirar para todos lados, ir a todos lados, respirar amigos y amigas, ver la vida enorme y desplegada. Y él me asfixia tanto, es tan mezquino en su ver solamente chongos, solamente traición. Aunque, en el fondo, sabemos que no es eso, que necesita ayuda terapéutica ya desde hace años.
Así que yo soy feliz de tener amigos y amigas que me sacan a pasear. Ayer fue el Encuentro de la palabra en Tecnópolis adonde no había ido nunca aún. Una maravilla los papás de Luci y la nena que me bancó incluso sin la presencia de mijita, su amiga (Siempre es más fácil con madre o hija ajena). Párrafo aparte para el encuntro con Ariel Bermani vendiendo sus propios libros y los de su Editorial Conejos. Me preguntó cómo llegue a leer su Leer y escribir, me acordé que fue por Prisioneros de la torre de la Drucarof, nos quedamos hablando un rato (de madres, de hijas, de libros) y me firmó los dos nuevos que le compré.
¿Por qué Gustavo no entiende estas cosas? ¿Por qué no ve que mi amor por él crece y no disminuye cuando soy feliz con otra gente y en otros lugares?
Así que yo soy feliz de tener amigos y amigas que me sacan a pasear. Ayer fue el Encuentro de la palabra en Tecnópolis adonde no había ido nunca aún. Una maravilla los papás de Luci y la nena que me bancó incluso sin la presencia de mijita, su amiga (Siempre es más fácil con madre o hija ajena). Párrafo aparte para el encuntro con Ariel Bermani vendiendo sus propios libros y los de su Editorial Conejos. Me preguntó cómo llegue a leer su Leer y escribir, me acordé que fue por Prisioneros de la torre de la Drucarof, nos quedamos hablando un rato (de madres, de hijas, de libros) y me firmó los dos nuevos que le compré.
¿Por qué Gustavo no entiende estas cosas? ¿Por qué no ve que mi amor por él crece y no disminuye cuando soy feliz con otra gente y en otros lugares?
Saludos feisbukeros
Me levanté y tenía 102 mensajes ya en mi muro. Es virtual pero cómo alegra. Ahora ya vamos por los 123. Y ayer, en Tecnópolis, en el Encuentro de la palabra, m quedó demostrado qué cercanos son los amigos que he hecho en feis: me encontre hermosa y sorpresivamente con Ariel Bermani atendiendo un satnd y vendiéndome sus propios libros, a Irma Verolín en la lectura de El rayo verde y me regaló su libro, a Enrique Solinas siempre divino y leyendo su poesía, a Tani Mellado que fue encuentro jujeño a pesar de ser sureña, a Bruno Di Benedetto cuyos post son tan geniales siempre.
Yo soy pelotuda pero éste me gana
Mi señor insoportable (hace una semana que no nos vemos porque SHO no lo llamo) ayer la llevó a la nena a San Isidro con mi auto, y la fue a buscar (bien pero dejemos de festejarle lo natural como si fuera el gran logro) y dice que le pidió "un favor": que me dijera hoy feliz cumpleaños. Es tan tan tan patético.
Será que tengo el alma de bolero
ME LEVANTÉ CON ANA BELÉN <3
No sé por qué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todos y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo.
No sé por qué te quiero
si voy a tientas tú vas sin freno
te me apareces en los espejos
como una sombra de cuerpo entero,
yo me pellizco y no me lo creo.
Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello.
Querer como te quiero
no va a caber en ningún bolero
te me desbordas dentro del pecho
me robas tantas horas de sueño
me miento tanto que me lo creo.
Si no me hicieran falta tus besos...
Querer como te quiero
no tiene nombre ni documentos
no tiene madre no tiene precio
soy hoja seca que arrastra el tiempo
medio feliz en medio del cielo.
No sé por qué te quiero
será que tengo alma de bolero
tú siempre buscas lo que no tengo
te busco en todos y no te encuentro
digo tu nombre cuando no debo.
No sé por qué te quiero
si voy a tientas tú vas sin freno
te me apareces en los espejos
como una sombra de cuerpo entero,
yo me pellizco y no me lo creo.
Si no me hicieran falta tus besos
me tratarías mejor que a un perro
piensa que es libre porque anda suelto
mientras arrastras la soga al cuello.
Querer como te quiero
no va a caber en ningún bolero
te me desbordas dentro del pecho
me robas tantas horas de sueño
me miento tanto que me lo creo.
Si no me hicieran falta tus besos...
Querer como te quiero
no tiene nombre ni documentos
no tiene madre no tiene precio
soy hoja seca que arrastra el tiempo
medio feliz en medio del cielo.
Una de Sandro
La agarré empezada pero cómo resistir la imagen del Sandro veinteañero y esa geta de nabo que tenía y esas poces de culebrón melodramático soft de sus pelis. Me mató la corridita final clásica por la playa y su "Dime las palabras viejas: te amo sólo a tí."
Última salida
Argentina, con Pablo Rago, Ulises Dumont, Darío Grandinetti, Mercedes Morán. Estuvo buena, pero ahí. Buena la idea de contar lo que pasa con cada trabajador que se queda sin laburo al cerrarse un ramal de tren en el que había trabajado siempre: el que se mete a remis, el que afana, el que se suicida, el que va a la tale a denunciar, el viejo que se queda en los talleres abandonados. Medio colgado lo de los hijos y el final con moraleja.
domingo, 29 de marzo de 2015
Menopáusica y maternal
Esto de que te venga cuando se le canta te pone a prueba cada mes, no solo en el uso de anticonceptivos, sino en el fantaseo sobre posible maternidad senil. Qué difícil es dejar de ser madre.
Te veo en el atardecer
La Mujer del Crépusculo
Guardiana de los sueños del mañana,
Madre de la noche poblada de estrellas,
Muéstrame cómo vivir mi verdad
Y llevar mis sueños a la luz.
Guardiana de los sueños del mañana,
Madre de la noche poblada de estrellas,
Muéstrame cómo vivir mi verdad
Y llevar mis sueños a la luz.
Enséñame cómo utilizar mi voluntad,
Viviendo la verdad de mi interior,
Descubriendo todas las partes de mi
Donde luz y sombra se armonizan.
Déjame cantar la canción del futuro
Que atañe a todo lo que será,
Sosteniendo las leyes naturales,
Para las criaturas, piedras y árboles.
Madre, te veo en el atardecer
Y te oigo en la lluvia.
Me muestras el conocimiento interno
Mediante los dulces estribillos de tu corazón.
The 13 Original Clan Mothers. Jamie Sams. Editorial Harper Collins.
De: Mujer Nagual
Viviendo la verdad de mi interior,
Descubriendo todas las partes de mi
Donde luz y sombra se armonizan.
Déjame cantar la canción del futuro
Que atañe a todo lo que será,
Sosteniendo las leyes naturales,
Para las criaturas, piedras y árboles.
Madre, te veo en el atardecer
Y te oigo en la lluvia.
Me muestras el conocimiento interno
Mediante los dulces estribillos de tu corazón.
The 13 Original Clan Mothers. Jamie Sams. Editorial Harper Collins.
De: Mujer Nagual
Volvamos a la alegría inicial
La verdad es que cogerse al ex resultó ser una fantasía muy productiva, una fuente de poder, un delicioso alimento al ego. Muy recomendable, chicas.
El verso
Argentina, vieja, con Brandoni, Virginia Lago y Hugo Arana jóvenes, también Andrea Tenuta y Tincho Zabala y Marcos Sucker. Muy decadentes los personajes de La Boca: el versero que vende en los bondis y habla así con todo el mundo, le miente al amigo, al del bar, a la esposa, a los hijos, al que le presta guita. Pensé cosas feas de Gustavo, pensé en cuánto le creo yo todo lo que me dice y no sé, quizás no sea tan cierto, o quizás no me importe.
Cocó avant Chanel
Típica peli de vida de famoso o famosa que salió de muy abajo. Hasta tiene la típica escena del "ahora va a estar todo bien" y a alguien le pasa lo mismo que en África mía. Igual yo sigo con mi curso de educación sentimental cinematográfica. Con ésta aprendí que alguien puede decirte "no quiero que te vayas" y que vos podés elegir tu vocación y para lograrlo cogerte a cualquiera o no cogerte a nadie.
Mi vida hermosa
Es una pena que él no pueda incorporarse, que reclame todo el lugar y que ni siquiera vea todo el que le doy. Pero mi vida sigue siendo tan tan tan hermosa...
Regar los recuerdos como las flores
La amistad nos es indispensable para el buen funcionamiento de la memoria. Recordar el propio pasado, llevarlo siempre consigo, es tal vez la condición necesaria para atesorar, como suele decirse, la integridad del propio yo. Para que el yo no se encoja, para que conserve su volumen, hay que regar los recuerdos como las flores y, para regarlos hay que mantener regularmente el contacto con los testigos del pasado, es decir, con los amigos. Son nuestro espejo, y solo se les exige que le saquen el brillo, de vez en cuando, para poder mirarnos en él.
Milan Kundera
Milan Kundera
sábado, 28 de marzo de 2015
From Prada to nada
Comedia romántica básica pero me gustó. Porque necesito alimento sentimental (¿ya lo dije por aquí?) y porque me encantaron las gentes mexicanas retratadas desde el prejuicio yanqui pero con alegría: todas las mujeres parecen Frida Kalo, todas las casas son coloridas, abarrotadas y ruidosas, todo el mundo baila rancheras y come guacamole, todos los diálogos incluyen "ándale, ándale".
Eliminan de mí todo racionamiento crítico los finales con amores imposibles haciéndose posibles a último momento y nuevos muchachos que surgen amorosamente apensa una se ha sacado al pelma de encima.
Eliminan de mí todo racionamiento crítico los finales con amores imposibles haciéndose posibles a último momento y nuevos muchachos que surgen amorosamente apensa una se ha sacado al pelma de encima.
212
Faltan 3 días para que termine Marzo y ya llevamos 212 entradas en este blog. Creo que he superado todas mis marcas. Me acuerdo una vez que dije que tenía 100 entradas mensuales y que era porque estaba espléndida con mi 100 % de acción.
Bueno, ahora estoy como recargada ¿no?
Bueno, ahora estoy como recargada ¿no?
En el tiempo del sueño
En
el tiempo del sueño, en el pasado lejano, hombres y animales podían
comunicarse entre ellos fácilmente, y también podían transformarse unos
en otros.
Cosmovisión Inuit
La conciencia de los indios
Cosmovisión Inuit
La conciencia de los indios
Haciendo pelota un bolero que me encanta
"Es la historia de un amor como no hay otra igual..." : mi tendencia a la épica y a la narración oral.
"... que me hizo comprender todo el bien, todo el mal": hipérbole, antítesis, hipérboles antitéticas, antítesis hiperbólicas.
"... que le dio luz a mi vida, apagándolá después...": Él, cuando no quería pagar Edenor, me decía que no gastaba luz porque cuando llegaba la luz ya estaba prendida.
"Ay, qué vida tan oscura! Sin tu amor no viviré...": Sin comentarios
"Siempre fuiste la razón de mi existir, adorarte para mí fue religión.": soy atea y odio la razón.
"... que me hizo comprender todo el bien, todo el mal": hipérbole, antítesis, hipérboles antitéticas, antítesis hiperbólicas.
