lunes, 23 de noviembre de 2009
Bourgeon quiero
Historieta > François Bourgeon: siempre con los que pierden
La energía de los esclavos
Uno de los fenómenos editoriales de Francia es la aparición de un nuevo tomo de Los Pasajeros del Viento, una saga que prácticamente inventó la historieta histórica moderna de la escuela franco-belga. Veinticinco años y cinco millones de ejemplares más tarde, François Bourgeon completa la historia sobre la trata francesa de esclavos, desde la rebelión de Haití de fines del siglo XVIII hasta la guerra civil norteamericana, a través de las aventuras de Isa, una de las tantas heroínas de un autor que suele revisar la Historia desde el lado de los perdedores.
Por Martín Pérez
“Entre el marino y el albatros hay una especie de antiguo pleito.” Con esta frase comienza el primer tomo de Los Pasajeros del Viento, una de las más admirables sagas de la historieta franco-belga moderna. Y también una de las más memorables, ya que sus fanáticos –que no son pocos: en Francia se llevan vendidos más de un millón de ejemplares de cada uno de sus cinco tomos– aseguran recordar no sólo aquella frase inicial, sino también la que termina la aventura, en boca de Isa, su sorprendente heroína: “No tenía más que 18 años, y toda una vida por delante”.
Además de terminar de cincelar en cinco volúmenes la que tal vez sea una de las primeras grandes heroínas del género, una mujer moderna y de armas tomar en medio del castrador ambiente naval del siglo XVIII, la serie casi se podría decir que inauguró el furor de la historieta francesa por las sagas históricas durante los ’80. Y también convirtió en poco menos que una estrella a François Bourgeon, que llevaba casi una década dibujando guiones ajenos en revistas diversas –“para parar la olla”, como él mismo lo confiesa– hasta que consiguió tener su propia serie.
A partir de entonces no se detuvo: si durante la primera mitad de la década se dedicó a las aventuras marinas de Isa junto a su amado Hoel, para su siguiente proyecto, los fascinantes tres tomos de Los Compañeros del Crepúsculo, el viaje lo llevó varios siglos atrás, hasta la Guerra de los Cien Años. Revisando la historia siempre del lado de los más humildes, el siguiente proyecto de Bourgeon fue la futurista Historia de Cyann, de la que han salido un par de nuevos tomos luego del silencio que generó una larga disputa legal con sus editores. Y ya se anuncia la próxima salida de un quinto y último.
Pero si Bourgeon ha vuelto a las primeras planas dentro del panorama editorial francés actual es porque, a tres décadas de aquel primer volumen y un cuarto de siglo después de aquella frase de despedida, la historia de Isa finalmente se continúa en La Niña Bois-Caiman, el primero de dos tomos con los que el dibujante vuelve a la aventura con la que comenzó realmente su carrera. Una que siempre estuvo llena de heroínas femeninas en mundos masculinos, que puso a la historia con mayúscula apenas como escenografía para las historias cotidianas de sus humildes personajes, y que ahora es nuevamente un fenómeno de ventas en Francia, con un volumen –recién editado también en España– que completa la ruta de la trata de esclavos con la que terminó el primer arco de ese fenómeno redivivo llamado Los Pasajeros del Viento.
Una pistola en la cabeza
“La investigación de la trata de esclavos siempre fue algo personal”, asegura Bourgeon, que explica que al terminar originalmente las aventuras de Isa en Santo Domingo, luego de pasar por Africa, supo que a esa historia le faltaba un final. Pero lo que en su momento pensaba que eran apenas unas páginas, con los años se fue convirtiendo en una larga saga de más un centenar y medio, separada en dos tomos sólo por razones editoriales. Bourgeon aseguró que el resultado final era lo mejor que había hecho desde el magistral El último canto de los Malaterre, el tercer tomo de esa obra maestra llamada Los Compañeros del Crepúsculo, en donde Bourgeon regresó a la Edad Media. La misma de su primer gran trabajo, Brunette & Colin, con guión de Robert Genin, su último proyecto con guión ajeno, realizado entre 1976 y 1980. “Desde que empecé a dibujar historietas siempre quería cambiar los guiones”, confesó alguna vez Bourgeon. “No es porque pensase que fueran malos, sino porque se me ocurrían otras cosas. El que me dejó empezar a poner en acción esas ideas fue mi amigo Genin, pero entonces terminé de darme cuenta que lo que más me gustaba de dibujar historietas era la posibilidad de contar historias. Así que comencé a hacerlo.”
Aunque es un actual habitante de la Bretaña francesa, François Bourgeon nació en París hace 64 años. Recibido como maestro vidriero en la Escuela de Oficios parisiense, siempre dijo que llegó a la historieta de casualidad. Durante los ’70, mientras la escuela franco-belga del género vivía la revolución fantástica generada por los Humanoides Asociados y su revista Metal Hurlant, Bourgeon se ganaba el pan dibujando guiones para revistas juveniles, hasta que en 1979 asomó como autor con Los Pasajeros del Viento, principal representante de la contrarrevolución que significó el reinado de la historieta histórica durante los ’80. Si la historia de Isa tuvo su hogar en la revista Circus, Los Compañeros del Crepúsculo apareció en la revista insignia de esta nueva historieta moderna francesa, cada vez más dedicada a un lector adulto: (A suivre), un título traducible como (Continuará), así, con paréntesis.
