Ayer era mi primer sábado de facu y venía jevi: levantarse a las 6, salir a las 7, de 9 a 13 seminario de Teatro en Baires y disidencia sexo-genérica, almuerzo con amigos llegados de Salta, seminario de Panorama de la poesía del siglo XXI de 15 a 17. Todo genial genial (ya iré contando de a poco).
Cuando me estoy tomando el 85 en Rivadavia, pensando en mi camita, en que no llegué al festejo de mi amiga Cecilia que se recibió, pero le mando mensajito que no doy más, me llega mensaje de Edith para ir a ver "la orquesta que vos me etiquetaste". Yo ni idea.
Llego a casa arrastrándome luego de tren y 371 y veo que el evento en feis estaba bueno, que es tarde, que puedo bañarme y despegarme la ropa que tengo incrustada, que Edi maneja bien y vamos y venimos por autopista. Y dale, le digo.
Cuando abro la ducha me llega mensaje de mi nuerita que si estoy encasa. Sí, pero vengan a verme vestir que me voy en un rato. Vienen. Hay devolución de cosas y muebles en medio de mudanza, hay panza debajo de vestidito que yo le regalé, hay cuentos de partos y embarazos en medio de producción a las apuradas para salir.
Viene Edi tarde, nos perdemos en Palermo, pero todo es genial. Llegamos a El Quetzal, hermoso espacio, hermosa calle. La banda suena de maravillas y las canciones son lo más divertidas. Uf, qué belleza.
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