"... que le dio luz a mi vida, apagándolá después...": Él, cuando no quería pagar Edenor, me decía que no gastaba luz porque cuando llegaba la luz ya estaba prendida.
"Ay, qué vida tan oscura! Sin tu amor no viviré...": Sin comentarios
"Siempre fuiste la razón de mi existir, adorarte para mí fue religión.": soy atea y odio la razón.
How i met your mother
Todavía me confundo las dos series, dan dos capítulos de cada una todos los días y yo me quedo ahí bajo las frazadas, pensando que la vida es sencilla, que todo puede arreglarse, que el amor en pareja no es imposible, que los amigos son lo mejor, que no hay que sacrificar nada por nadie sino que el que te ama debe sumar y no restar.
Rules of Engagement (Reglas de Compromiso)
Toy mirando series todos los días ahora que tengo tele linda y cable y colchón de dos plazas. Una es ésta y la otra es la que sigue en el post que sigue. Ésta me gusta porque veo parejas y sus conflictos y estoy necesitando algo de educación sentimental y apoyo moral amoroso.
Blancanieves y el cazador
Me gustó, sí, o casi. Me gustó lo oscura que hacen la historia y lo bella que es la reina y me gustaron los enanos y ver los desvíos que le metieron al cuento. Pero tiene demasiados lugares comunes con otras pelis mucho mejores: mucho afano de El señor de los anillos (¿Qué pito tocaba ese troll haciendo de La bella y la bestia con Blancanieves?), mucho ciervo blanco entre Narnia y espectro patronus de Harry Potter, mucho doncella guerrera de... tantas pelis... La reina tiene mucho del vampirismo de la condesa sangrienta. Muy patética la arenga de Blanca a los súbditos, muy Shreck lo de que no funcione el beso del príncipe y el lugar del cazador parecía el del leñador de Caperucita.
Leemos Del Dock
Ciclo de lecturas: Poetas Del Dock
Te invitamos al ciclo de lecturas Poetas Del Dock. Cuatro escritores de nuestro catálogo compartirán sus poemas. ¿Venís a celebrar con nosotros? Te esperamos.
Miércoles 8 de abril
Alberto Silva, Fernando Aíta, Enrique Solinas, Verónica Yattah
Miércoles 6 de mayo
Elisa Salzmann, Diego Muzzio, Sergio Guerrieri, Alejandro Güerri
Miércoles 10 de junio
Jorge Paolantonio, Fredy Yezzed, Consuelo Fraga, Natalia Litvinova
Miércoles 1 de julio
Alejandro Méndez, Paula Irupé Salmoiraghi, Piero De Vicari, Marina Serrano
Coordinación: Griselda García
A las 19 hs. en Casa de la Lectura
Lavalleja 924, Villa Crespo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entrada gratuita
Te invitamos al ciclo de lecturas Poetas Del Dock. Cuatro escritores de nuestro catálogo compartirán sus poemas. ¿Venís a celebrar con nosotros? Te esperamos.
Miércoles 8 de abril
Alberto Silva, Fernando Aíta, Enrique Solinas, Verónica Yattah
Miércoles 6 de mayo
Elisa Salzmann, Diego Muzzio, Sergio Guerrieri, Alejandro Güerri
Miércoles 10 de junio
Jorge Paolantonio, Fredy Yezzed, Consuelo Fraga, Natalia Litvinova
Miércoles 1 de julio
Alejandro Méndez, Paula Irupé Salmoiraghi, Piero De Vicari, Marina Serrano
Coordinación: Griselda García
A las 19 hs. en Casa de la Lectura
Lavalleja 924, Villa Crespo, Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Entrada gratuita
viernes, 27 de marzo de 2015
¡Pero andáaaaaaaa, forro/a de mierdaaaaa, quiénputatecreéquesóooooo!
¿Querés saber cómo es la persona que te gusta?: cebale mate
Miércoles, 25 de Marzo de 2015 12:20 Jebrivari Pepe
El mate, el mejor amigo del hombre.
Millones de emprendimientos amorosos fracasan por una cuestión medular: no saber de manera cabal con quién se mete uno al iniciar una relación. Es que nunca podemos conocer a la otra persona de modo integral. Por el contrario, buena parte de sus características esenciales aparecerán recién en plena interacción y no antes.
Sin embargo, el prestigioso centro de estudios chaqueño IASCOV (Instituto de Investigación de Asuntos Sociales Colaterales Vamoecí) acaba de difundir un nuevo trabajo científico en el que se afirma que es posible saber cómo es en lo más profundo de su personalidad el ser que nos atrae, y plantea para ello un método tan sencillo como eficaz: cebarle mate y ver cómo bebe la irreemplazable infusión criolla.
"El trabajo de investigación abarcó a 1.089 personas de Villa San Juan y 825 mugrientos de Villa Los Lirios", indicó el profesor Edgar Alberto Beniega, coordinador del estudio realizado por el IASCOV, institución académica que tiene sede en la primera de esas barriadas.
-¿Qué patrones se hallaron?
-Uno o dos nomás, la mayoría eran empleados en relación de dependencia más algunos desocupados y jubilados.
-Me refiero a los factores o categorías conductuales que encontraron al analizar los casos.
-Al contrastar las observaciones de las mateadas que formaron parte del experimento con los informes psicológicos de cada mateador, hallamos que a una determinada manera de tomar mate le corresponde un determinado perfil personal.
-¿Fue un estudio complejo?
-No particularmente. Por ahí hervía el agua nomás, pero son errores que están previstos en la planificación.
-¿Con qué marco teórico trabajaron?
-No, yerba Piporé nomás.
-¿Qué hipótesis utilizaron?
-Ninguna. Eso sí, le enchufamos algo de boldito.
Beniega entregó a Angaú Noticias una copia de las conclusiones de la investigación, en la que se realiza la siguiente clasificación, con la salvedad de que en todos los casos quien ceba el mate es la persona interesada en tener una historia con quien lo recibe y toma:
Recibe el mate, lo toma y lo devuelve con señales de moderada satisfacción. Persona de perfil pacífico y sociable. Privilegia la integración y el entendimiento, acomodando sus expectativas a esos objetivos. Alto grado de adaptabilidad, y por lo tanto muy funcional para la vida en pareja.
Recibe el mate, lo toma y al agotar el agua provoca un estridente sonido mediante una enérgica succión de los últimos restos de líquido que hay en la yerba. Personalidad compleja. Son personas de apariencia calma pero de reacciones intempestivas y prepotentes.
Suelen liberar impulsos instintivos y les gusta marcar su territorio. A veces lo hacen buscando dominar ciertos aspectos de la vida de sus parejas. A veces se conforman con mear distintos rincones de la casa en que conviven.
Recibe el mate, lo examina y utiliza la bombilla como si fuera una pala para remover la yerba y reestructurar todo el mate. Ser invasivo, de elevada autoestima, que generalmente tiende a actuar como un "jefe" o "líder de manada" en la relación.
Decidirá dónde vivir, cómo ambientar la casa, qué amigos de su pareja podrán ingresar al hogar y cuáles no, de qué lado de la cama dormirá cada uno y si el papel higiénico del baño saldrá por arriba del rollo o por debajo.
Discute durante los nueve meses de embarazo los nombres del hijo que viene, hasta acceder al deseo de la otra parte. Luego, en el Registro Civil, hará el trámite en soledad y le pondrá a la criatura los nombres de alguno de sus abuelos.
Recibe el mate y automáticamente retira los labios de la bombilla, exclamando "¡ay, está muy caliente!". El estudio discrimina esta categoría según el sexo. Si se trata de una mujer, señala que se está frente a una personalidad "sensible y frontal, a veces en exceso, pero siempre inclinada a verbalizar sus estados de ánimo y sus puntos de vista".
"Si fuera un hombre -plantea la investigación- tiene menos hormonas masculinas que Campanita".
Recibe el mate, en apariencia lo bebe pero lo devuelve con casi toda el agua que se le cebó. Ser de extrema falsedad e insidia. Menos fiable que desodorante en promoción 2x1.
"Generalmente -dice Beniega- son hombres y mujeres a los que, luego de décadas de relación, sus parejas les descubren que tienen familias paralelas con hijos que ya van a la universidad".
Recibe un mate amargo y lo devuelve diciendo que sólo toma dulce. Beniega es tajante: "Son los típicos pelotudos y pelotudas que no se bancan la más mínima contrariedad. Ideales para la etapa de enamoramiento, en que se muestran chispeantes y repletos de gestos románticos. Pero en la adversidad son más cagadores que Viviana Canosa tratando de salvar un laburo".
Recibe un mate dulce y lo devuelve diciendo que sólo toma amargo. Seres imbancables que para una solución siempre tienen dos problemas, asegura el informe. "No sólo que nunca ven la mitad del vaso que está llena, sino que ni siquiera ven el vaso", ratifica Beniega.
Toma el mate de a pequeños sorbos. El académico dice que "lo bueno de estas personas es que son neuróticos muy leves, en general muy atentos a los pequeños gestos y excelentes amantes".
"Lo malo -agrega- es que en caso de que se utilice un mate de dimensiones importantes, generalmente pasan veinte minutos entre que uno se lo ceba y lo recupera. Lo otro es que esa dedicación a los detalles hace que en las relaciones sexuales los 'juegos previos' duren entre cuarenta minutos y dos días y medio".
Toma el mate en un segundo mediante una succión violenta y rápida. Ansiosos irrefrenables. Habitualmente se trata -en los hombres, claro- de eyaculadores precoces. "En el caso de las mujeres, son las que todavía no fueron empomadas ni una vez y ya quieren hablar de la crianza de los hijos y del color del cielorraso de la habitación", anota Beniega, que recomienda esquivar por completo a este grupo.
Mira con detenimiento el contenido de la yerba antes de beber el primer mate, e incluso aparta sectores de yerba con un bolígrafo u otro elemento para que la revisión sea más completa. Desconfiados e inseguros, y por consiguiente inclinados a los celos enfermizos. Absolutamente no aptos para la vida en pareja. "Pero ideales para una jefatura de personal", indica el estudio.
Habla y habla sin terminar jamás de tomar el mate por completo. "Son personas de cualidades bondadosas -marca Beniega- pero insoportables por su tendencia a las disgresiones interminables, que suelen restarle atractivo al vínculo sentimental".
"Sin embargo -añade-, son muy convenientes para las personas de perfil tramposo, en el sentido de que suelen ignorar que son guampeados o guampeadas aunque se encuentren a su pareja en el pasillo teniendo sexo múltiple con tres hipopótamos fosforescentes".
Toman el mate sin terminar de tragar el bizcocho u otro farináceo ingerido segundos antes, por lo cual al hablar van escupiendo migas empapadas a sus interlocutores/as. Personas muy llanas y flexibles en las relaciones. Beniega recomienda vincularse con este tipo de seres, pero usando casco para motociclistas a la hora del mateo.
Hablan sin quitar la bombilla de la boca, e incluso mordiéndola. Peteros compulsivos. "Ni un puchero hecho en Asunción tiene tanta necesidad de mandioca como ellos", ilustra el investigador.
"No hay objeciones para ellos como parejas -aclara-, pero en zonas rurales en las que los vecinos más cercanos estén a 200 kilómetros".
Al recibir el mate, "limpia" el pico de la bombilla. Beniega afirma que en este caso es determinante ver con qué elemento se realiza el procedimiento.
