domingo, 15 de noviembre de 2020

Vengo de otro planeta

 Anoche soñé que iba corriendo, no escapando sino trotando, paseando, por un mundo que no era La Tierra. Sus dimensiones eran como un 50% mayores a las conocidas, los guijarros o cantos rodados sobre los que yo corría (muy runner, muy Avatar) eran bastante grandes y yo elegía "bajar" a un camino secundario, como una colectora de piedra. Era en medio de un bosque pero no de árboles como acá, algo más rígido, como si fuera la naturaleza de otro material, medio maqueta, medio escultura de cemento, medio realidad virtual tipo cuento "Mariana". Y cuando iba pensando si me convenía ir por ahí o por allá, algo o alguien me sacaba del camino y aparecía en una casa.

La que me había "salvado" era una chica como yo pero de ese lugar. Ah, yo era una chica joven también, no tenía ninguna característica de mi yo actual pero era yo. La chica me decía que no me asustara (ella era un poco más grande de tamaño, como todo lo de ese universo pero sus formas corporales eran iguales a las humanas) que me había "agarrado" y metido en su casa porque si no me iba a agarrar "el chiquito". Ella lo decía y ambas sabíamos que era una deidad o poder maligno de ese mundo. Ella me decía que siempre pasaba así, que él nos atrapaba, y yo pensaba en otra mujer o persona antes que yo que ya le había pasado (era como una historia en mi cabeza, no sé si leída o escuchado o amiga o qué). 

Ahí avanzábamos por su casa, bien común, con ventanales grandes y tipo casa inteligente del futuro, desde los que se veía el camino por el que yo había corrido. En la cocina, sobre baldosas comunes y corrientes pero más grandes había un gran charco de meo. Ella me decía: "cuidado, es bueno, pero medio bestia". Y ahí aparecía, como mascota, un yaguareté cachorro hermoso. Todavía veo su cara, sus ojos verdes y sonrientes.

Al rato llegaban su papá y su hermano. Ella los ponía al tanto de mi situación y ellos decía que estaba bien, pero que no iba a poder ir al recital. Yo me desilusionaba mucho porque recién ahí me enteraba de que había venido por eso. No sé recital de quién era, pero les tres iban a ir y empezaban a vestirse (mi nueva amiga se ponía unos trapos verdes, naranjas y violetas en la cabeza tipo murguera mezcla con Nefertiti) y era un evento muy grande porque yo decía que no importaba no ir (re la Cenicienta) porque seguro se escuchaba desde ahí. El padre me miraba con pena y me decía que ya estaban probando sonido y no se escuchaba, que el sistema ahí era otro, que mis órganos sensoriales eran otros, o algo así. Yo pensaba en arriesgarme a ir igual, la chica me decía que no, que era peligroso, que estaba ese "chiquito"al acecho. (Es raro que se llamara "chiquito" y fuera lgo tan poderoso en un mundo tan grande pero ahora que lo cuento se me viene a la cabeza que quizás fuera otro humano malvado en ese mundo, no lo sé, no me acuerdo más nada).

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...