Ayer vivimos en Alamut, Daniela Fernández, un momento encantadoramente bizarro. Unas seis o siete adolescentes entraron a la librería y como me encontraba junto al mostrador me solicitaron un libro: ¿Tiene la Piel dura? Frente a mi asombro, le trasladé la pregunta aLuciano Alonso. Los dos pensamos que se trataba de una broma. Las adolescentes no entendían nuestro desconcierto. Llevaban pateando varias librerías. El libro no estaba, pero sí la autora. Se lo hicimos saber. ¿Sos vos? Sí. El griterío me convirtió al instante en una seudo Violeta, un pokemon literario a punto de ser atrapado. A veces los autores estamos vivos. Y asistimos a demostraciones de cariño, frases insólitas como Nos vamos a sacar un diez, o el pedido de que se grabe un audio para que la profe sepa que el episodio no fue ficticio. Yo me quedé pensando qué alma extravagante podía poner a sus alumnos a leer La piel dura. Y tuve una revelación: Lucy Skai, ¿fuiste vos?
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