Mi abuela una vez me dio este consejo:
Cuando los tiempos sean difíciles, avanza en pequeños pasos.
Haz lo que tengas que hacer, pero hazlo lentamente.
Limpia los platos.
Limpia el polvo.
Escribe una carta.
Cocina sopa.
¿Ves eso?
Sigue adelante, paso a paso.
Da un paso y luego haz una pausa.
Toma un descanso.
Valorate a ti mismo.
Da el siguiente paso.
Luego otro.
Apenas lo notarás, pero tus pasos se harán más largos.
Hasta que llegue el momento en que puedas volver a pensar en el futuro sin llorar.
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