"Si usa un cedazo, una servilleta o un pañuelo, se trata de personalidades tirando a garcas, para las cuales coger respirando fuerte ya es un acto de lujuria inaceptable -apunta-. Si usa los dedos, es alguien que antes hablaba con la bombilla en la boca pero dejó de hacerlo porque todos se daban cuenta de su condición de petenómano".
Se distrae e inclina el mate hasta derramar líquido y/o yerba sobre sí o sobre los objetos que están debajo. Personas erráticas, negligentes, capaces de provocar verdaderas tragedias por olvidarse un lanzallamas encendido en el ascensor de su edificio.
"No sirven para ni mierda", dictamina Beniega moviendo las manos como si fueran tijeras paralelas al piso. "Suelen ocupar cargos públicos", agrega.
Recibe un mate a 380 grados centígrados, lo succiona, lagrimea, deja los labios pegados en el metal, y con la boca en carne viva musita: "Está buenísimo". El amor incondicional. La persona de la que a usted le hablaron todos los poetas que leyó en su vida.
Dice "no, no tomo mate". ¡Pero andáaaaaaaa, forro/a de mierdaaaaa, quiénputatecreéquesóooooo!
Ampliaremos.
Constituirse y deshacerse al mismo tiempo
Marcianos y algo más
Narrativa argentina. En “Las chanchas”, Bruzzone se pregunta por el valor de un relato, en una historia en la que las cosas no son sino que parecen ser.
Por ezequiel alemian
Félix Bruzzone escribió en Las chanchas un relato de riesgo casi total.
En una calle de Marte, dos chicas, Mara y Lara, interceptan a Andy, que está sacando la basura de su casa, y le piden que las proteja de unos hombres que han querido secuestrarlas. Andy vive con su mujer, Romina, y su hijo, Omi, pero en ese momento está solo, y cobija a las chicas en un cuarto que tiene en los fondos de su propiedad, donde ellas se instalan, encariñadas con Roberto, el conejo de la familia. Pasan los días, hay una búsqueda que se intensifica y comienzan las manifestaciones reclamando la aparición de las chicas, que se supone han sido víctimas de la trata de blancas. Romina, que no sabe que las chicas están en su casa, acompaña a Andy a las marchas. Incluso Mara asiste, a cara descubierta, y observa las conductas diferentes de sus padres y de los padres de Lara. El único que comparte contacto con las chicas es Gordini, que podría ser un tío de Andy. Andy, Gordini y las chicas comienzan a dar shows de magia y karaoke. Se instalan en las sierras, en una comunidad hippie, donde tienen mucho éxito, hasta que un perro se come al conejo Roberto y Gordini mata al perro a tiros. Las funciones comienzan a decaer, Andy extraña a Romina y regresa.
Pero si Andy vuelve, el relato prosigue su extravío. En la segunda parte, más breve, narra Mara. La tercera, la más corta de todas, corresponde a la voz de Romina. Hay en ese condensarse una cuestión con la velocidad de fuga. Cada vez más rápido, cada vez más breve, cada vez más insólito. No hay momentos privilegiados, todas son transiciones.
Si bien la poética de Las chanchas (las “secuestradas”) es disociativa, Bruzzone instala en esa tensión una serie de elementos que se conectan entre sí tramando una red de sentido. Pero esa red es tan tenue, tan hecha de reticencias, casi de símbolos de una hermenéutica ausente, y las vinculaciones parecen ser tan arbitrarias (marcianos, conejos, perros, embarazos, regresan recombinándose en metáforas siempre inconclusas), que el relato, como la necesidad de que aquello que sucede sea lo que tiene que suceder, parece constituirse y deshacerse al mismo tiempo.
En Las chanchas , las cosas casi nunca son, sino que parecen ser. Incluso un personaje, siendo el mismo, puede dejar de ser el que era, para convertirse en otro. Los vínculos entran y salen en lo indescifrable, las intensidades del relato varían, imprevisibles, regidas por una economía rara. Las tensiones se desplazan, y en vez de consumirse en una conclusión se transforma en otro relato. Romina lee La historia sin fin .
Si en el siglo XIX la novela, como quería Stendhal, era un espejo que se hacía pasear reflejando lo que se veía a la vera del camino, en el siglo XX ese espejo se invierte, y a veces no es tanto el referente lo que se narra sino la construcción de una voz narrativa particular. Felisberto Hernández, Camus, Beckett, Nijinsky. Son voces que expanden el campo de lo narrable. El libro de Bruzzone trabaja muchísimo sobre ese personaje extraño que es el narrador. ¿Andy es un humano? ¿Es un roedor? ¿Es alguien que padece un brote psicótico? ¿Es torpe o se hace el tonto? ¿Miente? ¿Cómo se activa y desactiva su memoria? El enigma del narrador se duplica en el enigma del relato.
El estilo llano, seco, tiene algo de flotante, como si la conciencia de la narración estuviese anestesiada. Tal vez, si la escritura fuese demasiado inteligente o estilizada, quedaría aferrada a la narración y esta no podría derivar y dispersarse de la manera en que lo hace. Un grado de imprecisión, de pobreza en la escritura, es funcional al relato.
La pregunta central que uno se hace es: si en un relato puede suceder cualquier cosa, ¿cuál es la importancia de lo que sucede? Como si hubiese que decir algo particular, y de una manera específica. El riesgo casi total que corre Las chanchas es que alguien se responda que como en el libro pasa “cualquier cosa”, lo que pasa no tiene valor.
¿Dónde está el valor de un relato?, es lo que parece preguntarse Bruzzone. Pero él no se responde. No se responde porque la respuesta está en la misma pregunta. No hay (otro) valor, podría decir Las chanchas , que el de preguntarse todo el tiempo por el valor de lo que se hace.
Sobre Las chanchas , de Félix Bruzzone, Random House, 224 págs.,$149.
En una calle de Marte, dos chicas, Mara y Lara, interceptan a Andy, que está sacando la basura de su casa, y le piden que las proteja de unos hombres que han querido secuestrarlas. Andy vive con su mujer, Romina, y su hijo, Omi, pero en ese momento está solo, y cobija a las chicas en un cuarto que tiene en los fondos de su propiedad, donde ellas se instalan, encariñadas con Roberto, el conejo de la familia. Pasan los días, hay una búsqueda que se intensifica y comienzan las manifestaciones reclamando la aparición de las chicas, que se supone han sido víctimas de la trata de blancas. Romina, que no sabe que las chicas están en su casa, acompaña a Andy a las marchas. Incluso Mara asiste, a cara descubierta, y observa las conductas diferentes de sus padres y de los padres de Lara. El único que comparte contacto con las chicas es Gordini, que podría ser un tío de Andy. Andy, Gordini y las chicas comienzan a dar shows de magia y karaoke. Se instalan en las sierras, en una comunidad hippie, donde tienen mucho éxito, hasta que un perro se come al conejo Roberto y Gordini mata al perro a tiros. Las funciones comienzan a decaer, Andy extraña a Romina y regresa.
Pero si Andy vuelve, el relato prosigue su extravío. En la segunda parte, más breve, narra Mara. La tercera, la más corta de todas, corresponde a la voz de Romina. Hay en ese condensarse una cuestión con la velocidad de fuga. Cada vez más rápido, cada vez más breve, cada vez más insólito. No hay momentos privilegiados, todas son transiciones.
Si bien la poética de Las chanchas (las “secuestradas”) es disociativa, Bruzzone instala en esa tensión una serie de elementos que se conectan entre sí tramando una red de sentido. Pero esa red es tan tenue, tan hecha de reticencias, casi de símbolos de una hermenéutica ausente, y las vinculaciones parecen ser tan arbitrarias (marcianos, conejos, perros, embarazos, regresan recombinándose en metáforas siempre inconclusas), que el relato, como la necesidad de que aquello que sucede sea lo que tiene que suceder, parece constituirse y deshacerse al mismo tiempo.
En Las chanchas , las cosas casi nunca son, sino que parecen ser. Incluso un personaje, siendo el mismo, puede dejar de ser el que era, para convertirse en otro. Los vínculos entran y salen en lo indescifrable, las intensidades del relato varían, imprevisibles, regidas por una economía rara. Las tensiones se desplazan, y en vez de consumirse en una conclusión se transforma en otro relato. Romina lee La historia sin fin .
Si en el siglo XIX la novela, como quería Stendhal, era un espejo que se hacía pasear reflejando lo que se veía a la vera del camino, en el siglo XX ese espejo se invierte, y a veces no es tanto el referente lo que se narra sino la construcción de una voz narrativa particular. Felisberto Hernández, Camus, Beckett, Nijinsky. Son voces que expanden el campo de lo narrable. El libro de Bruzzone trabaja muchísimo sobre ese personaje extraño que es el narrador. ¿Andy es un humano? ¿Es un roedor? ¿Es alguien que padece un brote psicótico? ¿Es torpe o se hace el tonto? ¿Miente? ¿Cómo se activa y desactiva su memoria? El enigma del narrador se duplica en el enigma del relato.
El estilo llano, seco, tiene algo de flotante, como si la conciencia de la narración estuviese anestesiada. Tal vez, si la escritura fuese demasiado inteligente o estilizada, quedaría aferrada a la narración y esta no podría derivar y dispersarse de la manera en que lo hace. Un grado de imprecisión, de pobreza en la escritura, es funcional al relato.
La pregunta central que uno se hace es: si en un relato puede suceder cualquier cosa, ¿cuál es la importancia de lo que sucede? Como si hubiese que decir algo particular, y de una manera específica. El riesgo casi total que corre Las chanchas es que alguien se responda que como en el libro pasa “cualquier cosa”, lo que pasa no tiene valor.
¿Dónde está el valor de un relato?, es lo que parece preguntarse Bruzzone. Pero él no se responde. No se responde porque la respuesta está en la misma pregunta. No hay (otro) valor, podría decir Las chanchas , que el de preguntarse todo el tiempo por el valor de lo que se hace.
Sobre Las chanchas , de Félix Bruzzone, Random House, 224 págs.,$149.
Los nombres no importan
"Pichi
ya la pile tiene demasiada sombra asi q hasta aca llegue x este ano, no
te olvides de los libros! Veni cdo quieras" escribe mi clienta
fabricante de cerveza y empleada de la Auditoría General de la Nación.
Desde hace un mes que tiene una biblioteca en cajas. Libros heredados.
¿Pasaré? Ahora la excusa del calor para sacarle unas cervezas no va. Voy
a tener que ir por los libros. Libros o cerveza es el dilema de todo
piletero y trabajador en general. No me molesta que me
llames Pichi. Habla de tu extrema sensibilidad. Si tengo una clienta
que hace ocho años me dice Erik es porque ya está, los nombres no sirven
para nada. Hace unos días estuve en un río tomando cerveza. No sé qué
nombre tenía yo en ese momento. A ese río el sol le da todo el año.
Después nadamos, al sol. Si hay río que pasa no hacen falta libros. Si
hay pileta sí, los libros son fundamentales, pero no hay que mojarlos
porque después no sirven ni para hacer fuego. Cuando vaya a buscar los
libros de mi clienta cervecera y los lea voy a tener muchas más
conclusiones sobre todo esto.
jueves, 26 de marzo de 2015
Es violencia
Me lo tienen que recordar mis amigas porque en mi entrampamiento dejo que el pelotudo (mucho señor amor amor) me trate como no me merezco con la excusa de sus celos. Y yo ciega y jaja y jijiji.
