domingo, 13 de septiembre de 2015

Heker, Samanta, mi hamaca y yo

De Liliana Heker solamente conocía el cuento "La fiesta ajena". Ayer algo me llevó a pensar que era imprescindible que me llevara a casa los dos libros que encontré de ella a buen precio en Parque Rivadavia. Hoy empecé a leerla a pesar de la cola de otros libros que me reclamaban haber llegado primeros. El prólogo a los Cuentos y "Las peras del mal" + "La crueldad de la vida" me explicaron que mi intuición es genialmente poderosa.



Me caí de la hamaca paraguaya y no me quebré nada. Estaba leyendo los cuentos de Liliana Heker y la caída me sacó el miedo a caerme de nuevo.



El otro día en la charla de mi seminario de Escritura creativa a la que fue invitada, le dije a Samanta Schweblin que sus cuentos me parecían más que violentos (como dijera un compañero), crueles o que hablaban todo el tiempo de la crueldad de la vida cotidiana. Ella nombró como a su maestra en la escritura a Liliana Heker. Yo fui ayer a Parque Rivadavia y me traje Zona de clivaje y Cuentos completos de la Heker. Y no salgo de mi estado epifánico: ayer descubrí en el índice que hay un cuento que se llama, precisamente, "La crueldad de la vida"; hoy lo leo al sol en mi reposera y descubro que es el cuento más genial y más necesario de mi vida y que lo que Heker dice en el prólogo esta mágicamente destinado a mis oídos que la leen como si la escucharan.



"La crueldad de la vida", de Liliana Heker, para mí, el cuento más genial que leí en mi vida, para mí, el cuento más necesario para mí. Creo que yo debo ser una madre judía, o algo tenemos las madres así que nos hacen parecer todas iguales: el exceso, la testarudez, la desmesura. aunque también me identifiqué muchísimo con la hija y su desesperación por perder a la madre y al león que se le aparece desde su infancia. Tan maravilloso es cada párrafo, cada palabra que subrayé y llené de cruces y corazones todas las páginas.



Escucho un reportaje a Liliana Heker y me entero de que los dos personajes que acaban de deslumbrarme, Mariana y Lucía, en su cuento "La crueldad de la vida", recorren todos sus cuentos y protagonizan su último libro La muerte de Dios. Es como si tuviera dos amigas esperándome en la cama.

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...