viernes, 28 de junio de 2024

En ese espacio imaginario

 "El libro puede ser más importante que la vida. El libro enseña a las mujeres que la verdadera vida no es aquella que les hacen vivir. La verdadera vida está fuera, en ese espacio imaginario que media entre la palabra que leen y el efecto que éstas producen… y no se resignan a cerrar el libro sin que algo haya cambiado en su propia vida. El libro se convierte en iniciación."



Laure Adler

jueves, 27 de junio de 2024

Festejar comprando libros usados donde te mandan 5 de chapa




 

La segunda vez que encargo a The fullfather por ML. Elegí los 7 de arriba y me llegaron, al otro día, 5 más de regalo. Tdas ediciones extrañas, con historia, dedicatorias, marcas de lectores que me encantan.

Invasión en mis sillones




 

Mircea ya escritor (por tanto, niño para siempre)

 

Tercer aleteo de mariposa

La llaman la gran novela del comunismo rumano y este calificativo describe con exactitud el espíritu de El ala derechael tercer título que compone la magistral trilogía de Mircea Cartarescu. Efectivamente esta es una tríada literaria y política donde la realidad de la sociedad de su país se desliza entre las manos del niño Mircea: los últimos años de Ceaușescu se entretejen con los primeros años de Mircea, con el despertar de su curiosidad.

La novela —con un alabado tono autobiográfico— no puede escapar, ni en voz, ni en tono, del niño Mircea. Es Mircea niño quien narra la historia como son sus ojos los que nos permiten ver el fin de una era política. Es Mircea niño quien se empeñó en escribir y es Mircea ya escritor (por tanto, niño para siempre) quien deslumbra a los lectores con este magno monumento literario en el que resulta fácil adivinar ecos de Proust.

"El eterno candidato al Nobel concluye con este título un propósito literario sin igual: componer en tres grandes obras la historia reciente de Rumanía"

Las exhaustivas descripciones del entorno, los detallados diálogos que mantiene Mircea Eliade, las alucinaciones en forma de lepidóptero… son el tronco vertebrador de esta novela que, como en los dos tomos que la preceden, presenta un viaje vital entre lo real y lo ilusorio.

El eterno candidato al Nobel concluye con este título un propósito literario sin igual: componer en tres grandes obras la historia reciente de Rumanía. Y, como ocurre con las mariposas que tan frecuentemente aletean entre las páginas de Cartarescu, encontraremos el horror y la belleza, el dolor y la alegría, la larva y la mariposa en esta narración vibrante, personal y apasionada. Un soberbio punto y aparte en su literatura que eleva el canon a sus coetáneos. No se la pierdan.

———————————

Autor:  Mircea Cartarescu. TítuloEl ala derecha (Cegador 3). Traducción: Marian Ochoa de Eribe. Editorial: Impedimenta.

Los libros son como las mariposas

 

“Los libros son como las mariposas. Habitualmente tienen las alas plegadas, como cuando las mariposas descansan dobre una hoja y desenrrollan su trompa filiforme para sorber el agua de una gota de rocío. Cuando abres un libro este echa a volar. Y tú con él, como si volaras en el cuello de plumón de una mariposa gigante. Pero el libro no tiene un único par de alas, sino cientos, clara señal de que te puede llevar no solo de flor en flor por este mundo glorioso, sino a centenares de mundos habitados. Algunos guardan gran parecido con el mundo en que vivimos, otros están habitados por seres que solo se muestran en sueños."




El ojo castaño de nuestro amor”

― Mircea Cărtărescu

La Ballena y Ahab y la persecusión que fatiga los océanos del planeta

 Borges dijo:


 «En el invierno de 1851, Melville publicó Moby Dick, la novela infinita que ha determinado su gloria. Página por página, el relato se agranda hasta usurpar el tamaño del cosmos: al principio el lector puede suponer que su tema es la vida miserable de los arponeros de ballenas; luego, que el tema es la locura del capitán Ahab, ávido de acosar y destruir a la Ballena Blanca; luego, que la Ballena y Ahab y la persecusión que fatiga los océanos del planeta son símbolos y espejos del Universo.»

Hoy estamos de celeste








 

La felicidá a a a a






 

Moby Dick es una novela sui generis

 

La vibra homoerótica de Moby Dick  

Por Daniel Salinas Basave  

El verano ha sido tierra fértil para dar rienda suelta a desordenadas relecturas. Luego de volver a adentrarme en esa gran obra que es Tiempo de Ballenas de Jorge Ruiz Dueñas, mi paso lógico fue reabrir Moby Dick y ahora el cachalote blanco me ha atrapado entre sus fauces y me ha hecho redescubrir interesantes detalles.