No quiero ser mi propio héroe griego
POEMAS MÍOS Y CORTANTES
LA MONSTRUOSA
Hay algo en mí que es como la hidra:
Corto una cabeza,
rebrotan tres.
LA AUTOMUTILADA
Mi espada automutiladora
es la más afilada del reino
pero tengo amigas, amigos,
hijos, hija,
(personajes mágicos que les dicen)
que detienen el golpe y vendan
las heridas
mientras me dicen
que él no vale la pena.
LA INENVASABLE
Intentamos ser una pareja feliz.
Hicimos reuniones familiares,
fuimos al Coto,
nos dormimos
al mismo tiempo.
Lamentablemente
siempre sobra
algo de mí.
LA DESPLEGABLE
Intento ocultar las aristas,
hacer amables los extremos locos.
De repente
todo salta por el aire como un resorte.
No sirvo
para figura de origami.
LA IRRECORTABLE
Una amiga me dice:
él ama tu locura,
te ama porque sos así.
Pero él parece no estar de acuerdo
y yo me someto
a sus mutilaciones.
Por un rato,
después
me canso y detengo
la tijera.
EL HÉROE FALSO
Tampoco él es tan hábil
en esto del corte de cabezas monstruosas.
Ni siquiera ha practicado bien el ocultamiento
de mis desviaciones atroces.
Creo que si utilizara
todo el poder que tiene sobre mí
sería fatal.
A fin de cuentas
agradezco su torpeza.
LA MONSTRUOSA
Hay algo en mí que es como la hidra:
Corto una cabeza,
rebrotan tres.
LA AUTOMUTILADA
Mi espada automutiladora
es la más afilada del reino
pero tengo amigas, amigos,
hijos, hija,
(personajes mágicos que les dicen)
que detienen el golpe y vendan
las heridas
mientras me dicen
que él no vale la pena.
LA INENVASABLE
Intentamos ser una pareja feliz.
Hicimos reuniones familiares,
fuimos al Coto,
nos dormimos
al mismo tiempo.
Lamentablemente
siempre sobra
algo de mí.
LA DESPLEGABLE
Intento ocultar las aristas,
hacer amables los extremos locos.
De repente
todo salta por el aire como un resorte.
No sirvo
para figura de origami.
LA IRRECORTABLE
Una amiga me dice:
él ama tu locura,
te ama porque sos así.
Pero él parece no estar de acuerdo
y yo me someto
a sus mutilaciones.
Por un rato,
después
me canso y detengo
la tijera.
EL HÉROE FALSO
Tampoco él es tan hábil
en esto del corte de cabezas monstruosas.
Ni siquiera ha practicado bien el ocultamiento
de mis desviaciones atroces.
Creo que si utilizara
todo el poder que tiene sobre mí
sería fatal.
A fin de cuentas
agradezco su torpeza.
No quiero ser una dama amable, reservada, modosa y circunspecta
"Aunque es útil tender puentes incluso con los grupos a los que uno no pertenece y es importante procurar ser amable, también es imprescindible no esforzarse demasiado y no creerse demasiado que, si una se comporta como debe y consigue ocultar todas las comezones y crispaciones de la criatura salvaje, conseguirá parecer una dama amable, reservada, modosa y circunspecta. Esta clase de comportamiento, este afán del ego de encontrar un lugar a toda costa es el que corta la conexión con la Mujer Salvaje de la psique. En tal caso, en lugar de una mujer vital, nos queda una mujer sin garras. Nos queda una nerv1osa, comedida y bienintencionada mujer que se muere de ganas de ser buena. Pues no, es mucho mejor, mucho más elegante e infinitamente más espiritual ser lo que se es y tal como se es, y dejar que los demás sean también lo que son."
Mujeres que corren con los lobos.
Mujeres que corren con los lobos.
Curar mi exilio sin nuevas heridas
- Esta “búsqueda del amor en todos los lugares equivocados” es la reacción al exilio. Cuando una mujer recurre a una conducta compulsiva y repetida —repitiendo una y otra vez un comportamiento que no la satisface y que provoca declive en lugar de una prolongada vitalidad— para aliviar su exilio, lo que hace en realidad es causarse más daño, pues no se cura la herida inicial y, en cada una de sus incursiones, se produce nuevas heridas.
- Las soluciones a estas opciones equivocadas son varias. Si la mujer pudiera sentarse y contemplar su corazón, vería en él la necesidad de que se reconocieran y aceptaran respetuosamente sus cualidades, sus dotes y sus limitaciones. Por consiguiente, para empezar a curarte, deja de engañarte pensando que un pequeño placer equivocado te curará la pierna rota. Di la verdad acerca de tu herida y entonces comprenderás el remedio que le tienes que aplicar. No llenes el vacío con lo que te resulte más fácil o lo que tengas más a mano. Espera a encontrar la medicina adecuada. La reconocerás porque tu vida será más fuerte y no más débil.
Si la niña sale salvaje
"Una niña es desterrada exactamente por las mismas razones que vemos en “El patito feo”. En muchas culturas, cuando nace una niña se espera de ella que Sea o se convierta en un determinado tipo de persona, se comporte de una cierta Manera convencional, tenga una serie de valores que, aunque no sean idénticos a los de su familia, sí por lo menos se basen en ellos y, en cualquier caso, no provoque sobresaltos de ningún tipo. Estas expectativas quedan muy bien definidas cuando uno o ambos progenitores experimentan el deseo de una “hija angelical”, es decir, de una hija sumisamente “perfecta”.
En las fantasías de algunos padres la hija que tengan deberá ser perfecta y sólo deberá reflejar sus criterios y sus valores. Por desgracia, si la niña sale salvaje, ésta deberá padecer los repetidos intentos de sus padres de someterla a una operación quirúrgica psíquica en su afán de re—crearla y de modificar lo que el alma le pide a la niña, Por mucho que su alma le pida que mire, la cultura circundante le pedirá que se vuelva ciega. Y, aunque su alma quiera decirle la verdad, ella se vera obligada a guardar silencio."
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Un corazón dispuesto
Ser fuerte no significa hacer brotar músculos y hacer flexiones.
Significa encontrarse con lo numinoso de uno sin huir, viviendo
activamente con la naturaleza salvaje de una manera propia. Significa
ser capaz de aprender, ser capaz de sostener lo que sabemos. Significa
sostenerse y vivir. Sería un error pensar que se necesita ser un héroe
endurecido para lograrlo. No es así. Se necesita un corazón que esté
dispuesto a morir y nacer y morir y nacer una y otra vez.
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
La ganancia del exilio
"Aunque el exilio no es algo que se desee por diversión, hay una ganancia inesperada en él: son muchos los regalos del exilio. Saca la debilidad a golpes, hace desaparecer los plañidos, habilita la percepción interna aguda, acrecienta la intuición, otorga el poder de la observación penetrante y una perspectiva que “el de adentro” nunca podría lograr."
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Paulita la boludita
Patito feo, super niña, Heidi, Carrie, hermana mayor a los 11 meses, buen ejemplo a los 10, señorita ante otros 4 menores, madre sola a los 20, esposa y madre adoptiva de su esposo a los 24, madre sola de 3 a los 27. ¿Qué más quieren?
El patito feo
"Sus hermanos y otras criaturas de la comunidad se le echan encima, lo
picotean y lo atormentan. Quieren obligarlo a irse, pero el patito feo
se muere de pena al verse rechazado por los suyos, lo cual es terrible,
pues él no ha hecho nada para merecer este trato como no sea el hecho de
ser distinto y comportarse de una manera distinta. De hecho, sin haber
alcanzado ni siquiera la mitad de su desarrollo, el patito padece fuerte
complejo psicológico. Teniendo en cuenta que la vida creativa es el
alimento y el agua del alma, este desarrollo básico es extremadamente
importante."
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Una loba herida
"Es interesante señalar que entre los lobos, por muy enferma que esté, por muy acorralada que se encuentre y por muy sola, asustada o debilitada que se sienta, una loba sigue adelante. Se acercará a los demás en busca de la protección de la manada. Intentará por todos los medios resistir, derrotar con su ingenio, dejar atrás y sobrevivir a cualquier cosa que la esté acosando. Pondrá todo su empeño en ir respirando poco a poco. En caso necesario se arrastrará de un sitio a otro hasta que encuentre un buen lugar, un lugar curativo, un lugar donde recuperarse."
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Mujeres que corren con los lobos. Clarisa Pínkola Estés.
Las cosas más curativas
"...muchas veces las cosas de la naturaleza son las más curativas para ella, sobre todo las muy sencillas y las que más tenemos a nuestro alcance. Las medicinas de la naturaleza son muy poderosas y honradas; una mariquita en la verde corteza de una sandía, un petirrojo con un trozo de hilo en el pico, una planta florida, una estrella fugaz e incluso un arco iris en un fragmento de cristal en la calle puede ser una medicina apropiada. La perseverancia es algo muy curioso: exige una enorme energía y puede recibir alimento suficiente para un mes con sólo cinco minutos de contemplación de unas aguas tranquilas."
Mujeres que corren con los lobos
Mujeres que corren con los lobos
Te amo tanto, Gustavo Olivera
Sé que yo necesitaba decirte todo lo que te dije durante estos meses y escucharte decir todo lo que me dijiste. Sé que necesitábamos perdonarnos y sentirnos y saber que todo fue necesario. No me arrepiento ni me hago cargo de tu parte, sé que esta vez me viste y me querés (hasta donde podés) tal cual soy.
Cumplir con lo que los otros quieren
Ser nosotros mismos nos causa ser exilados por muchos otros. Sin embargo, cumplir con lo que otros quieren nos causa exilarnos de nosotros mismos.
Para sanar verdaderamente, debemos decir nuestra verdad y no sólo nuestro pesar y dolor, sino también qué daño fue causado, qué enojo, qué disgusto, y también qué deseo de autocastigo o venganza fue evocado en nosotros.
Una de las cosas más básicas que median entre el mundo del alma y el mundo de la materia es que muchas de las cosas que se nos presentan no son como parecen al primer contacto.
Mujeres que corren con los lobos
Para sanar verdaderamente, debemos decir nuestra verdad y no sólo nuestro pesar y dolor, sino también qué daño fue causado, qué enojo, qué disgusto, y también qué deseo de autocastigo o venganza fue evocado en nosotros.
Una de las cosas más básicas que median entre el mundo del alma y el mundo de la materia es que muchas de las cosas que se nos presentan no son como parecen al primer contacto.
Mujeres que corren con los lobos
Mejor ser una exiliada
Si has intentado encajar en algún molde y no lo has conseguido, probablemente has tenido suerte. Es posible que seas una exiliada, pero has protegido tu alma... Es peor permanecer en el lugar que no nos corresponde en absoluto que andar perdidas durante algún tiempo, buscando el parentesco psíquico y espiritual que necesitamos. Jamás es un error buscar lo que una necesita. Jamás.-
El deseo de pertenecer al club del gato despeinado y la gallina bizca se reducirá a nada.
Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos p. 201
El deseo de pertenecer al club del gato despeinado y la gallina bizca se reducirá a nada.
