miércoles, 30 de septiembre de 2009
Alfonsina según Juana de Ibarbourou
La recuerdo a Alfonsina, “chatilla y fea” como dijera de sí ella misma, muy roja de sol uruguayo y de los salinos vientos de la costa de Colonia, de donde vino expresamente para ese acto. Como siempre, reía y conversaba con su temible agudeza. Sin embargo, había escrito imperecederamente:
Yo soy la mujer triste
A quien Caronte ya mostró su remo.
Y en verdad estaba herida de muerte. Todo en la vida “se le había dado a medias”, y ya sabía también “que el arte de morir es cosa dura; se ensaya mucho y se aprende bien”.
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Lunes por la madrugada...
Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...
que sonríe cómplice de amor...
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