martes, 3 de noviembre de 2020

Una tensa calma agreste

 

Recetas de canciones con perfume a jardín

Inventario, el nuevo disco de Emiliana Piccini, trae candombe, bossa y milonga. Pero sobre todo, una banda sonora para la primavera.

«Por cambiar todo el tiempo sin moverse de sitio», dice Emiliana Piccini en un pasaje de Los Pájaros, la canción que abre su nuevo disco, Inventario

Es uno de los diez temas que lanzó la cantautora y docente de San Miguel en Spotify, YouTube y otras plataformas digitales. 

Esa frase, justo cuando la zamba deja lugar a una base de jazz guiada por arpegios de guitarra clásica y piano, nos llevará para siempre a quienes vivimos este tiempo a repasar la cuarentena, el encierro y la hiperinflación de creatividad que nos hicieron sentir obligatoria a les artistas mientras el trabajo mermaba. 

Pero Inventario no es sólo un álbum que se terminó de cocinar durante la pandemia. Es, más bien, un recetario de ritmos latinoamericanos. Un manual de instrucciones para recorrer el candombe, la bossa, la milonga.

Y sobre todo, si uno logra despegar de la piel los celulares y las pantallas para adentrarse en los tracks grabados en el estudio La Fragua, una vívida visita guiada por un jardín. 

No sólo por las letras (como en La vista al suelo, cuando Piccini enumera floripondios, rosachinas y ligustrinas, o en Brote de canción) y sonidos de viento y cantos de aves.

Los saltos constantes de la distintiva voz de la autora, que en Iris se mezcla con la brisa mientras avisa que «el mundo era un jardín«, mantienen una tensa calma agreste. Para entenderlo mejor: puede uno sentirse amaneciendo en una ruta, junto al campo, o regando alguna de las huertas verticales de balcón que a tantos les salvaron la cordura.

Aunque el hilo conductor de Inventario siempre son las cuerdas de nylon de la guitarra clásica de Piccini y su voz, también hay pianos y colchones Littonebbianos que grabó Facundo Vidal, ritmos mutantes en clave de jazz que aportó la batería de Diego Ferpozzi y un consorcio de saxos, traversas y clarinetes que Patricio Böttcher reúne a lo largo y ancho del álbum. 

Inventario es una visita guiada a través del sonido a los parques, las plazas y los bosques de cualquier ciudad o pueblo Latinoamericano. También una apuesta a la música: un disco conceptual de diez canciones en la era de la inmediatez. 

Disfrutar de la faceta solista de Emiliana Piccini, integrante de la Asociación de Músicxs Noroeste que muches reconocen por su rol docente, resulta imprescindible para que brote música donde la pandemia secó la tierra. 

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Lunes por la madrugada...

Yo cierro los ojos y veo tu cara
que sonríe cómplice de amor...