Clarissa Pinkola Estés, Mujeres que corren con los lobos p. 201
Mi pequeño placer equivocado
“…Para empezar a curarte, deja de engañarte pensando que un pequeño placer equivocado te curará la pierna rota. Di la verdad acerca de tu herida y entonces comprenderás el remedio que le tienes que aplicar. No llenes el vacío con lo que te resulte más fácil ó lo que tengas más a mano. Espera a encontrar la medicina adecuada. La reconocerás porque tu vida será más fuerte u no más débil”
Clarissa Pinkola Estés, “Mujeres que corren con Lobos”
Clarissa Pinkola Estés, “Mujeres que corren con Lobos”
Me lloré todo cuando me di cuenta de que mi ecosistema no deja de protegerme
Ayer estaba fatal (hoy me queda algo de pucheros) y me fui a buscar un poco de alivio en Mujeres que corren con los lobos. Empecé a leer donde estaba puesto el señalador de mijita que lo está leyendo. Me encontré hasta con alusiones a mi pata rota, ahora les copio.
miércoles, 25 de marzo de 2015
Editar en Perú
VÍCTOR RUIZ VELAZCO: “PUBLICAR UN LIBRO EN PERÚ ES MUY FÁCIL Y NO ME REFIERO A LA CALIDAD”
Creador del sello Lustra Editores, el poeta y narrador Víctor Ruiz Velazco ha lanzado junto al escritor Diego Trelles el sello Santuario, cuya propuesta es publicar obras de los mejores narradores latinoamericanos contemporáneos, como también servir de plataforma para que autores peruanos sean leídos en el exterior.
Por Jaime Cabrera Junco
ecajun@gmail.com
ecajun@gmail.com
Víctor Ruiz Velazco (Lima, 1982), además de poeta y narrador, tiene una importante labor como editor. A través de Lustra Editores, ha reeditado poemarios como La tierra baldía, de T.S. Eliot; Elegías de Duino, de Rainer María Rilke; así como grandes poemarios de autores peruanos como Contra Natura, de Rodolfo Hinostroza, o Tromba de agosto y Ave Soul, de Jorge Pimentel (próximamente publicará El huso de la palabra de José Watanabe). Además, ha emprendido un proyecto editorial junto al también escritor Diego Trelles Paz, con quien hace un año lanzó el sello Santuario, nombre inspirado en la novela de William Faulkner. Próximamente publicarán Los peligros de fumar en la cama, cuentario de la escritora argentina Mariana Enríquez; y las novelas Los topos del también argentino Félix Bruzzone; Derretimiento, del uruguayo Daniel Mella y El inquilino del colombiano Guido Tamayo. Esta entrevista, si bien extensa, es importante porque es un testimonio de parte de lo que significa ser editor en nuestro país. Oficio, que si se toma con seriedad, dejará satisfacciones muy superiores a las ganancias.
En su blog, Diego Trelles anunciaba el lanzamiento de Santuario y decía que surgía como una editorial independiente hecha por escritores para publicar “a los escritores que nos gustan”. Desde el inicio, con la publicación de El lugar del cuerpo, de Rodrigo Hasbún, se notaba una apuesta hacia el mercado hispanoamericano. ¿Cuál fue la idea inicial para llevar adelante este proyecto?
Es muy difícil que libros de escritores argentinos, chilenos, colombianos o bolivianos lleguen al Perú, y viceversa; y, en cambio, es muy fácil que libros publicados en España, la gran mayoría saldos importados por distribuidoras peruanas que revenden esos saldos a precios astronómicos, inunden las librerías peruanas. Nuestra apuesta es ir a contracorriente, contra la idea de un pensamiento único pauteado por las transnacionales. Ciertamente, también llegan cosas muy buenas, pero son las menos. Nosotros creemos en la idea de generar vínculos e intercambios entre escritores y lectores de nuestra región. Eso que parece un viaje a la semilla es, en las circunstancias señaladas, algo revolucionario. Aunque no hemos sido los primeros; en Perú, la etapa inicial de Estruendomudo fue maravillosa en este aspecto, por ejemplo, y lo que viene haciendo en la actualidad Animal de Invierno, publicando autores peruanos para darlos a conocer en el exterior, es notable.
Es muy difícil que libros de escritores argentinos, chilenos, colombianos o bolivianos lleguen al Perú, y viceversa; y, en cambio, es muy fácil que libros publicados en España, la gran mayoría saldos importados por distribuidoras peruanas que revenden esos saldos a precios astronómicos, inunden las librerías peruanas. Nuestra apuesta es ir a contracorriente, contra la idea de un pensamiento único pauteado por las transnacionales. Ciertamente, también llegan cosas muy buenas, pero son las menos. Nosotros creemos en la idea de generar vínculos e intercambios entre escritores y lectores de nuestra región. Eso que parece un viaje a la semilla es, en las circunstancias señaladas, algo revolucionario. Aunque no hemos sido los primeros; en Perú, la etapa inicial de Estruendomudo fue maravillosa en este aspecto, por ejemplo, y lo que viene haciendo en la actualidad Animal de Invierno, publicando autores peruanos para darlos a conocer en el exterior, es notable.
En cuanto a la publicación del libro de Rodrigo Hasbún, ciertamente fue una declaración de principios. Publicar a un magnífico autor como Rodrigo, que sin embargo, salvo por unos cuantos lectores incondicionales peruanos, era un nombre nuevo -a pesar de haber sido uno de los Bogotá 39 y de ser elegido uno de los escritores latinoamericanos contemporáneos más importantes por la prestigiosa revista Granta de Inglaterra- en el ámbito local fue un “riesgo” que asumimos para demostrar que un buen libro siempre puede encontrar su propio espacio, o hacerse de uno y que es mentira eso de que “el lector peruano es un lector poco sofisticado”. La prueba es que a menos de seis meses de su aparición, el libro de Rodrigo ya se encontraba virtualmente agotado.
¿Cómo es que dos escritores se juntan para trabajar aun cuando Diego está fuera del Perú?
Por la convicción de saber que lo que hacemos es necesario. Porque los que antes lo hacían ahora prefieren no hacerlo, cual Bartleby, y están en todo su derecho. Es fácil hacer lo que se puede, nosotros hacemos lo que queremos, a pesar de lo difícil que es.
Por la convicción de saber que lo que hacemos es necesario. Porque los que antes lo hacían ahora prefieren no hacerlo, cual Bartleby, y están en todo su derecho. Es fácil hacer lo que se puede, nosotros hacemos lo que queremos, a pesar de lo difícil que es.
Ahora que mencionas el tema de la distancia, debo decir que la mayor parte de lo que ha hecho Diego ha sido realizado desde fuera del país. Una muestra es la revista Pterodáctilo, que Diego dirigió mientras estudiaba en Estados Unidos; también sus estudios y antologías sobre la narrativa latinoamericana (pienso, sobre todo, en El futuro no es nuestro, también publicado en Perú por Madriguera) fueron realizados fuera del país. El hecho de que ahora mismo Diego se encuentre en París y yo en Lima no nos genera ningún contratiempo; nuestras reuniones virtuales son constantes y debido a que seguimos un cronograma de publicaciones bastante rígido, planeado con hasta doce meses de anticipación, básicamente lo que nos queda coordinar es que los procesos se cumplan en el plazo correspondiente.
Sin embargo, hay también una apuesta por autores peruanos. Recientemente han publicadoEl diluvio de Rosaura Albina, del escritor chimbotano Luis Fernando Cueto, en alianza con la Municipalidad Distrital de Nuevo Chimbote.
Parte primordial del proyecto es que este sirva de plataforma para promocionar a autores peruanos en el exterior. Aparecer en esta colección, junto a autores de la talla da Hasbún, Schweblin, Enríquez, Bellatin, etc., consideramos, es uno de los mejores escenarios posibles en que un autor peruano puede darse a conocer en el exterior, pues forma parte de un catálogo de lujo, ergo: es de lujo también. Y claro que Luis Fernando Cueto es un autor de lujo. Que la mezquindad de cierta crítica o sector se resista a verlo de ese modo no es problema nuestro. Diego y yo siempre hemos expresado la admiración que sentimos por su obra. Que decidiera publicar con nosotros, en detrimento de otras editoriales no solo independientes, sino de las llamadas grandes, es algo que le agradeceremos siempre. En cuanto a la mención al Fondo Editorial de la Municipalidad de Nuevo Chimbote, me das la oportunidad de decir que parte importante del trabajo que un editor independiente realiza es el de la gestión cultural, y eso es algo que muchos no saben y otros olvidan. Para que el libro de Luis Fernando pudiera ver la luz, con sus 600 páginas, el apoyo de esta institución fue fundamental. Muchos de esos libros irán a bibliotecas de los colegios de la localidad y la región.
Parte primordial del proyecto es que este sirva de plataforma para promocionar a autores peruanos en el exterior. Aparecer en esta colección, junto a autores de la talla da Hasbún, Schweblin, Enríquez, Bellatin, etc., consideramos, es uno de los mejores escenarios posibles en que un autor peruano puede darse a conocer en el exterior, pues forma parte de un catálogo de lujo, ergo: es de lujo también. Y claro que Luis Fernando Cueto es un autor de lujo. Que la mezquindad de cierta crítica o sector se resista a verlo de ese modo no es problema nuestro. Diego y yo siempre hemos expresado la admiración que sentimos por su obra. Que decidiera publicar con nosotros, en detrimento de otras editoriales no solo independientes, sino de las llamadas grandes, es algo que le agradeceremos siempre. En cuanto a la mención al Fondo Editorial de la Municipalidad de Nuevo Chimbote, me das la oportunidad de decir que parte importante del trabajo que un editor independiente realiza es el de la gestión cultural, y eso es algo que muchos no saben y otros olvidan. Para que el libro de Luis Fernando pudiera ver la luz, con sus 600 páginas, el apoyo de esta institución fue fundamental. Muchos de esos libros irán a bibliotecas de los colegios de la localidad y la región.
¿Y por qué optaron solo por la narrativa teniendo en cuenta que tú eres poeta y tienes un proyecto como Lustra con importantes reediciones de poetas peruanos y clásicos internacionales?
Con Lustra la cosa es clara: Lustra es solo poesía. Lustra es poesía. No me parecía que debía abrir un Lustra narrativa y de ese modo aprovechar el ¿posicionamiento? del nombre del sello. Me resultó más honesto empezar con Diego desde cero un proyecto que, como Lustra, buscase publicar lo mejor, o lo que nosotros consideramos parte de lo mejor, de lo que se existe actualmente en narrativa. Pero ese “actualmente” tiene su trampa. Ya te he comentado cuánto tiempo Diego viene realizando un proyecto de difusión de muchos de los autores latinoamericanos que generan ahora la atención de la crítica y medios incluso. En mi caso, pocos saben que desde 2004 formé parte del consejo editorial de Mil Mamuts, la Revista Trimestral del Cuento Latinoamericano, editada en Argentina, y dirigida por Salvador Biedma y Alejandro Larre (hace unos días celebrábamos los 10 años desde la salida del primer número) que publicó a muchos de los autores que figuran entre lo más destacable que se viene haciendo hoy por hoy en la región (Samanta Schweblin, Federico Falco, Oliverio Coelho, Héctor Abad Faciolince, Juan Villoro, Paz Soldán, Patricio Pron, Fabián Casas; entre otros). Verán, con el tiempo, que muchos de los autores que formarán parte de Santuario, son autores que, tanto Diego como yo, hemos publicado o hemos seguido durante más de diez años. Es decir, desde el inicio de la carrera de muchos de ellos y el inicio del despegue de otros. Siempre ha habido esa intención de dialogar y difundir; Santuario es solo parte de un proceso mucho más grande, de un diálogo constante e ininterrumpido que ahora toma esta forma.