El primero, es la fuerte carga homoerótica que impregna la relación entre Ismael y Queequeg. El joven marinero estadounidense blanco y el rudo caníbal maorí totalmente tatuado se vuelven íntimos amigos desde que, forzados por la falta de espacio en la posada de Nantucket, deben compartir la cama.

Al principio Ismael está aterrado, pero después duerme deliciosamente junto a su nuevo compinche. Al despertar de esa primera noche, Queequeg ha colocado su brazo sobre el pecho de Ismael “como si fuera su mujer”. Tomando en cuenta que la novela fue escrita en 1851, inmersa en una cultura puritana y racista hasta la médula, una relación casi explícitamente homosexual e interracial podría haber dado de qué hablar.

En todo caso, las descripciones de Melville van más allá de una simple amistad: “Tendidos en la cama, libres y cómodos como estábamos, charlando y dormitando a breves intervalos y Queequeg echando afectuosamente sus oscuras y tatuadas piernas sobre las mías”, se puede leer en uno de los párrafos.   

En otro pasaje, escribe Melville que “no hay sitio como una cama para las comunicaciones confidenciales entre amigos. Marido y mujer se abren allí mutuamente el fondo de las almas, y algunos matrimonios viejos muchas veces se tienden a charlar sobre los tiempos viejos hasta que casi amanece. Así, pues, en nuestra luna de miel de corazones, yacíamos yo y Queequeg —pareja a gusto y cariñosa”. A estas alturas me extraña que la historia de la ballena blanca no sea un símbolo o un ícono de la cultura gay. También que la odiosa sociedad de la época no la estigmatizara.   

Moby Dick fue incomprendida e ignorada pero nunca sufrió censura. Entiendo que la intención era mostrar el rompimiento de barreras raciales y culturales con una amistad de fierro entre un norteamericano y un salvaje que se mantienen unidos hasta que la muerte los separa al final de la odisea, pero la repetida alusión a Queequeg e Ismael “como marido y mujer” encarna otro sentimiento.

Tampoco pierdo de vista que hoy quien impondría censura sobre la novela sería la inquisición ambientalista por la apología de la caza de ballenas y la descripción de los balleneros como héroes. Lo cierto es que Moby Dick es una novela sui generis. Lo ensayístico le gana terreno a la trama ficcional y la esencia teológica. Los crescendos poéticos y las frases shakespereanas alternan con el academicismo de un tratado de oceanografía y biología marina (con los parámetros y límites de la época).

Pobre Melville. Él (a diferencia de Kafka) no quiso quemar sus manuscritos y Moby Dick no fue su novela póstuma. Él sabía que había escrito una obra maestra, pero tuvo que vivir todavía cuatro décadas después de su publicación viéndola naufragar como el Pequod.  

Melville tuvo tiempo de sobra para padecer su fracaso. A diferencia de otros genios incomprendidos, no murió joven e inédito, sino viejo y con bastantes libros. Sobrevivió 40 años a la publicación de su Moby Dick y en esas cuatro décadas el libro solo cosechó incomprensión, pésimas reseñas y ni una sola reedición o traducción, tiempo suficiente como para creer que tu obra cumbre se fue al basurero de la literatura y sin embargo, Moby Dick… es y será Moby Dick.  


Narrar pero sin necesidad

 Siempre me da un poco de culpa y de autofrikismo el andar contándolo todo como si una necesitara siempre justificación, testigos, validación.

Ayer pasó algo con Magdalena que empezó como problema y me causó angustia y después fue gracioso y festejar. No se lo quiero contar a nadie. Es cuento de ella. Pero lo que quiero registrar es mi creciente, aunque apenas nacida hace un tiempo, capacidad de guardarme cosas para mí, mi alegría de achicar el nosotres a mis hijes y yo y no necesitar más cariño ni más mirada. Y que ese recorte, ese enconche sobre mí misma no sea un restar sino una fiesta. (Justo justo ahora me entra un mensaje de mijita con su único y elegido por mí en notificaciones ruidito a agua que cae).

lunes, 24 de junio de 2024

Consuelo Suncín, alias La rosa puteril

 

