Ayer entré al chat de levante después de tres meses de abstinencia asustada. Para ver qué ME pasaba, si me aburría, si me asqueaba, si entraba en pánico. Y no: aún tengo el don: tres contacto nuevos interesantes.
Hoy ya uno de ellos me invitó a salir. Y dije que no. Porque no tengo ganas de salir ni de vestirme para nadie ni de poner cara de soy magnífica. Listo.
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