Con Lustra la cosa es clara: Lustra es solo poesía. Lustra es poesía. No me parecía que debía abrir un Lustra narrativa y de ese modo aprovechar el ¿posicionamiento? del nombre del sello. Me resultó más honesto empezar con Diego desde cero un proyecto que, como Lustra, buscase publicar lo mejor, o lo que nosotros consideramos parte de lo mejor, de lo que se existe actualmente en narrativa. Pero ese “actualmente” tiene su trampa. Ya te he comentado cuánto tiempo Diego viene realizando un proyecto de difusión de muchos de los autores latinoamericanos que generan ahora la atención de la crítica y medios incluso. En mi caso, pocos saben que desde 2004 formé parte del consejo editorial de Mil Mamuts, la Revista Trimestral del Cuento Latinoamericano, editada en Argentina, y dirigida por Salvador Biedma y Alejandro Larre (hace unos días celebrábamos los 10 años desde la salida del primer número) que publicó a muchos de los autores que figuran entre lo más destacable que se viene haciendo hoy por hoy en la región (Samanta Schweblin, Federico Falco, Oliverio Coelho, Héctor Abad Faciolince, Juan Villoro, Paz Soldán, Patricio Pron, Fabián Casas; entre otros). Verán, con el tiempo, que muchos de los autores que formarán parte de Santuario, son autores que, tanto Diego como yo, hemos publicado o hemos seguido durante más de diez años. Es decir, desde el inicio de la carrera de muchos de ellos y el inicio del despegue de otros. Siempre ha habido esa intención de dialogar y difundir; Santuario es solo parte de un proceso mucho más grande, de un diálogo constante e ininterrumpido que ahora toma esta forma.
“EL LIBRO NO DEBE SER REDUCIDO A MERA MERCANCÍA”
¿Cuál es el criterio que siguen ustedes para decidir publicar una obra?
Esencialmente, y a pesar de que trabajamos en conjunto, Diego es el director de la colección; lo que quiere decir que en última instancia es él quien decide la línea editorial. Eso es algo que tuvimos muy en claro al momento de iniciar el proyecto. Dicho esto, resta acotar que el único criterio que tenemos para publicar un libro en Santuario es que dicho libro sea excelente. No nos importa que el autor sea o no mediático, que “venda” o “no venda”. Si tiene un libro excelente, sin duda vamos a querer publicarlo.
Esencialmente, y a pesar de que trabajamos en conjunto, Diego es el director de la colección; lo que quiere decir que en última instancia es él quien decide la línea editorial. Eso es algo que tuvimos muy en claro al momento de iniciar el proyecto. Dicho esto, resta acotar que el único criterio que tenemos para publicar un libro en Santuario es que dicho libro sea excelente. No nos importa que el autor sea o no mediático, que “venda” o “no venda”. Si tiene un libro excelente, sin duda vamos a querer publicarlo.
¿El hecho que sean escritores crees que ayuda a seleccionar mejor el catálogo? Se suele criticar a algunos editores por descuidar esta parte, por fijarse más en la parte comercial, es decir, en lo que ‘venda’. ¿Cuáles son las virtudes que debe tener un editor?
Más que ser escritores, creo que el hecho de ser lectores. Como te decía, entre Diego y yo, a pesar de nuestra juventud, existen al menos 25 años de experiencia. Pero hoy en día, y desde hace ya un tiempo, cualquiera que pueda diseñar un libro en Corel, “editar” el manuscrito que recibe con la ayuda del corrector de Word e imprimir dicho libro en el Centro de Lima (por una pequeña suma de dinero, claro, nunca sin esa pequeña suma de dinero) se hace llamar editor. Yo creo, en este punto, que, parafraseando a Toño Cisneros cuando hablaba de poesía: No hay editores buenos y editores malos. Hay editores y están los otros. Y un editor puede equivocarse, y mucho. Yo mismo me he equivocado incontables veces. Más de las que quisiera. Siguiendo con Cisneros: “Es difícil ser editor, pero se aprende”. Se aprende en un país en el que no existe como carrera que podamos estudiar en una universidad. Sin embargo, soy parte de una promoción excepcional de gente que hizo y sigue haciendo cosas notables. Años más, años menos, vengo del mismo lugar y momento en que surgieron o empezaron a gestarse proyectos como Matalamanga, Estruendomudo, Álbum del Universo Bakterial, Sarita Cartonera, Etiqueta Negra, Borrador, Animal de Invierno, Paracaídas, Mundo Ajeno, Buen Salvaje; etc. ¿Cómo no sentir orgullo? Todos los cabezas de esos proyectos son autocríticos, se capacitan constantemente, aun ahora, leen, visitan librerías, leen, conocen lo que se hace fuera de Lima, fuera de las provincias, fuera de Perú, fuera de Latinoamérica, leen; es decir que todos mis pares editores son obsesivos totales y por eso son realmente buenos en lo que hacen. La dirección comercial que quieran darle a sus proyectos es algo que solo les compete a ellos; pero, ciertamente, esto en algunos casos, nos deja la sensación de que todo tiempo pasado fue mejor.
Más que ser escritores, creo que el hecho de ser lectores. Como te decía, entre Diego y yo, a pesar de nuestra juventud, existen al menos 25 años de experiencia. Pero hoy en día, y desde hace ya un tiempo, cualquiera que pueda diseñar un libro en Corel, “editar” el manuscrito que recibe con la ayuda del corrector de Word e imprimir dicho libro en el Centro de Lima (por una pequeña suma de dinero, claro, nunca sin esa pequeña suma de dinero) se hace llamar editor. Yo creo, en este punto, que, parafraseando a Toño Cisneros cuando hablaba de poesía: No hay editores buenos y editores malos. Hay editores y están los otros. Y un editor puede equivocarse, y mucho. Yo mismo me he equivocado incontables veces. Más de las que quisiera. Siguiendo con Cisneros: “Es difícil ser editor, pero se aprende”. Se aprende en un país en el que no existe como carrera que podamos estudiar en una universidad. Sin embargo, soy parte de una promoción excepcional de gente que hizo y sigue haciendo cosas notables. Años más, años menos, vengo del mismo lugar y momento en que surgieron o empezaron a gestarse proyectos como Matalamanga, Estruendomudo, Álbum del Universo Bakterial, Sarita Cartonera, Etiqueta Negra, Borrador, Animal de Invierno, Paracaídas, Mundo Ajeno, Buen Salvaje; etc. ¿Cómo no sentir orgullo? Todos los cabezas de esos proyectos son autocríticos, se capacitan constantemente, aun ahora, leen, visitan librerías, leen, conocen lo que se hace fuera de Lima, fuera de las provincias, fuera de Perú, fuera de Latinoamérica, leen; es decir que todos mis pares editores son obsesivos totales y por eso son realmente buenos en lo que hacen. La dirección comercial que quieran darle a sus proyectos es algo que solo les compete a ellos; pero, ciertamente, esto en algunos casos, nos deja la sensación de que todo tiempo pasado fue mejor.
¿Qué vicios percibes en el trabajo del campo editorial en nuestro país?
Creo que hay que ser sincero con lo que se hace, con lo que se busca. Cada acción tiene una dirección, un efecto esperado. Ya expliqué qué buscamos Diego y yo, y creo saber qué buscan muchos de los editores que mencioné. Creo que ese es el tipo trabajo que me interesa, el que me llama la atención. No creo que el libro pueda o deba ser reducido a ser una mera mercancía. En todo caso, ese tipo de libros y de literatura no me interesa. Por otra parte, tenemos un Estado que no considera importante al libro y que a diferencia de otros países carece de una política de adquisición para implementar bibliotecas públicas, locales y regionales; una Ley del Libro que, a diferencia de la Ley del Cine, solo tiene un tiempo de duración limitado -actualmente buscamos su extensión, a falta de un cambio sustancial en la misma-, durante el cual se busca que el “sector” crezca gracias a dos o tres incentivos tributarios que, por otra parte, solo editoriales grandes o imprentas pueden realmente aprovechar. Es decir que la Ley, en la mayoría de sus objetivos, no llega a alcanzar a los editores independientes.
Creo que hay que ser sincero con lo que se hace, con lo que se busca. Cada acción tiene una dirección, un efecto esperado. Ya expliqué qué buscamos Diego y yo, y creo saber qué buscan muchos de los editores que mencioné. Creo que ese es el tipo trabajo que me interesa, el que me llama la atención. No creo que el libro pueda o deba ser reducido a ser una mera mercancía. En todo caso, ese tipo de libros y de literatura no me interesa. Por otra parte, tenemos un Estado que no considera importante al libro y que a diferencia de otros países carece de una política de adquisición para implementar bibliotecas públicas, locales y regionales; una Ley del Libro que, a diferencia de la Ley del Cine, solo tiene un tiempo de duración limitado -actualmente buscamos su extensión, a falta de un cambio sustancial en la misma-, durante el cual se busca que el “sector” crezca gracias a dos o tres incentivos tributarios que, por otra parte, solo editoriales grandes o imprentas pueden realmente aprovechar. Es decir que la Ley, en la mayoría de sus objetivos, no llega a alcanzar a los editores independientes.
Sin embargo, publicar un libro en Perú es muy fácil y muy barato (no hablo de calidad). Creo que eso ha posibilitado la proliferación de aquello que a falta de una expresión más feliz nombraré “tramitadores del libro”: gente a la que un autor, que de otro modo seguiría siendo inédito, le paga para ver su libro publicado. Sin ningún filtro, sin ningún control de calidad. La autocomplacencia que podemos comprar con 1500 o 2000 soles. Dime con qué editor publicas y te diré qué escritor eres. La cultura del espectáculo, en la que vivimos inmersos, nos hace pensar que ser escritor es salir en la portada de Somos o ser entrevistado en RPP y nos olvidamos de que escribir, como leer, es un trabajo, en principio, muy solitario. Escribimos para el Facebook o para el Twitter y creemos alcanzar notoriedad mientras más likes tenemos. Creemos que podemos opinar con autoridad sobre cualquier tema y muchas veces patinamos o, peor aun, pasamos desapercibidos completamente. A todo aquel que esté pensando en publicar le diría que se pregunte primero si quiere ser “escritor” o quiere “escribir”, eso para evitar futuras decepciones.
Una editorial independiente en el Perú es difícil que se mantenga con la venta de lo que publica, ¿cómo así buscan mantener a flote la empresa?