Pero lejos de ser un contrarrevolucionario, Bourgeon es conocido por enfrentarse al poder de los editores, algo que lo llevó a dejar de dibujar durante un lustro, mientras en los tribunales franceses se dirimían sus derechos sobre la Historia de Cyann, a la que se dedicó durante gran parte de los ’90. Una trama futurista, inspirada tanto por Orwell como por Valerian (la historieta de Christin y Mezieres), y coimaginada junto a Lacroix, que la dupla estaba realizando para Casterman cuando esta editorial fue comprada por un conglomerado mayor, que a su vez fue adquirido por la italiana Rizzoli. A partir de ese intríngulis de fusiones empresariales surgió en 1999 una disputa contractual que favoreció en primera instancia a la editorial, que insistía que Bourgeon y Lacroix estaban atrasados en la entrega del tercer tomo de la serie (los autores argüían, por su parte, que el contrato original no era válido). Esa primera derrota judicial –en 2001– ordenaba la entrega de un nuevo álbum en tres meses, con mil euros de multa por cada día de retraso. “No voy a dibujar con una pistola en mi cabeza”, denunció Bourgeon, que anunció que renunciaría al género si no conseguía ser dueño de los derechos de sus obras. Recién en el 2004, cuando triunfó su apelación, fue que Bourgeon volvió a la historieta. Primero aparecieron dos tomos de Cyann, y recién entonces –con mucho misterio– se anunció el regreso de Isa.
Dos generaciones de recuerdos
Ambientada durante la guerra de secesión en los Estados Unidos, y con una cita de la Historia Universal de la Infamia, de Jorge Luis Borges, sobre el Mississippi como acápite, La Niña Bois-Caiman se demora dos tercios de sus 80 páginas hasta que finalmente hace su aparición una centenaria Isa, recluida con sus recuerdos en una isla en medio de los bajíos del río. “Así como me gustan las historias ambientadas en el mar, también me gusta dibujar el agua dormida”, explicó su autor a Le Figaro.
Hasta esos bajíos llega la que vendría a ser la bisnieta de Isa, una irreverente joven sudista apodada Zabo, que deberá atravesar los peligros del frente como ayudante de un incipiente fotógrafo de guerra hasta encontrarse con aquellos recuerdos que completan la historia abandonada cuando esta anciana rebelde de 98 años tenía apenas 18.
“Zabo tiene la edad de Isa en el álbum anterior de la saga”, explicó Bourgeon. “Es una gran edad, que me permite contar una historia de herencia, del encuentro de dos temperamentos rebeldes, que se encuentran y se reconocen, más allá de los años que los separan.”
Con un dibujo mucho más detallista que el de aquellos tan lejanos primeros cinco tomos de la historia, Bourgeon dedica el último tercio de este primer volumen final a recorrer –a través de dos generaciones de recuerdos– la historia que separa la rebelión de los esclavos en Santo Domingo en 1791 al comienzo de la guerra civil norteamericana. “Trabajé seis años en esta historia, pero para mí la investigación es un placer. No lo hago de fastidioso o para ganarles en algún concurso a los historiadores, sino por el simple placer de conocer”, dice este autor que suele armar maquetas de los escenarios que dibuja, para saber cómo contar mejor una historia. “Cuando aparezca el segundo tomo, se sabrá qué es lo que sucede con las dos heroínas, y eso le pondrá un punto final a Los Pasajeros del Viento. ¡Porque no voy a hacer que Isa viva hasta tener 150 años!”, ha declarado Bourgeon, que asegura que, si la edad lo trata bien, seguirá dibujando otras historias. “Pero lo confieso: adoré volver a dibujar a Isa.” Y es fácil entenderlo, porque es imposible no adorar volver a leer sus aventuras.
1. Bautizada como Las Aventuras de Isa en los tomos de la colección Totem-Comics, los primeros que cruzaron el charco, los cinco volúmenes de Los Pasajeros del Viento se publicaron en Francia entre 1979 y 1984. En ellos una historia de una heredera que cambia su identidad con su prima deviene en una aventura marinera entre una joven rebelde y un marinero raso, a quien salvará de una prisión británica y emprenderán un viaje que sigue la ruta francesa de la trata de esclavos, de Africa a Santo Domingo.
2. Ambientada en la Guerra de los Cien Años, Los Compañeros del Crepúsculo es un insólito viaje al corazón de la Edad Media, con la tradición trovadoresca y las sagas fantásticas metiéndose en la historia de un extraño caballero con dos sirvientes, el torpe Aniceto y la avispada Bermeja, la heroína de la serie. Al igual que toda la obra de Bourgeon, Los Compañeros... nunca tuvo una edición local. Se publicó por entregas en la revista española Cimoc, y luego sus tres tomos aparecieron en la colección Cimoc Extra Color (que también reeditó los cinco de Los Pasajeros del Viento).
3. A diferencia de Isa y la Bermeja, la protagonista de Historia de Cyann es una joven soberbia que a través de sus aventuras comienza a entender mejor el mundo que habita. Un universo de castas muy marcadas, de viajes interestelares y extrañas multinacionales, creado junto a Lacroix, cuyas invenciones suplen la investigación histórica que siempre le gusta hacer a Bourgeon. Sus cuatro tomos editados hasta ahora por la editorial española Norma –dedicada a los comics– se consiguen en las comiquerías porteñas.
4. Zabo es la protagonista de La Niña Bois-Caiman, su flamante retorno a Los Pasajeros del Viento, que Bourgeon ha publicado en la aún más flamante editorial 12 Bis, donde se han ido reeditando –en un generoso formato–, los tomos iniciales, cuyos derechos le ha devuelto la Justicia. En España también sale por la misma editorial, que ya anuncia para el año que viene el segundo y final volumen de la larga saga.
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