En Amor Arte 
Siguiendo

 
Para todos los amantes de "El Principito", ¿a que no sabían que "La Rosa" no era solo un personaje cualquiera? Este personaje resulta ser la salvadoreña Consuelo Suncín, esposa de Antoine de Saint Exupery, mujer controversial considerada por algunos una mujer adelantada a su época y para otros, una mujer con vocación "puteril" (así dicen los libros).
Hija de un General dueño de fincas cafetaleras, a los 18 años consigue una beca y se va a Estados Unidos a estudiar inglés; esto dice mucho de ella, ya que salir de su casa en esa época era algo muy mal visto. Se casa con un militar mexicano, aunque después se supo que solo era un vendedor de pinturas caseras.
Consuelo decide divorciarse meses antes de que su esposo muriera en un accidente de ferrocarril.
Viuda y con ganas de comerse al mundo, llega a México con una carta de recomendación y solicita entrevistarse con José Vasconcelos, si, el mismo que dijo “por mi raza hablará el espíritu”; este personaje la hace esperar por dos horas y cuando al fin la recibe, le dice: “una mujer bonita, joven y viuda no necesita trabajar, puede ganarse la vida con sus encantos”.
Consuelo insiste en una segunda entrevista y aunque Vasconcelos no le da el empleo, le ayuda para estudiar Derecho, se enamora de ella y tienen un romance de esos con notas de mil colores.
La lleva a París y conoce al prosista guatemalteco Enrique Gómez Carrillo, quien en su tiempo era considerado el más exitoso escritor latinoamericano. Consuelo lo abandona y se casa con Gómez Carrillo.
Despechado, Vasconcelos le dedica varias páginas en sus memorias y dice que el romance con el príncipe de los cronistas es debido a la vocación "puteril" de su amada.
Vuelve a quedar viuda pero ahora con mucho dinero, así que bonita, joven, viuda y con mucho dinero, viaja a Buenos Aires a liquidar las propiedades de su difunto marido y ahí conoce a Antoine de Saint Exúpery. Lo de ellos fue amor a primera vista, él la invita a volar y ahí suceden una serie de incidentes pero Consuelo mantiene a raya a Antoine (Creo que ella me ha domesticado, dice Saint Exúpery. ¿Les suena?).
Se casan en contra de la voluntad de la familia del escritor ya que era odiada por la sociedad francesa por el hecho de ser extranjera, "venida de quien sabe dónde”. En realidad no le perdonaban que una mujer viuda y de origen indígena se ganara el corazón del escritor más famoso de Francia. La familia Saint Exúpery era terriblemente antisemita y para ellos ese matrimonio era peor aún que casarse con una judía. La única defensora de Consuelo fue su suegra y según sus propias palabras: “si su hijo la amaba, ella la amaba”.
Consuelo y Antoine vivieron 13 años de matrimonio intenso, él con sus frecuentes viajes, el gusto por la vida bohemia y sus múltiples infidelidades (“Vete a ver las rosas, que así comprenderás que la tuya es única en el mundo”. ¿Les vuelve a sonar?).
Según palabras de ella, ser la esposa de un piloto fue un suplicio, pero serlo de un escritor, fue un verdadero martirio. A pesar de sus peleas siempre estaban al pendiente uno del otro, ella era asmática como "La Rosa" (que tosía) y el Principito la tenía en un capelo para que no le pasara nada.
La sociedad francesa trató de no relacionar su nombre con el escritor y le propinaron tremendos desaires, y fue hasta hace pocos años que reconocieron que sin su influencia, El Principito no habría sido escrito. —
Puede ser una imagen de 2 personas


Seres entrejidos de relatos

 


Puede ser una imagen en blanco y negro de una persona







«Es imprescindible cuidar a quien lee: en los clubes de lectura, en los centros cívicos de barrio y las pequeñas bibliotecas rurales, en los programas de animación a la lectura y en los encuentros con escritores. En esa reunión de mujeres, una tarde lluviosa, compartiendo bizcochos a la lumbre de una novela; allí donde un cuentacuentos señala con sus dedos las páginas a un circo de diminutos ojos atónitos; en ese viaje de una poeta rumbo al diálogo con lectores de un pueblo lejano y nevado, se están tejiendo las redes, las rutas y las esperanzas del futuro.»
• "Manifiesto por la lectura", de Irene Vallejo | Escritora española (1979) | Premio de las Letras Aragonesas 2023.
"Manifiesto por la lectura" expone argumentos sobre las funciones benéficas, los motivos fundacionales y las intenciones de reconciliación del acto de leer.
Es, además, una declaración de amor a los libros, continente del contenidos literarios, espejo de pensamientos, acciones y emociones. Un objeto -libro- palanca que derriba las fronteras del tiempo y del espacio, de la vida y de muerte, del olvido y la memoria.
«Somos seres entretejidos de relatos, bordados con hilos de voces, de historia, de filosofía y de ciencia, de leyes y leyendas. Por eso la lectura seguirá cuidándonos si cuidamos de ella. No puede desaparecer lo que nos salva.»
* Los fragmentos han sido extraídos de la edición 2020, Siruela.
.

Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...