Es imprescindible tener un nivel de rotación que no supere los cuatro meses, actualmente lo ideal serían dos, y es que el tiempo que pueden permanecer en exhibición los libros que publicamos solo en ocasiones puede llegar al mes. Mientras más te esfuerces en consolidar un fondo importante es más viable que retorne la inversión. Pero, claro, nunca es suficiente. Siempre es más lo que se invierte que lo que retorna. Hay que generar, por esa razón, nuevos medios de distribución, de promoción. No podemos decir que existe un mercado editorial si solo tenemos diez librerías en Lima y veinte en todo el Perú; es decir que publicamos libros que no tenemos dónde vender: absurdo. Afortunadamente, se han empezado a generar espacios alternativos gracias, en gran medida, a las nuevas tecnologías y medios de comunicación. Insisto en que la labor de gestión es imprescindible para amortiguar el impacto de nuestras inversiones y, de algún modo, hacer sostenible un proyecto que de otra manera, como con Lustra, solo dependería de la capacidad de entrega que su realizador se permita darle. Creo que eso explica el hecho de que muchas editoriales importantes virasen hacia lo comercial: la necesidad de profesionalizarse implicaba que tuvieran que vivir exclusivamente de lo que la empresa generase, que fuera autosostenible. Decidieron que no iba a ser posible publicando libros de “autores” y abrieron su catálogo a todas las Baigorrias (nota: se refiere a Alejandra Baigorria) y Corbachos (por Luis Corbacho, expareja de Jaime Bayly) posibles. Yo creo que la misión ahora es demostrar que se puede hacer una editorial de culto que sea autosostenible: No lo logré con Lustra durante 10 años, pero puedo decir soy un sobreviviente.
Es imprescindible tener un nivel de rotación que no supere los cuatro meses, actualmente lo ideal serían dos, y es que el tiempo que pueden permanecer en exhibición los libros que publicamos solo en ocasiones puede llegar al mes. Mientras más te esfuerces en consolidar un fondo importante es más viable que retorne la inversión. Pero, claro, nunca es suficiente. Siempre es más lo que se invierte que lo que retorna. Hay que generar, por esa razón, nuevos medios de distribución, de promoción. No podemos decir que existe un mercado editorial si solo tenemos diez librerías en Lima y veinte en todo el Perú; es decir que publicamos libros que no tenemos dónde vender: absurdo. Afortunadamente, se han empezado a generar espacios alternativos gracias, en gran medida, a las nuevas tecnologías y medios de comunicación. Insisto en que la labor de gestión es imprescindible para amortiguar el impacto de nuestras inversiones y, de algún modo, hacer sostenible un proyecto que de otra manera, como con Lustra, solo dependería de la capacidad de entrega que su realizador se permita darle. Creo que eso explica el hecho de que muchas editoriales importantes virasen hacia lo comercial: la necesidad de profesionalizarse implicaba que tuvieran que vivir exclusivamente de lo que la empresa generase, que fuera autosostenible. Decidieron que no iba a ser posible publicando libros de “autores” y abrieron su catálogo a todas las Baigorrias (nota: se refiere a Alejandra Baigorria) y Corbachos (por Luis Corbacho, expareja de Jaime Bayly) posibles. Yo creo que la misión ahora es demostrar que se puede hacer una editorial de culto que sea autosostenible: No lo logré con Lustra durante 10 años, pero puedo decir soy un sobreviviente.
¿Cuán complejo es el proceso de edición de un libro? ¿Qué trabajo hay detrás una vez que el autor les hace llegar su manuscrito final?
Muchas veces te encuentras con autores que se ofenden cuando corriges sus manuscritos. Casi siempre, los autores que piensan que están defendiendo su “arte” son muy nóveles e inexpertos. Si supieran que verdaderos monstruos (solo nombrando a autores de Santuario en esta ocasión) como Hasbún, Scheblin, Enríquez, Cueto, entre otros, son los más generosos, atentos, trabajadores y agradecidos con la posibilidad de tener un editor a tiempo completo para ellos del otro lado de la pantalla, estos autores muy “dignos” descubrirían lo patéticos que resultan por -utilizando una expresión de Julio Villanueva Chang- estar completa y perdidamente enamorados de sus pequeños intentos de prosa. Ese ego no ayuda en absoluto. Como tampoco ayuda el ego del editor en algunos casos. Y es que a veces los editores sienten la necesidad de que su “mano” se vea y cometemos errores. Wáshington Delgado me decía (siempre criticaba mis poemas a modo de parábolas para que no lo resintiera) que existían poemas incorregibles y otros que eran incorregibles: los primeros eran tan malos que por más que le dedicásemos cuerpo y alma para corregirlos solo lograríamos perder tiempo; los segundos eran tan buenos que si intentábamos corregirlos los malográbamos, como el Nocturno de Vermonth de Calvo, sentenciaba. Eso es algo que hay que tener muy presente siempre.
Muchas veces te encuentras con autores que se ofenden cuando corriges sus manuscritos. Casi siempre, los autores que piensan que están defendiendo su “arte” son muy nóveles e inexpertos. Si supieran que verdaderos monstruos (solo nombrando a autores de Santuario en esta ocasión) como Hasbún, Scheblin, Enríquez, Cueto, entre otros, son los más generosos, atentos, trabajadores y agradecidos con la posibilidad de tener un editor a tiempo completo para ellos del otro lado de la pantalla, estos autores muy “dignos” descubrirían lo patéticos que resultan por -utilizando una expresión de Julio Villanueva Chang- estar completa y perdidamente enamorados de sus pequeños intentos de prosa. Ese ego no ayuda en absoluto. Como tampoco ayuda el ego del editor en algunos casos. Y es que a veces los editores sienten la necesidad de que su “mano” se vea y cometemos errores. Wáshington Delgado me decía (siempre criticaba mis poemas a modo de parábolas para que no lo resintiera) que existían poemas incorregibles y otros que eran incorregibles: los primeros eran tan malos que por más que le dedicásemos cuerpo y alma para corregirlos solo lograríamos perder tiempo; los segundos eran tan buenos que si intentábamos corregirlos los malográbamos, como el Nocturno de Vermonth de Calvo, sentenciaba. Eso es algo que hay que tener muy presente siempre.
Ahora, el proceso de edición en sí mismo comporta muchas instancias que sería un poco tedioso desarrollar, pero que contempla esencialmente un trabajo con el autor mediante el cual se busca que el manuscrito entregado resulte en el mejor libro posible. En un punto se decide que por ese momento no puede hacerse más. En un punto descubrimos que no nos es posible ver nada más y creemos que hemos acabado con el trabajo. Se diagrama y enviamos el libro a dos lectores que con seguridad nos propondrán varios cambios. Estos se ingresan y luego realizamos un protocolo de edición que tiene que ver con cosas muy operativas pero importantísimas: que los capítulos coincidan con el número de página asignado en el índice, que las palabras que se cortan no nos den palabras que suenen o se vean mal, que las cenefas siempre aparezcan a la misma altura, cuidar las viudas y huérfanas, etcétera… Y una vez efectuadas estas correcciones volver a revisar, pues estos cambios con frecuencia producen nuevas viudas, huérfanas, etcétera. El tema del arte de la portada, el trabajo con el diseñador, es otro largo y apasionante, cuando no tedioso, asunto. Finalmente, uno abandona un libro, ya sea escribiéndolo, ya sea editándolo. La existencia del libro es la prueba de esa renuncia. Por eso prefiero no leer los libros una vez publicados, pues siempre encuentro cosas que “debí” haber cambiado y no pude ver en su momento. Y es que no existe edición perfecta, pero hacemos lo imposible para fallar lo menos.
“INCIDIR EN LA LEY DEL LIBRO ES FUNDAMENTAL”
¿Qué tan complicado es ser editor en el Perú?
Antes de la aparición de las editoriales independientes a comienzos del 2000, solo teníamos unos cuantos modelos de lo que era ser editor. Creo que en gran medida muchos de mis pares editores estarán de acuerdo conmigo en que el trabajo de Mejía Baca, Javier Sologuren y lo hecho por Peisa y Campodónico fue determinante en nuestra idea original de lo que significaba dedicarse a este oficio. De los mencionados, Peisa continúa con mucho de lo que dejó andado Mejía Baca; de hecho, Germán Coronado fue discípulo de Baca y este le heredó, entre otros autores, a Martín Adán. Yo mismo me formé en un punto en Peisa. Antes te había dicho que no existe la carrera de editor en el Perú, así que todos, en alguna medida u otra hemos sido autodidactas, y hemos buscado capacitarnos de mil maneras distintas. Unos, como yo, trabajando para gente de la que podía aprender. Otros leyendo, asistiendo a talleres, todo valía. ¿Cómo se explica la existencia de un editor de lujo, a la altura del más capo de capos a nivel mundial, como Villaneva Chang en estas circunstancias? Ensayo y error. Voluntad. Perseverancia. Terquedad. El talento y la inteligencia está descontado, claro. Yo me he formado con los mejores. Cada uno de los trabajos que he tenido han sido importantes para mi formación como editor, asunto en el que empecé muy joven, a los 19 años. A diferencia de otros amigos, que antes pasaron por otros oficios, yo siempre me dediqué a la corrección y edición de textos. He trabajado en Peisa, en el Fondo Editorial de la PUCP, en SM… es decir, uno decide dónde estar, también, ¿no? Decides pensar que no se puede hacer nada y te vas a llorar al río o buscas a los mejores y les tocas la puerta hasta que te la abran. Sin embargo, solo hay algo en lo que creo saber un poco más que el resto de mis compañeros editores: yo también sé de imprenta, de papel, de cada uno de los procesos que hay que seguir después de que hemos enviado el PDF a la imprenta. Lo aprendí por necesidad, para aminorar costos. Luego descubres que no siempre hay una relación proporcional entre la idea del ahorro y el ahorro real, pero entonces tienes un plus. Publicar un libro en Perú, como te decía antes, es muy fácil. Ser editor, en cambio, es algo que no le deseo a nadie que no tenga la determinación que se requiere.
Antes de la aparición de las editoriales independientes a comienzos del 2000, solo teníamos unos cuantos modelos de lo que era ser editor. Creo que en gran medida muchos de mis pares editores estarán de acuerdo conmigo en que el trabajo de Mejía Baca, Javier Sologuren y lo hecho por Peisa y Campodónico fue determinante en nuestra idea original de lo que significaba dedicarse a este oficio. De los mencionados, Peisa continúa con mucho de lo que dejó andado Mejía Baca; de hecho, Germán Coronado fue discípulo de Baca y este le heredó, entre otros autores, a Martín Adán. Yo mismo me formé en un punto en Peisa. Antes te había dicho que no existe la carrera de editor en el Perú, así que todos, en alguna medida u otra hemos sido autodidactas, y hemos buscado capacitarnos de mil maneras distintas. Unos, como yo, trabajando para gente de la que podía aprender. Otros leyendo, asistiendo a talleres, todo valía. ¿Cómo se explica la existencia de un editor de lujo, a la altura del más capo de capos a nivel mundial, como Villaneva Chang en estas circunstancias? Ensayo y error. Voluntad. Perseverancia. Terquedad. El talento y la inteligencia está descontado, claro. Yo me he formado con los mejores. Cada uno de los trabajos que he tenido han sido importantes para mi formación como editor, asunto en el que empecé muy joven, a los 19 años. A diferencia de otros amigos, que antes pasaron por otros oficios, yo siempre me dediqué a la corrección y edición de textos. He trabajado en Peisa, en el Fondo Editorial de la PUCP, en SM… es decir, uno decide dónde estar, también, ¿no? Decides pensar que no se puede hacer nada y te vas a llorar al río o buscas a los mejores y les tocas la puerta hasta que te la abran. Sin embargo, solo hay algo en lo que creo saber un poco más que el resto de mis compañeros editores: yo también sé de imprenta, de papel, de cada uno de los procesos que hay que seguir después de que hemos enviado el PDF a la imprenta. Lo aprendí por necesidad, para aminorar costos. Luego descubres que no siempre hay una relación proporcional entre la idea del ahorro y el ahorro real, pero entonces tienes un plus. Publicar un libro en Perú, como te decía antes, es muy fácil. Ser editor, en cambio, es algo que no le deseo a nadie que no tenga la determinación que se requiere.
¿Qué tipo de apoyo consideran necesario para hacer sostenible el trabajo?
Te hablo desde una visión gremial. Hay que construir institucionalidad, sino siempre se tratará de esfuerzos privados que dependen exclusivamente de la capacidad de aguante de quienes los dirigen. Creo que hay todo por hacerse aún. Incidir en la Ley del libro, que no solo abarca las competencias de los editores, sino de todos los actores que conforman la industria editorial, es fundamental. La Ley solo ha podido ser “aplicada” en tanto a los beneficios tributarios, que, como ya dije, solo alcanzan a unos, curiosamente los más grandes. Las otras dos áreas que intentaba desarrollar la Ley, una de ellas el Cofide Libro, y otra de crédito para publicaciones, nunca se ejecutó porque la Ley no explicaba de dónde saldría el dinero para dichos fines. En países como Chile o Argentina el Estado adquiere, por Ley, entre el 20 y 30 por ciento de las publicaciones de los productores locales para implementar bibliotecas públicas. Ese 20 o 30 por ciento representa en buena cuenta los costos de imprenta. ¿Te imaginas lo que se pudiera hacer con algo así aquí en que sin tener nada hemos hecho de todo? Suena al país de Jauja, pero en otros lugares (y ni siquiera me refiero a México, que es otro planeta, y ni qué decir con países europeos) hay, decía, incentivos para autores, fondos concursables, fondos para viajes y capacitación, becas; es decir, un real apoyo al sector, todo lo que, por ejemplo, ha conseguido el cine peruano. Llegas al Metro de Santiago y puedes tomar un libro de la biblioteca, no un módulo triste, y dejarlo en la siguiente estación si así lo deseas y tomar otro. Se articulan esfuerzos, ¿me explico? En cada estación una librería. En Bogotá, Buenos Aires, etc… ¿Por qué no aquí? Se estuvo intentando hacer algo desde la Dirección del Libro, pero lamentablemente el encargado no está más. Espero que quien ingrese en su reemplazo continúe los proyectos que se han dejado en marcha.
Te hablo desde una visión gremial. Hay que construir institucionalidad, sino siempre se tratará de esfuerzos privados que dependen exclusivamente de la capacidad de aguante de quienes los dirigen. Creo que hay todo por hacerse aún. Incidir en la Ley del libro, que no solo abarca las competencias de los editores, sino de todos los actores que conforman la industria editorial, es fundamental. La Ley solo ha podido ser “aplicada” en tanto a los beneficios tributarios, que, como ya dije, solo alcanzan a unos, curiosamente los más grandes. Las otras dos áreas que intentaba desarrollar la Ley, una de ellas el Cofide Libro, y otra de crédito para publicaciones, nunca se ejecutó porque la Ley no explicaba de dónde saldría el dinero para dichos fines. En países como Chile o Argentina el Estado adquiere, por Ley, entre el 20 y 30 por ciento de las publicaciones de los productores locales para implementar bibliotecas públicas. Ese 20 o 30 por ciento representa en buena cuenta los costos de imprenta. ¿Te imaginas lo que se pudiera hacer con algo así aquí en que sin tener nada hemos hecho de todo? Suena al país de Jauja, pero en otros lugares (y ni siquiera me refiero a México, que es otro planeta, y ni qué decir con países europeos) hay, decía, incentivos para autores, fondos concursables, fondos para viajes y capacitación, becas; es decir, un real apoyo al sector, todo lo que, por ejemplo, ha conseguido el cine peruano. Llegas al Metro de Santiago y puedes tomar un libro de la biblioteca, no un módulo triste, y dejarlo en la siguiente estación si así lo deseas y tomar otro. Se articulan esfuerzos, ¿me explico? En cada estación una librería. En Bogotá, Buenos Aires, etc… ¿Por qué no aquí? Se estuvo intentando hacer algo desde la Dirección del Libro, pero lamentablemente el encargado no está más. Espero que quien ingrese en su reemplazo continúe los proyectos que se han dejado en marcha.
Como lector, ya no como editor, ¿cuál es tu canon literario?
En poesía esta lista tendría que resumirse en tradiciones: poesía peruana, chilena, inglesa, nórdica, francesa, alemana, china, griega, española, etc. En narrativa, como cuentista tengo especial interés por la tradición inglesa, aunque siempre empezaría con Chejov, luego Poe, London, Hemingway, Fitzgerald, Salinger, Capote, Carver. En español: Borges, Rulfo, Onetti, Quiroga, Felisberto Hernández, Cortázar. Perú: Valdelomar, Ribeyro, Congrains, Bryce, Higa, Niño de Guzmán, Colchado y muchos de los narradores de la llamada generación post 2000. En novela, básicamente me eduqué leyendo novelas del siglo XIX, de todos ellos, porque tenía un amigo fanático de este autor, conozco casi todo de Stendhal. Pero en este género soy mucho más omnívoro que con la poesía y el cuento. Puedo amar una protonovela como El asno de oro de Apuleyo y también Conversación en La Catedral o La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa. Leer varias veces El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría o Los ríos profundosde José María Arguedas y adorar del mismo modo Palacio de la luna de Auster. Contemplar lo categórico en Los sonámbulos de Hermann Broch o morirme de risa con el Steinbeck de Tortilla Flat. Quedarme prendado de América de Kafka, o alguna otra de sus novelas, del mismo modo que me pasa al leer Con una sola pierna de Sacks. La maestría de García Márquez se resume en El coronel no tiene quién le escriba y en Crónica de una muerte anunciada; esas novelas enseñan a escribir. Cien años de soledad no enseña nada, es irrepetible. Durante un tiempo junté ediciones de El cuarteto de Alejandría; aunque el libro del cual tengo más ediciones es un poemario: 38 ediciones de La tierra baldía de Eliot, y contando. En fin, desde Junot Díaz hasta el anónimo que escribió El Lazarillo de Tormes. El sonido y la furia de Faulkner y Salón de bellezade Bellatin, pero también 2666 de Bolaño y Pedro Páramo de Rulfo. Una novela me cambió la vida: El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde. Ya había leído todo lo que había en mi casa, por obligación, cuando leí la novela de Wilde y solo entonces amé la literatura.
En poesía esta lista tendría que resumirse en tradiciones: poesía peruana, chilena, inglesa, nórdica, francesa, alemana, china, griega, española, etc. En narrativa, como cuentista tengo especial interés por la tradición inglesa, aunque siempre empezaría con Chejov, luego Poe, London, Hemingway, Fitzgerald, Salinger, Capote, Carver. En español: Borges, Rulfo, Onetti, Quiroga, Felisberto Hernández, Cortázar. Perú: Valdelomar, Ribeyro, Congrains, Bryce, Higa, Niño de Guzmán, Colchado y muchos de los narradores de la llamada generación post 2000. En novela, básicamente me eduqué leyendo novelas del siglo XIX, de todos ellos, porque tenía un amigo fanático de este autor, conozco casi todo de Stendhal. Pero en este género soy mucho más omnívoro que con la poesía y el cuento. Puedo amar una protonovela como El asno de oro de Apuleyo y también Conversación en La Catedral o La guerra del fin del mundo de Vargas Llosa. Leer varias veces El mundo es ancho y ajeno de Ciro Alegría o Los ríos profundosde José María Arguedas y adorar del mismo modo Palacio de la luna de Auster. Contemplar lo categórico en Los sonámbulos de Hermann Broch o morirme de risa con el Steinbeck de Tortilla Flat. Quedarme prendado de América de Kafka, o alguna otra de sus novelas, del mismo modo que me pasa al leer Con una sola pierna de Sacks. La maestría de García Márquez se resume en El coronel no tiene quién le escriba y en Crónica de una muerte anunciada; esas novelas enseñan a escribir. Cien años de soledad no enseña nada, es irrepetible. Durante un tiempo junté ediciones de El cuarteto de Alejandría; aunque el libro del cual tengo más ediciones es un poemario: 38 ediciones de La tierra baldía de Eliot, y contando. En fin, desde Junot Díaz hasta el anónimo que escribió El Lazarillo de Tormes. El sonido y la furia de Faulkner y Salón de bellezade Bellatin, pero también 2666 de Bolaño y Pedro Páramo de Rulfo. Una novela me cambió la vida: El retrato de Dorian Grey de Oscar Wilde. Ya había leído todo lo que había en mi casa, por obligación, cuando leí la novela de Wilde y solo entonces amé la literatura.
Hace poco releí El Quijote, la primera vez que lo hice de cabo a rabo fue en un curso de la universidad que dictaba Wáshington Delgado, todo un lujo, entonces, cómo no hacer mías las palabras de Kundera cuando dice no sentirse ligado a nada salvo a “la desprestigiada herencia de Cervantes”.
Eres poeta, narrador y editor, ¿cómo combinas todas estas facetas? ¿Hay alguna de ellas que te defina esencialmente?
Mi trabajo de editor ha estado íntimamente ligado siempre a mi escritura. La posibilidad de aprender de poetas y de narradores, mediante la edición de sus textos, es algo que mi escritura siempre ha aprovechado; al menos eso quiero creer. Tras la escritura de Fantasmas esenciales (2008-2011), pensé que la poesía me había dejado, pero escribiendo la novela (y no el libro de cuentos) comprendí que simplemente estaba ahora haciendo poesía en otro registro. Entiéndase, no hablo ni remotamente de esa infeliz etiqueta de “prosa poética”, en absoluto, sino de un estado. Ese estado poético encuentra su mejor expresión ahora, para mí, en mi prosa. Descubrir eso me ha dado una tranquilidad enorme. Siento que descubrirlo, o redescubrirlo, ha sido posible solo gracias a la escritura de la novela. El cuento es más esquemático, menos libre y allí radica su belleza y dificultad…
Mi trabajo de editor ha estado íntimamente ligado siempre a mi escritura. La posibilidad de aprender de poetas y de narradores, mediante la edición de sus textos, es algo que mi escritura siempre ha aprovechado; al menos eso quiero creer. Tras la escritura de Fantasmas esenciales (2008-2011), pensé que la poesía me había dejado, pero escribiendo la novela (y no el libro de cuentos) comprendí que simplemente estaba ahora haciendo poesía en otro registro. Entiéndase, no hablo ni remotamente de esa infeliz etiqueta de “prosa poética”, en absoluto, sino de un estado. Ese estado poético encuentra su mejor expresión ahora, para mí, en mi prosa. Descubrir eso me ha dado una tranquilidad enorme. Siento que descubrirlo, o redescubrirlo, ha sido posible solo gracias a la escritura de la novela. El cuento es más esquemático, menos libre y allí radica su belleza y dificultad…
Aunque creo que no hay mejor manera de responderte que citando a Baudelaire: “No hay entre los hombres más que el poeta, el sacerdote y el soldado. El hombre que canta, el hombre que bendice, el hombre que sacrifica y se sacrifica. Sé siempre poeta, aun en prosa”…Y aun editando, agregaría.
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Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
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